El documento discute la importancia de aprender de los errores en el campo médico. Señala que aunque los errores son inevitables en la práctica humana, tradicionalmente se ha enfocado en evitarlos individualmente en lugar de analizar los factores sistémicos que contribuyen a ellos. Propone cambiar el enfoque a reconocer que tanto individuos como sistemas pueden cometer errores, y aprender de las experiencias erróneas para prevenir errores futuros similares.