1. TEMA 12 - LA LITERATURA DEL SIGLO XV.
CONTENIDOS:
12.1 - Jorge Manrique. Coplas por la muerte de su padre.
12.2 – La Celestina. (Apuntes)
12.1 - Jorge Manrique. Coplas por la muerte de su padre.
Esta obra pertenece al género poético de la elegía funeral medieval o planto y es una reflexión
sobre la vida, la fama, la fortuna y la muerte con resignación cristiana. Se inspira en los precedentes
clásicos y medievales del género y en el Eclesiastés, pero también contiene alusiones a la entonces
historia reciente de Castilla e incluso a sucesos en los que pudo estar presente el propio autor.
1.- Biografía.
Jorge Manrique (Paredes de Nava,
Palencia o Segura de la Sierra, Jaén,
¿1440? – Santa María del Campo Rus,
Cuenca, 24 de abril de 1479) fue un
poeta español del Prerrenacimiento,
sobrino del también poeta Gómez
Manrique. Es autor de las Coplas a la
muerte de su padre, uno de los clásicos
de la literatura española de todos los
tiempos. Fue partidario de combatir a
los musulmanes y participó en el
levantamiento de los nobles contra
Enrique IV de Castilla. También jugó
un papel en las intrigas y luchas en
torno a la subida al trono de los Reyes
Católicos, a favor de Isabel I y en
contra de Juana la Beltraneja.
2. Por lo demás, no es mucho lo que sabemos de su vida. En 1470 se casó con doña
Guiomar de Meneses. Luchó en apoyo de Isabel la Católica. En noviembre de 1476, muere su
padre de terrible enfermedad. Jorge ( que embellecerá aquella muerte en sus coplas ) apenas le
sobrevivirá dos años y medio : Es muy comentada la relación de Jorge Manrique con el castillo
de Garcimuñoz (Cuenca), defendido por el Marqués de Villena, ya que en 1478, encontrándose
ya cerca del final de la guerra, Manrique fue herido de muerte en una escaramuza delante de
los muros del castillo. Sin embargo no falleció allí; fue trasladado a Santa María del Campo de
Rus (Cuenca), donde tenía instalado su campamento. El 24 de Abril de 1479 Jorge Manrique
murió y fue enterrado en el monasterio de Uclés.
La vida de Manrique, como la de Santillana, une “ las armas y las letras “ ,fue
guerrero y cortesano. Asumió los ideales nobiliarios y religiosos tradicionales, junto a algunos
elementos del Renacimiento temprano. Su obra nos dará testimonio de una fina sensibilidad y
una gravedad creciente.
2. Tema fundamental
Las Coplas por la muerte de su padre, también citadas como Coplas a la muerte del maestro
don Rodrigo o, simplemente, Las coplas de Jorge Manrique, son una elegía escrita por Jorge
Manrique en la muerte de su padre, el Maestre de Santiago don Rodrigo Manrique. Escritas, al
menos una parte, con posterioridad a noviembre de 1476, fecha de la muerte de don Rodrigo
Manrique, constituye una de las obras capitales de la literatura española y, sin duda, el mejor poema
lírico de la poesía medieval castellana.
Así que las Coplas lamentan la muerte del padre del autor, Jorge Manrique, remontándose
desde la muerte como tema general a los ejemplos de muertes ilustres y finalmente a la muerte del
personaje. El poeta, sin romper la unidad de tono, filosofa sobre la inestabilidad de la fortuna, la
fugacidad del tiempo y las ilusiones humanas y el poder igualatorio de la muerte a lo largo de
cuarenta estrofas llamadas coplas de pie quebrado o sextillas manriqueñas; cada una de ellas es una
sextilla doble y tiene, por tanto, doce versos, de los que son octosílabos el primero, segundo, cuarto y
quinto y tetrasílabos tercero y sexto; los tetrasílabos pueden ser en apariencia pentasílabos algunas
veces, pero es cuando el verso anterior termina en aguda, por la métrica ley de compensación.
En esta dolorosa elegía podríamos destacar varios aspectos fundamentales sobre los que
medita Jorge Manrique, como pueden ser la brevedad de la vida y la vanidad de los placeres
mundanales. Hay también otros pero, en mi opinión, toda la obra está inspirada por el impulso único
de la muerte de don Rodrigo, por lo que creo que éste es el tema fundamental. Dentro de la obra trata
el tema de la muerte de diferentes maneras y podríamos diferenciar las siguientes partes:
1. Coplas I – XII: En esta primera parte considera la muerte en abstracto. Realiza una reflexión
general y filosófica sobre ella destacando, entre otras cosas, la rapidez con que llega, siempre
escondida y a hurtadillas; y el poder rector o igualatorio que tiene, ya que llega a todos por igual.
2. Coplas XIV – XXIV: En esta serie de estrofas argumenta sobre la muerte histórica poniendo
ejemplos concretos de personajes de su época. En estas coplas la atención se desplaza a la muerte
y desaparición de contemporáneos suyos.
3. Coplas XXV – XL: Aquí reflexiona sobre la muerte del verdadero protagonista de la obra: su
padre (Don Rodrigo de Manrique, conde de Paredes y gran maestre de la Orden militar de
Santiago). Manrique nos muestra a la muerte educada y gentil, como una voz que pide permiso al
“muerto”, no la representa cómo algo macabro y despiadado.
3.- Distintos tipos de vida de la obra
Vida terrenal: Jorge Manrique describe esta vida como fugaz y como un camino hacia la muerte.
3. “Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado...”
“Este mundo es el camino
para el otro...”
Vida de la fama: Es una vida de gloria conseguida con honor. Es más larga y duradera que la
anterior, aunque no eterna. Se trata de una manera de perduración, conseguida mediante el
heroísmo y el desarrollo de la excelencia humana, es decir, de todo aquello que labra una fama que
pervive tras la muerte.
“...pues otra vida más larga
de fama tan gloriosa
acá dejáis...”
Vida sobrenatural: Es eterna, perdurable, y se alcanza tras la muerte. Según el autor, Don
Rodrigo la consiguió gracias a sus virtudes heroicas (amistad, lealtad, valentía, discreción,
braveza...).
“...mas los buenos religiosos
ganándolo con oraciones
y con lloros,
los caballeros famosos
con trabajos y aflicciones
contra moros”
4.- Estructura métrica
Como hemos apuntado antes, cada una de las 40 coplas está formada por 12 versos
(octosílabos y tetrasílabos) combinados de la siguiente manera: en cada copla vemos una pareja de
sextillas unidas, constituidas por una doble serie de octosílabos más un tetrasílabo, con rima abc, abc.
El esquema de cada sextilla sería por tanto: 8a, 8b, 4c, 8a, 8b, 4c.
Dejo las invocaciones
de los famosos poetas
y oradores;
no curo de sus ficciones,
que traen yerbas secretas
sus sabores.
Aquél sólo me encomiendo
Aquél sólo invoco yo
de verdad,
que en este mundo viviendo,
el mundo no conoció
su deidad.
4. 5. División estructural de las coplas
Coplas I – XXIV: En las veinticuatro primeras coplas, Manrique desarrolla sentenciosamente
temas generales y hondos: la fugacidad de la vida, la inestabilidad de la fortuna, el poder
igualatorio de la muerte... Hace una reflexión general y filosófica sobre la muerte que nada tiene
que ver con el padre, puesto que no lo nombra. También relata ejemplos concretos sobre
contemporáneos de él que no han sido lo suficientemente virtuosos para conseguir la vida eterna.
Coplas XXV – XL: El resto del poema habla sobre la muerte particular de Don Rodrigo y
comprende dos momentos sucesivos, por lo que podemos diferenciar dos partes: la primera está
ocupada por la sola figura del padre. Hace un elogio fúnebre de él, mostrándolo como un modelo
de heroísmo, y un retrato moral en el que lo elogia enumerando sus cuantiosas virtudes tales como
la serenidad ante la muerte, su religiosidad, generosidad, lealtad, amistad, braveza, discreción y
valentía. Considera que nunca estuvo en pecado. La segunda parte es el “auto de la muerte”, y
consta de un encuentro entre Don Rodrigo y la Muerte, que entablan un impresionante y
conmovedor diálogo. En él la Muerte explica a Don Rodrigo las razones por las cuales debe
llevarle.
6.- Rasgos medievales de la obra
La obra podemos clasificarla en la Baja Edad Media, aunque también es considerada de
tránsito entre esta época y el Renacimiento (por lo que además encontramos algunos rasgos
renacentistas). Debido a esto, no se trata de una obra anónima, sino de una obra firmada por una de
las fuertes personalidades literarias. Los rasgos medievales que podemos observar en las coplas son
numerosos, estando en todos ellos presente la religiosidad. Los principales son:
Carácter teocentrista: Ésta es la principal característica de todas las obras escritas durante la
Edad Media. Este carácter está presente en la obra.
Realismo: Durante toda la obra el autor trata temas realistas, como la vida y la muerte. No
estamos en una obra idealista.
Finalidad didáctica y carácter moralizante: Este aspecto destaca principalmente en las primeras
coplas, ya que en ellas, tras reflexionar, nos da un consejo. Éstas contienen enseñanzas de
carácter moral.
“Ved de cuán poco valor...”
Ubi sunt?: Éste es un tópico de la literatura medieval. Esta pregunta retórica, muy extendida
por toda la poesía de la Edad Media, significa “¿dónde están?” y es utilizado por el autor en
algunas coplas para hacer referencia a muertos memorables (aparecen algunos como Juan II, los
infantes de Carrión...) y a los placeres de la vida.
“...¿dónde iremos a buscallos?
¿qué fueron sino rocíos
de los prados?”
5. Muerte: Este es uno de los temas comunes que se trata durante la Edad Media y que está
presente en la mayoría de las obras de esta época. Sobre este aspecto ya está todo explicado en la
primera pregunta.
Fortuna: Es otro de los temas comunes de la Edad Media. La Fortuna administra los bienes del
mundo y encumbra el destino humano a unos y abate a otros. Conforme a la doctrina moral de la
época, los “bienes de fortuna” son inestables, perecederos, frente a los “bienes morales” que son
seguros y eternos”. Así, el autor escribe la siguiente copla:
“Los estados y riqueza,
que nos dejan a deshora,
¿quién lo duda?
No les pidamos firmeza,
pues que son de una señora
que se muda;
que bienes son de Fortuna
que revuelve con su rueda
presurosa,
la cual no puede ser una,
ni estar estable ni queda
en una cosa”
Brevedad de la vida: Es otro de los temas comunes de la Edad Media. Está presente,
principalmente, en las 13 primeras coplas. En ellas habla de lo deprisa que ésta pasa y de lo
atentos que debemos estar, dada nuestra condición de mortales.
“...contemplando
cómo se pasa a vida,
cómo se viene la muerte
tan callando...”
Vanidad de los placeres mundanos y menosprecio del mundo: Estas son otras de las
características de las obras de la Edad Media, consecuencia clara del teocentrismo, y que podemos
ver reflejas en el siguiente fragmento:
“Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
y corremos,
que, en este mundo traidor,
aun primero que muramos
las perdemos...”
Vida terrenal y vida sobrenatural: Sólo de estas dos vidas se hablaba en la Edad Media: la
terrenal, considerada como un valle de lágrimas y el camino que el hombre tiene que recorrer para
ganarse el cielo; y la sobrenatural (tras la muerte). Ambas podemos observarlas en las coplas 35 y
36.
“...que la otra temporal
perecedera”
“El vivir que es perdurable...”
6. 7.- Rasgos renacentistas de la obra
El principal rasgo renacentista es la existencia de una tercera vida que no aparecía durante
la Edad Media. El Renacimiento acentúa la necesidad de merecer en esta vida alguna gloria, la fama
del hombre que después de muerto deja tras de sí. Este nuevo concepto de la época aparece en algunas
de las Coplas de Manrique. Así, en la copla 35 se refiere a la vida de la fama:
“...pues otra vida más larga
de fama tan gloriosa
acá dejáis...”