Este documento resume seis mitos comunes sobre la salud ocupacional y explica la realidad de cada uno. El primer mito es que los encargados de salud ocupacional prohíben todo, cuando en realidad han prohibido muy pocas actividades de alto riesgo. El segundo mito es que se necesita una señal para cada posible riesgo, cuando demasiadas señales no se leen. El tercer mito es que se prohíben los trabajos en alturas, cuando en realidad sólo se pide que se hagan de forma segura. El cuarto mito es
4. En realidad se ha prohibido muy poco, un número muy reducido de actividades, prácticas o equipos de alto riesgo . Nosotros creemos que la Salud Ocupacional deben ser medidas prácticas para la gestión de riesgos reales, no la prohibición de las actividades cotidianas. La próxima vez que oiga hablar de una «prohibición», en caso de duda échale un ojo La realidad:
7. Pero una señora resbala justo en frente de una señal de “ Cuidado Piso Mojado” y rodeada de todo tipo de Señal de Seguridad por cada uno de los riesgos potenciales…
8. El uso de demasiados signos sólo garantiza que nadie los va a leer. La señalización es útil cuando hay un riesgo significativo que no se puede controlar inmediatamente. Pero eso no significa que usted debe agregar una señal para todo posible riesgo. La realidad:
9. No sólo dependa de señales, tome acciones o prácticas para evitar, minimizar o controlar los Riesgos. Si necesita una señal, asegúrese de que tiene el símbolo adecuado y es claramente visible.
14. “ Los expertos en Salud Ocupacional nos hacen la vida imposible”
15. Aquellos que han requerido servicios de expertos en Salud Ocupacional, piensan que ha sido útil y ha contribuido en la mejora de su calidad de vida La realidad:
17. “ Para cualquier Riesgo, necesitamos un Equipo de Protección Personal”
18. Lo que necesitamos es gente comprometida con su propia salud, que tome acciones proactivas, tendientes a la mejora de sus Condiciones de Trabajo La realidad:
22. El papeleo es un medio para un fin, no un fin en sí mismo… la acción es lo que protege a las personas. Por lo tanto, las evaluaciones de riesgo deben ser aptas para cada puesto y tomar las medidas al respecto. La realidad: