Los visigodos fueron una rama occidental del pueblo godo que se estableció en la península ibérica después de la caída del Imperio Romano. Integraron diversos pueblos y se convirtieron al cristianismo arriano en el siglo IV. A finales del siglo VII, luchas internas debilitaron al reino visigodo y facilitaron su conquista por los musulmanes después de la batalla de Guadalete en 711, poniendo fin al reino visigodo.