2. El Barroco es una evolución del arte renacentista. En el siglo XVII las obras pictóricas se
recargan de adornos superfluos, y se imponen el pesimismo y el desengaño sobre toda idea
humanística.
Las obras literarias rompen el equilibrio clásico. La naturalidad expresiva se evita y se hace
un uso excesivo de recursos artificiosos, lo que conduce a que su comprensión sea difícil.
Dos estilos se imponen en este periodo: el culterano y el conceptista.
Formas y temas renacentistas siguen presentes en el siglo XVII, pero su uso e interpretación
es muy distinto, pues lo que se pretende es sorprender a través de la intensificación de lo feo
y lo hermoso.
3. La lírica
La poesía barroca se inscribe en la tradición renacentista, pero sus temas y la forma
expresiva no se tratan de la misma manera simplemente porque el modo de
entender la vida y el papel del hombre en el universo ha cambiado. Si bien los
tópicos literarios son los mismos, el sentimiento de que el tiempo no sólo se sucede,
sino que también destruye, se impone; y lo mismo ocurre con la visión que el poeta
tiene de los ideales del Renacimiento, a los que satiriza de forma cruel, de manera
que el amor, la mujer o la juventud se abordan burlescamente.
Dos son las corrientes líricas del momento: el culteranismo y el conceptismo; y dos
los poetas que representan estos dos movimientos: Luis de Góngora y Argote, y
Francisco de Quevedo y Villegas.
4. Luis de Góngora y Argote (1561-1627)
El culteranismo aspira a crear un mundo de belleza absoluta mediante un lenguaje
preciosista y complicado. Utiliza un lenguaje culto, lleno de metáforas complicadas,
hipérbatos y alusiones mitológicas.
Su creación recoge obras eruditas, entre las que destacan la Fábula de Polifemo y Galatea,
de tema mitológico, en la que narra el amor apasionado del gigante Polifemo hacia la ninfa
Galatea; y Las soledades, poema en el que exalta la naturaleza. En sus sonetos predomina la
sátira. Lope de Vega y Quevedo fueron víctimas de su ingenio.
Predominan los versos de arte mayor, así como el uso de cultismos, la imitación de la
sintaxis latina o la metáfora. Las citas mitológicas son continuas.
Su obra más popular la componen sus letrillas y romances.
En ellos imita la espontaneidad y los rasgos métricos de la
poesía tradicional.
5. Soneto CXVI
Mientras por competir con tu cabello, 11
oro bruñido, el Sol relumbra en vano, 11B
mientras con menosprecio en medio el llano 11B
mira tu blanca frente el lirio bello; 11A
mientras a cada labio, por cogello, 11A
siguen más ojos que al clavel temprano 11B
y mientras triunfa con desdén lozano 11B
de el luciente cristal tu gentil cuello 11A
goza cuello, cabello, labio y frente 11C
antes que lo que fue en tu edad dorada 11D
oro, lirio, clavel, cristal luciente, 11C
no sólo en plata, o víola troncada 11D
se vuelva, mas tú y ello juntamente 11C
en tierra, en humo, el polvo, en sombra, en nada. 11D
Sonetos de Góngora
6. Fábula de Polifemo y Galatea
Estrofa VII
Un monte era de miembros eminente 11A
este que, de Neptuno hijo fiero, 11B
de un ojo ilustra el orbe de su frente, 11A
émulo casi del mayor lucero; 11B
cíclope, a quien el pino más valiente, 11A
bastón, le obedecía, tan ligero, 11B
y al grave peso junco tan delgado, 11D
que un día era bastón y otro cayado. 11D
Brazos y piernas le sobresalen.
Hipérbaton.
El gigante.
Valor anafórico.
En la frente de Polifemo, amplia como un orbe, brilla un solo ojo, que
podría casi competir aun con el Sol, nuestro máximo lucero.
El más alto y fuerte pino de la montaña lo manejaba como un
ligero bastón; y, si se apoyaba en él, cedía al enorme peso,
cimbreándose como delgado junco, de tal modo, que, si un día
era bastó, al otro ya estaba encorvado como un cayado.
La frente de Polifemo es un orbe al que ilustra (ilumina) de un ojo [= con un
ojo, igual que un clavo se clava de/con un martillazo o un vaso se llena
de/con agua]. Este único ojo compite en brillo con el Sol. Por eso la frente es
un orbe (mundo), porque tiene su propio Sol.
7. Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
El conceptismo pretende deslumbrar al lector mediante juegos de ingenio y juegos
de palabras (equívocos, dobles sentidos, metáforas ingeniosas).
La poesía de Quevedo se caracteriza por el ingenio, la capacidad para jugar con las
palabras y la intensidad de las emociones. Destacan sus sonetos, que pueden
dividirse en tres grupos centrales:
- Los de tema amoroso, siguiendo la corriente petrarquista.
- Los de tema filosófico, reflexionando sobre la vida y el paso
del tempo.
- Los satíricos y burlescos.
8. Buscas en Roma a Roma, ¡oh peregrino!, 11A
y en Roma misma a Roma no la hallas: 11B
cadáver son las que ostentó murallas, 11B
y tumba de sí propio el Aventino. 11A
Yace, donde reinaba el Palatino; 11A
y limadas del tiempo las medallas, 11B
más se muestran destrozo a las batallas 11B
de las edades, que blasón latino. 11A
Sólo el Tíber quedó, cuya corriente, 11C
si ciudad la regó, ya sepultura 11D
la llora con funesto son doliente. 11C
¡Oh Roma!, en tu grandeza, en tu hermosura 11D
huyó lo que era firme, y solamente 11C
lo fugitivo permanece y dura. 11D
Una de las colinas que históricamente
han formado el corazón de Roma.
La ciudad eterna, Roma, se nos muestra como un
cadáver de sí misma. El paso del tiempo la ha destruido.
Sus murallas son ruinas y las colinas sobre las que se
asienta la ciudad moderna, un cementerio en el que
yace la antigua Roma.
La colina más céntrica de las
siete que conforman Roma.
Cada una de las figuras que
aparecen en un escudo.
Lo efímero, el Tiempo, representado aquí por
el río Tíber, sigue fluyendo imperturbable.
9. Érase un hombre a una nariz pegado, 11A
érase una nariz superlativa, 11B
érase una nariz sayón y escriba, 11A, 11B
érase un peje espada mal barbado; 11A
era un reloj de sol mal encarado, 11A
érase una alquitara pensativa 11B
érase un elefante boca arriba, 11B
era Ovidio Nasón más narigado. 11B
Érase el espolón de una galera, 11C
érase una pirámide de Egipto, 11D
las doce tribus de narices era; 11C
érase un naricísimo infinito, 11D
muchísimo nariz, nariz tan fiera, 11C
que en la cara de Anás fuera delito. 11D
En los 12 primeros versos hallamos el uso de la esticomitia; es
decir, cada verso coincide con una forma sintáctica a modo
de proposición que, a su vez, hace referencia, todas ellas, a un
mismo objeto: la nariz o el narigudo. Anáfora y paralelismo
constituyen las dos figuras imperantes, además de la
metáfora, en un número de 9, y la hipérbole. Con ello se
pretende encarecer la grandeza del objeto.
Consta de 2 proposiciones en forma de
quiasmo, que anuncian la acumulación
de metáforas y el final del poema.
Referencia antijudía: sayón (“verdugo de
Cristo”), y escriba (“doctor de la ley judaica”).
Es una nariz tan enorme que hasta en la cara de Anás,
judío arquetípico, personaje conocido por la Pasión de
Cristo, hasta en esa cara que tendría derecho a una gran
nariz (como judío) sería un exceso tan grande que
constituiría delito.
He usado para el comentario el estudio que hace del soneto Ignacio Arellano Ayuso.
10. Narrativa
Durante el siglo XVII desaparecen paulatinamente algunos de
los géneros narrativos cultivados en la centuria anterior: la
novela de caballerías, pastoril o morisca deja de escribirse.
No sucede lo mismo con la novela picaresca, iniciada con El
Lazarillo de Tormes. La sociedad barroca (cruel, hipócrita y poco
amiga del trabajo) hace prevalecer el provecho propio que el
de la comunidad, lo que hace posible el éxito de un tipo de
personaje, el pícaro, cuya malicia e ingenio representan el
mejor modo que tienen los que no han sido bendecidos por la
Fortuna de lidiar con las adversidades que la vida va dejando
a su paso.
Cabe destacar dos títulos: Vida del pícaro Guzmán de Alfarache
(1599 y 1604), de Mateo Alemán; y La vida de el buscón llamado
don Pablos (1626), obra de Francisco de Quevedo.
11. Teatro
El teatro fue el espectáculo más popular, junto al
juego de cañas, durante el siglo XVII.
El lugar de representación variaba en función de las
características de la obra, o de la categoría de los
actores.
· Teatro religioso: se representaba en las plazas
frente a las iglesias.
· Teatro cortesano: abundaban los temas
mitológicos. Su representación se hacía en palacio y
sus jardines. Se usaban los efectos especiales.
· Teatro popular: sus temas estaban inspirados en la
literatura tradicional y en las costumbres sociales.
Se representaba en la calle y en ventas, pero sobre
todo en los corrales de comedias.
14. Rasgos de la comedia nacional:
División de la obra en tres actos, en vez de los cinco
del teatro clásico.
Mezcla de elementos trágicos y cómicos.
Ruptura de las unidades de tiempo (la acción se
desarrolla en varios días) y lugar (sucede en distintos
sitios).
Métrica adaptada a la situación, de modo que la
estrofa se ajusta a las circunstancias.
Los personajes se expresan según su condición
social (decoro).
Los personajes se dividen en nobles y plebeyos:
El noble: representa el abuso de poder.
El hidalgo y el villano: honrados.
La dama y el galán.
El gracioso.
El rey.
Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635)
Su fama se debe a sus obras de teatro, con las
que crea la llamada comedia nacional,
logrando satisfacer los gustos del pueblo. En
ellas reúne y mejora los componentes más
logrados del teatro anterior, defendiendo la
idea de que el fin principal del arte dramático
es deleitar al público y no tanto proporcionar
una enseñanza.
15. El perro del hortelano
Diana, la Condesa de Belflor, se siente atraída por
su secretario, Teodoro, pero no quiere ceder a sus
sentimientos amorosos porque éste pertenece a una
clase social inferior. Diana desdeña a Teodoro pero
no soporta que éste pueda tener relaciones con otra
mujer. Finalmente, convencerán a la joven de la
autenticidad de su amor.
Las obras de mayor éxito de Lope de Vega
fueron aquellas cuyos argumentos
abordaron las costumbres y los ambientes
de la época y plantearon conflictos
amorosos. También las que partían de
sucesos del pasado histórico o legendario,
y planteaban conflictos de honor y honra.
El caballero de Olmedo
Escenifica la historia de don Alonso, enamorado de
Inés, dama de Medina. El protagonista es
asesinado en el camino de Medina a Olmedo por
varios caballeros a las órdenes de don Rodrigo, al
que le mueven los celos.
Fuente Ovejuna
Los habitantes de Fuente Ovejuna se rebelan contra el
Comendador y le dan muerte. Cuando el juez somete a
tortura a los villanos para saber el nombre del asesino,
todos responden que fue Fuente Ovejuna quien lo mató.
El tema del amor y el conflicto entre nobleza y pueblo
son abordados en esta obra.
16. Pedro Calderón de la Barca (1600-1681)
Acabó de desarrollar el teatro tal como lo
concibió Lope de Vega definiendo los
caracteres humanos y profundizando en el
tratamiento de los argumentos, a los que
añade reflexión y profundidad. El suyo es un
teatro de ideas, que ahonda en las
preocupaciones morales y filosóficas de su
época.
Su estilo es elegante y cuidado, con rasgos
conceptistas y culteranos. Su público era
refinado, vinculado a la corte de Felipe IV.
Los autos sacramentales
Obras en las que quedan reflejados los
dilemas teológicos de la época. Se usa la
alegoría como medio retórico. Su obra más
importante es El gran teatro del mundo. En
ella, Dios, creador de un gran drama, que es
el mundo, salvará a los hombres, personajes
de ese drama, en función de la virtud con
que desempeñen su papel.
17. Los dramas
Los temas que abordan sus dramas tienen que
ver con el paso del tiempo, la naturaleza
engañosa de la realidad, el honor…
El alcalde de Zalamea
Trata el tema del honor. La hija de Pedro
Crespo, alcalde de Zalamea, representante
del villano honrado, ha sido violada por
Álvaro de Ataide, representante a su vez de
la nobleza soberbia y malvada. El noble se
niega a reparar el honor de la muchacha. El
alcalde ajusticia a don Álvaro con el
beneplácito del rey, con lo que la imagen de
la monarquía queda reforzada en la obra.
La vida es sueño
La obra contrasta el libre albedrío y la predestinación.
El rey de Polonia, Basilio, encarcela a su hijo
Segismundo. Un astrólogo le vaticina su derrocamiento
a manos de su hijo. El rey cree en los astros y pretende
evitar lo que cree inevitable. Tras un levantamiento
popular, Segismundo, que ha sido liberado y
proclamado rey, vence a su padre en batalla. En vez de
quitarle el poder, le perdona y se somete a él. De este
modo se demuestra que la voluntad humana es
superior a lo que señala el destino.