La última dictadura de Santa Anna como presidente vitalicio llevó a los federalistas a proclamar el Plan de Ayutla en 1854 para derrocarlo y restaurar el orden constitucional. Tras vender La Mesilla a Estados Unidos para mantenerse en el poder e imponer impuestos abusivos, Santa Anna huyó del país en 1855, dando paso a la Revolución de Ayutla liderada por Juan Álvarez e Ignacio Comonfort.