1. Ministerio de Salud
SSVSA - Hospital Carlos Van Buren
Programa Diabetes Infantil
EU. Denisse Vignolo S
Educadora en Diabetes
2. Las
Uñas nos facilitan la tarea de
Las uñas
coger cosas, abrir objetos y protegen
de agresiones externas al extremo de
los dedos.
Morderse las uñas puede provocar
hipertrofia de los tejidos adyacentes
y llevar a graves alteraciones en la
estética dental y bucal.
3. Definición
“Onicofagia” del griego:
“onyx” (uña) y “phagein” (comer)
“costumbre de comerse o roerse las
uñas con los dientes”
4. Los niños suelen ser
muy proclives a
comerse las uñas. Este
problema puede ser
adquirido desde el
vientre o por
imitación, al seguir el
ejemplo de algún
familiar o amigo.
5. ¿Por qué
aparece?
• Forma de reducir la ansiedad, una práctica que se convierte por
momentos en una distracción fácil y relajante.
• Hábito patológico, que influye negativamente en la estética de
las manos, la boca y los dientes.
• No se trata de una simple “maña”, sino de una manifestación
de ansiedad cuyo fin, es una agresión.
6. Epidemiología
Afecta al 45 por ciento de los menores.
Aparece alrededor de los 3 o 5 años.
Su frecuencia hasta los 10 o 12 años.
Las niñas se preocupan antes, entre los 13 y 15 años.
Según estadísticas, una de cada cuatro
personas continúa con esta mala
costumbre en la adultez (25%).
7. Características :
El borde libre desaparece y la uña
se sumerge en el lecho ungueal.
Su reiteración en el tiempo provoca
lesiones varias, como inflamación y
elevación de los bordes laterales o
incluso formaciones verrugosas
8. Causas que pueden llevar a
Onicofagia
• Causas psicológicas:
Estados obsesivos, compulsivos,
agresividad o como forma de
calmar momentos de nervios,
ansiedad , angustia etc..
El estrés, dificultades para
resolver problemas cotidianos
que sean social o escolar.
9. Causas psicosomáticas:
Cambios familiares, pérdida de un
ser querido, disputas domésticas,
rechazo a nuevos miembros en la
familia, malos tratos y
humillaciones, presión por los
estudios en el ambiente familiar o
escolar.
La timidez y la baja autoestima son
los rasgos más significativos que
llevan al sujeto a morderse las uñas.
10. Consecuencias :
Hemorragias subungueales y pérdida de tiras ungueales.
Las uñas mordidas y posteriormente ingeridas pueden
impactarse en la faringe y producir reacciones
inflamatorias.
En los casos severos se produce un deterioro de la placa
ungueal y la formación de cicatrices locales con distrofia.
Daño en el esmalte y dentadura.
11. Aspiración favoreciendo sobreinfecciones o diversas
complicaciones en el tejido pulmonar.
Los “padastros” pueden manifestarse en forma de
"paroniquia crónica“ con exacerbaciones infecciosas agudas.
Lo más habitual es que pasen al tubo digestivo y acaben
mezclándose con las heces al final del trayecto.
12. ¿Cómo ayudar?
• Con voluntad propia, es decir, sin ninguna ayuda externa. No
existe solo un tratamiento concreto para dejar de comerse o
morderse las uñas.
MUY IMPORTANTE:
Ante todo:
1º) Tomar conciencia e identificar las situaciones que ACTIVEN
el hábito de morderse las uñas.
Por ejemplo: acariciar, tocar, palpar, frotar o rascar las uñas, los
bordes de las uñas y de las cutículas antes de llevarlos a la boca.
13. 2º) Tomar conciencia e identificar las situaciones que PROVOCAN o
ESTIMULAN el hábito de morderse las uñas.
Por ejemplo: Al estudiar, momentos de exámenes, leer libros,
viendo la TV, frente al ordenador, discusiones y nerviosismo, etc.
3º) Tomar conciencia e identificar las situaciones en que se ha
EVITADO el hábito de morderse las uñas.
Por ejemplo: practicar actividades deportivas, charlas con amigos,
bailando, estar en sitios públicos, escuchar y admitir los reproches
de familiares o de amigos cuando te muerdes las uñas, cuando
estás masticando algo, etc.
14. 4º) Realizar constantes autocríticas de la
situación de las uñas.
Por ejemplo: “Tengo las uñas muy feas”, es una
vergüenza al verme mis dedos y mis uñas, cuando
las dejo crecer me dan ansias de comérmelas y
vuelvo a lo mismo, mis uñas me crecen horribles,
etc.
15. • Otros consejos para tener los dientes ocupados:
Mordisquear plantas comestibles
Para dominar los nervios y ansiedad "las Flores de Bach”
Golpear con la yema de los dedos suavemente una superficie
dura
Hobby o ejercicios de relajación
Los verdaderos culpables no
son las uñas, son los dientes.
La costumbre de morderse las uñas se convierte con el tiempo en un acto reflejo del que no se es consciente y por ello resulta más difícil dejarlo, sobre todo ante situaciones de estrés, nerviosismo, angustia, insatisfacción personal, etc., que intensifican la costumbre, generando así un círculo vicioso difícil de romper.
Este hábito patológico es considerado por la psicología, como una auto agresión causada por la ansiedad y capaz de aparecer desde muy corta edad.
Cualquiera de estos estados puede desencadenar inconscientemente y de una manera frenética un impulso de comerse las uñas.
Desaparecerá esta manía cuando se adquiere confianza y seguridad en el área familiar, escolar o laboral.