2. LOCALIZACIÓN.
Se desarrolló en la
parte oriental del
Imperio romano,
en Rávena (Italia)
, principalmente
en Kiev (Rusia) y
en otros estados
eslavos.
El Imperio
Bizantino fue en la
época de
Justiniano (siglo
VI).
3. CONTEXTO HISTÓRICO
Tras la división del antiguo Imperio romano, se
creó en oriente el Imperio Romano de Oriente,
posteriormente llamado Bizantino.
Tuvo su origen tras la fundación de la ciudad
de Constantinopla en el 324.
En esta ciudad confluyeron los valores
artísticos de la cultura griega y la cultura oriental,
de las creencias cristianas y siendo la única
heredera de la dignidad imperial romana.
4. EVOLUCIÓN ARTÍSTICA
1. Siglo de Oro (Siglo VI). Reinado del
emperador Justiniano.
Santa Sofía de Constantinopla y San Vital en
Rávena.
2. Periodo iconoclasta (Siglo VIII). Prohibición
de imágenes religiosas
3. Periodo post-iconoclasta (Siglo IX- XV).
Cisma de Oriente y expansión del arte
Bizantino fuera de las fronteras del imperio.
San Marcos de Venecia y San Basilio en
Moscú.
5. ARQUITECTURA
MATERIALES: piedra y ladrillo. Mosaicos cubriendo los muros.
ELEMENTOS SUSTENTANTES: muros y columnas con capiteles cúbicos.
ELEMENTOS SUSTENTADOS:
- Arquerías de medio punto
- Empleo sistemático de la cúpula sobre pechinas.
- Bóvedas de cañón y de aristas.
DECORACIÓN: placas de mármol de colores, mosaicos y pinturas sobre
fondo de oro. El lujo ornamental oriental se
apodera de todos los ámbitos de los edificios.
Se crean grandes espacios unificados y centralizados bajo las enormes cúpulas.
Todo simboliza la grandeza del emperador.
6. Basilical
De cruz
griega
Poligonal
SAN MARCOS
DE VENECIA
SAN VITAL DE RÁVENA
SANTA
SOFÍA
Al principio se utiliza
la planta basilical
derivada de la
paleocristiana. Pero
pronto se impone la
utilización de plantas
de plan central.
SAN APOLINAR
7. IGLESIA DE LA CRUZ GRIEGA
En la iglesia de los Santos Apóstoles de
Salónica, del siglo VI, sobre una planta cruciforme
se hallaban dispuestas cinco cúpulas, siendo la
central de las mismas la emplazada a mayor altura.
Ninguna otra iglesia construida tras el siglo VI
podrá competir en grandiosidad con esta obra de
Justiniano I, y las plantas de las iglesias tenderán a
asimilarse a un tipo único. Un área central cubierta
por la cúpula quedaba inscrita en un cuadrado de un
tamaño sensiblemente mayor: el espacio en cada
uno de los laterales identificaba claramente una
nave y un transepto. A veces el espacio central era
cuadrado, aunque en ocasiones era octagonal, o al
menos eran ocho las pilastras que sostenían la
cúpula en vez de tan sólo cuatro, con nave y
transepto de un tamaño proporcionalmente menor.
SAN MARCOS DE VENECIA
8. Uso de cúpulas sobre pechinas o trompas
Consistió en cubrir mediante una cúpula
semiesférica (o de media naranja) un
espacio de planta
cuadrada, consiguiendo así la
posibilidad de articular una sucesión de
crujías cubiertas con cúpulas. Para ello
se intercalan entre los apoyos y la
cubierta cuatro triángulos curvos
llamados pechinas; estas pechinas parten
de los vértices de cuadrado y se unen en
la parte superior formando un anillo
sobre el que descansa la
cúpula, facilitando el paso de la planta
cuadrada a la circular de la cúpula.
Geométricamente, las pechinas, se
pueden definir como fragmentos
triangulares de una esfera de diámetro
igual a la diagonal del cuadrado de la
9. Es un hueco de planta
semicircular abierto
en un muro para
colocar en él una urna
o estatua. Se coloca
orientada tanto al
exterior como al
interior de los edificios
y cumple una función
principalmente
ornamental.
HORNACINA
10. SANTA SOFÍA DE CONSTANTINOPLA
Es el ejemplo más grandioso y paradigmático de la
arquitectura bizantina cuyo nombre significa «Santa
Sabiduría». Fue mandada edificar por el emperador
Justiniano.
Desde la fecha de su dedicación en el año 360 y hasta 1453
sirvió como la catedral patriarcal de
Constantinopla, excepto en el paréntesis entre 1204 y 1261
en que fue reconvertida en catedral católica durante el
patriarcado latino de Constantinopla del Imperio
latino, establecido por los cruzados. Tras la invasión
otomana el edificio fue transformado en
mezquita, manteniendo esta función desde el 29 de mayo
de 1453 hasta 1931, fecha en que fue secularizado. El 1 de
febrero de 1935 fue inaugurado como museo.
16. El interior del templo
es
enorme, amplio, desp
ejado y unificado.
Las paredes de
ladrillo se hallaban
recubiertas al interior
con dorados y
majestuosos
mosaicos que reciben
el impacto de la luz y
producen un efecto y
un ambiente
sobrenatural. Hoy
han desaparecidos
casi todos bajo las
epigrafías islámicas.
19. Se dice que el
mosaico es el arte de
crear
pinturas, incrustando
en cualquier tipo de
material adherente
como el
cemento, mortero, etc
. fragmentos de
piedra, vidrio, cerámi
ca o cualquier otro
material de similares
características.
Mosaico del ábside de
San Apolinar In Classe
PINTURA: mosaico mural
30. Los bizantinos designaban con la
palabra icono a toda representación
de Cristo, la Virgen, un santo o un
acontecimiento de la historia
Sagrada. Podía ser pintada o
esculpida, móvil o monumental.
La Iglesia ortodoxa moderna aplica con
preferencia este término a las pinturas
de caballete, y es el sentido que se le
da hoy tanto en la arqueología como en
la historia del arte.
El icono bizantino es, por tanto, una
pintura sacra sobre una estructura
portátil, de madera o
metal, cualquiera que sea la técnica
de la pintura: colores colocados sobre
una preparación de enyesado, cubos de
mosaicos, esmaltes,...
El icono bizantino
31. •Temas (iconografía)
•Cristo en Majestad (Pantocrátor)
•Cristo crucificado
•Virgen como madre de Dios. Theótokos
•Características:
•Simbolismo
•Antinaturalismo
•Idealización expresiva
•Rigidez
•Hieratismo
•Esquematización
•Elegancia y refinamiento
•Lujo en los materiales
Características:
32. Pronto circularon retratos de la Virgen
y de Cristo, considerados por la
tradición como auténticos y atribuidos a
san Lucas. Ya en el siglo VI, los iconos
pasaron a convertirse en objetos de
culto, como las reliquias a las que
aparecían asociados. Adquirieron un
valor místico.
Se rezaba ante ellos y se les utilizaba
como objetos profilácticos. Por eso, el
emperador Heraclio puso imágenes de
la Virgen en los mástiles de sus barcos.
Este culto idolátrico llegaría al
paroxismo en el ambiente catastrófico
del siglo VII, en el momento en el que el
enemigo -eslavos, árabes- pone cerco a
la propia Constantinopla y reduce el
Imperio a la mitad.