1. Tengo cáncer
Pero necesito seguir con mi
vida, ¿Cómo hago?
A continuación se mostraran testimonios
de mujeres que sobrevivieron a algún tipo
de cáncer ginecológico, y algunos consejos
sobre cómo llevarlo en el día a día,
¡no bajes los brazos!
2. ¿Tengo que cambiar todos mis hábitos
si padezco de cáncer?
Una no puede cambiar el hecho de que tiene o ha tenido
cáncer. Lo que sí puede cambiar es la manera en la que va a
vivir el resto de tu vida al tomar decisiones que te ayuden a
mantenerte sana y a sentirte tan bien como te sea posible.
Éste puede ser el momento de revaluar varios aspectos de
tu vida. Tal vez estés pensando de qué manera puede
mejorar tu salud a largo plazo. Algunas personas incluso
comienzan durante el tratamiento.
3. Pequeños cambios con grandes
resultados…
Para mejorar tu calidad de vida, podes:
• Tomar decisiones más saludables: Comiendo alimentos sanos y
haciendo ejercicio, dejando las bebidas alcohólicas y el tabaco.
Bajar el nivel de estrés puede contribuir mucho a tu bienestar.
• Alimentarte mejor: El haber padecido o padecer cáncer puede
hacer que sientas varios alimentos un tanto insípidos, pierdas
apetito o tengas nauseas. El comer porciones pequeñas cada 2 o 3
horas puede ser una buena opción.
• Descansar y hacer ejercicio: El tratamiento puede traer mucho
cansancio, igualmente hay especialistas que te pueden ayudar a
hacer ejercicios beneficiosos para tu cuerpo.
4. ¡El ejercicio trae muchos
beneficios!
• Mejora tu condición cardiovascular (corazón
y circulación).
• Fortalece tus músculos.
• Reduce el cansancio.
• Reduce la ansiedad y la depresión.
• En general, te hace sentir más feliz.
• Te ayuda a sentirte mejor con vos misma.
6. Debra “Debbie” E.
Sobreviviente de cáncer de ovario
Edad: 59 (57 al recibir el diagnóstico)
Tengo una hermosa familia: dos hijos, tres hijastras, cuatro nietos y un
marido muy comprensivo. Siempre he llevado una vida activa, disfruto
de las actividades deportivas y al aire libre y podría decir que soy adicta
al trabajo.
Me sentí asombrada y desconsolada al enterarme de que tenía cáncer y
que necesitaría tratamientos. Pero unas tres semanas después de
enterarme, comencé con una tanda de quimioterapia de seis
sesiones, una cada tres semanas. No podía dejar de pensar: "¿Qué fue
de la vida que disfrutaba hace solo tres semanas?"
Después de unos altibajos emocionales que duraron alrededor de un
año tras mi cirugía, ahora siento que vuelvo a ser la misma. He
terminado por aceptar que hay cosas en la vida que puedo controlar y
otras no. Por todo lo que pasé, quiero recomendar a las mujeres a que
escuchen a su cuerpo. No supongan que todo es parte de "etapa de la
vida" –como la menopausia–, y si tienen síntomas preocupantes, no los
ignoren.
7. Eileen A.
Sobreviviente de cáncer útero y de
cuello uterino
Edad: 67 (64 al recibir el diagnóstico)
Tengo tres hijos, seis nietos y siete bisnietos. ¡Me mantienen ocupadísima!
También tomo clases de gimnasia en un hospital local, como clases de "pasos
saludables", malabares con bastón y danza del vientre. En agosto del
2007, comencé a tener un sangrado abundante y acudí a un centro de salud
cercano. Los médicos encontraron algo sospechoso en mi útero. Me remitieron a
un ginecólogo para que me hiciera una biopsia, la cual reveló que tenía cáncer.
Luego me remitieron a un ginecólogo oncólogo y al hacerme una biopsia adicional
en el cuello uterino, descubrió también células cancerosas.
Me hicieron radioterapia y quimioterapia. Tuve la suerte de no sufrir efectos
secundarios por el tratamiento. Después de la radiación y la quimio, me hicieron
una histerectomía completa y me sacaron los ovarios. Ahora no tengo cáncer.
Hoy en día, me siento muy bien. Espero que las demás mujeres no se nieguen que
es posible tener un riesgo de cáncer. Mi familia tiene un historial de cáncer de
útero y de cuello uterino, pero yo solo me hice chequeos cuando aparecieron los
síntomas. Así que si en su familia hay antecedentes, dígaselo a su médico y
pregúntele si necesita hacerse pruebas especiales para detectar problemas a
tiempo.
8. Geraldine P.
Sobreviviente de cáncer de cuello
uterino
Edad: 63 (62 al recibir el diagnóstico)
He sido peluquera durante más de 35 años. Me encanta leer y escuchar
música y tengo una hija. Trabajaba como estilista independiente cuando
me enteré que tenía cáncer de cuello uterino. Nunca pensé que tendría
cáncer, pero en el 2009, recibí el diagnóstico. Entré en asombro pero no
en pánico. No lloré. Recuerdo que tuve una sensación que solo puedo
describir como estar afuera de mi cuerpo y que nunca olvidaré. A las
pocas semanas del diagnóstico comencé con el tratamiento con radio y
quimioterapia. Las pruebas de seguimiento indican que ya no tengo
cáncer y mi futuro ¡es prometedor! Incluso he vuelto a trabajar medio
tiempo y me encanta estar activa.
A ustedes, las mujeres, les quiero recalcar lo importante que es estar
pendientes de lo que ocurre con su salud que no parezca normal. Y
háganse habitualmente las pruebas de Papanicoláu. En verdad esto
puede salvar su vida.
9. Tamika F.
Sobreviviente de cáncer de cuello
uterino
Edad: 35 (25 al recibir el diagnóstico)
Cuando tenía 25 años, vivía en Washington, DC, donde trabajaba como productora de
televisión, y amaba la vida que llevaba. Me sentía súper bien y saludable, por lo que
dejé pasar unos cuántos años mis pruebas de Papanicoláu. Pensé que podrían esperar.
Cuando finalmente me hice un chequeo, recibí el susto de mi vida. Tenía cáncer de
cuello uterino. Quedé devastada y me pregunté cómo era posible: era demasiado
joven y fuerte para que me pasara eso.
Mi médico me recomendó una histerectomía radical, lo cual significaría que no podría
tener hijos, algo que siempre había anhelado. Finalmente lo hice, y también recibí
quimio y radioterapia.
Estaba deprimida, pero con el apoyo de mi familia y amigos, terminé el tratamiento.
¡Ya no tengo cáncer y disfruto de la vida! Aprendí lo importante que es hacerse
pruebas habituales de Papanicoláu. Si no me hubiera hecho esa prueba, con la que
me diagnosticaron el cáncer, a lo mejor no estaría aquí hoy. Soy la prueba viviente de
que las pruebas de detección pueden encontrar cáncer de cuello uterino en sus
etapas iniciales, cuando el tratamiento es más eficaz.
10. En conclusión…
Ya sea de tipo ginecológico o del
que sea, tener cáncer no significa
el fin de mundo. Luchando y
teniendo fe se puede superar, y
estas mujeres son claros ejemplos
de eso. Es importante que si sos
mujer escuches sus consejos para
prevenir, o aprendas de ellas para
llevarlo de la mejor forma posible.
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