El autor escribe una carta a los ciudadanos de Manta, Ecuador para invitarlos a una marcha por la paz y la vida en respuesta al asesinato del presidente de la Junta Cívica de Manabí, Lenin Chiriboga Delgado. El autor describe cómo la ciudad de Manta ha sido tomada por la delincuencia y la violencia, poniendo en riesgo los valores de la comunidad. La marcha es una oportunidad para que los ciudadanos se unan en defensa de la ciudad y la vida.
1. Carta a los mantenses
“El Municipio nos ha convocado a una marcha por la Paz y la Vida1. El Alcalde ha
tomado el liderazgo. No lo dejemos solos. Martes 17 de junio, 15:00, en el Sindicato de
Choferes. No es sólo por Lenin, es por Manta, por tu familia, padres, hijos, amigos y
amores, por tu ciudad.”
“Carta a los mantenses”, es un Dialogo con Joselías, desde Manta, Manabí, Ecuador -
joselias@gmail.com
Los mantenses seguiremos enterrando nuestros muertos
Hola mantenses. ¿Podrán estimar cuánto dolor causa una muerte violenta? Les escribo
con respeto y consideración. Es posible que discrepen conmigo. Benito Barcia, un
maestrante de periodismo, me impele que también le escriba a los que no son y/o no
sienten a Manta. De acuerdo. De todos apreciaré sus comentarios.
La ciudad
Comienzo recordando que a los mantenses nos ha costado crear la ciudad, llenarla de
valores y oportunidades, ofrecerla a manos abiertas y sin egoísmos a la sociedad
mundial que llega de todas las latitudes para crear nuevas oportunidades, rehacer sus
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GAD Municipio de Manta (2012) “Resolución: “Rechazar el acto criminal… Solicitar al Gobierno
Nacional… Convocar a movilización general Marcha por “La paz y la vida”… Diario El Mercurio, edición
del viernes 13 de abril de 2012, Pág. 21 A.
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2. vidas, encontrar descansos, construir familias y morir plácidamente en una sinfonía de
sollozos y recuerdos.
Pero hoy, nuestro volar sin alas de odio y nuestro ascenso sin peldaños de sangre, se
quiere detener porque algunas personas, llegados a la bartola, pretenden destruir la
ciudad; llegan sin sentimientos ni compromisos, llegan a robar, destruir y matar; llegan
empujando, imponiendo, gritando, destruyendo hasta los parterres de nuestras avenidas;
llegan para hacer de los barrios sus guaridas, para robar vehículos, extorsionar, plagiar,
cobrar tasas de protección y pagar autoridades; llegan choferes de taxis que operan con
los asaltantes.
El desprecio
La ciudad tiene ahora otros valores. Se desprecia la vida y se mata por encargo,
entonces se abren escuelas de sicariato para adolescentes y jóvenes. Se abren esquinas y
recodos para el micro tráfico y la trata de mujeres; se paga con la vida el
incumplimiento y los deslices. Se organiza el narcotráfico como un nuevo “Estado” del
siglo XXI que pretende ser más poderoso que el Estado político creado a raíz de la
Revolución Francesa.
La muerte del Presidente de la Junta Cívica de Manabí, Lenin Chiriboga Delgado, nos
conduce a nuevas reflexiones. Los paradigmas policiales han sido superados. Ellos
concluyen que las muertes violentas que ocurren en Ecuador y, particularmente en
Manta, son productos de ajustes de cuentas, venganzas, cobro de deudas personales,
rivalidades entre bandas, control de territorios, etc. Hay otros motivos, inconfesables y/o
desconocidos.
Manabí ya no es de los manabitas ni Manta de los mantenses. Hay otros “señores” que
ejercen dominio y propiedad; no quieren oposición ni opositores; ni control, ni “mal de
ojo”, ni discrimen; quieren poder y ejercen seducción. Ya tienen el dinero para hacerlo,
apoderarse de las instituciones o disponer muertes. La cultura del desprecio.
El proceso
Pareciera parte de un tenebroso proceso sobre el que ensayo algunos indicadores: a) Se
desarma al pueblo ecuatoriano. b) Se abren las fronteras por donde ingresan “locos” de
Colombia, Perú, Bolivia, Méjico, Rusia y de otros países donde ese imperio ha captado
incluso el poder político. c) Se promueve la cultura de la sumisión frente al asalto:
“déjese robar, no mire al delincuente, entregue todo, su vida es más valiosa”, cultura
que difunden policías, políticos, centros escolares, familia y medios de comunicación.
d) Sistema judicial contemplativo y dócil que aplica las garantías constitucionales a los
victimarios, desestimando el derecho de las víctimas e incumpliendo la investigación de
oficio. e) Policía desbordada por una realidad diferente a sus premisas de control e
investigación. f) Temor generalizado en la población que la ha incapacitado para
cualquier reacción inteligente.
Con este entorno, asaltar es fácil, las víctimas no pueden defenderse, agachan la cabeza,
entregan todo, la policía llega tarde y si captura, los jueces los sueltan porque los
fiscales no presentan evidencias ni levantan cargos. Es fácil asesinar. Las victimas no
tienen armas para repeler el ataque.
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3. La muerte
La muerte del líder cívico mantense levanta una polvareda. Todo el aparataje policial,
servicio de inteligencia, poder político, choferes, representantes institucionales, todos,
nos rasgamos las vestiduras frente al dolor que produce este hecho que desprecia la vida
del varón, de la mujer, del niño.
Se comprometen resultados, publican acuerdos, resoluciones, banderas a media asta; se
discursea, protesta, exige; se comenta de todo y de todos, se acusa entre bastidores, se
declara y difunden noticias de todo tipo, pero, en El Carmen, el asesinato del Presidente
del Club de Abogados, en el portal de su vivienda, llega al año sin que se cumpla la
promesa de investigar, apresar y sentenciar a sus victimarios2.
Dolor social
La muerte de Lenin Chiriboga ha causado dolor social. Manta pierde un valor cívico.
Quedan pocos mantenses que, recordando a sus mayores, actúen como ellos. Los
Chiriboga Delgado son dignos hijos de Laercio, ese héroe silencioso de las obras
portuarias, de las obras de infraestructura, del agua, la luz eléctrica, los escenarios
deportivos, la paz colectiva, la ciudad universitaria, de la dignidad y respetabilidad del
chofer. Lenin era eso, heredero del amor místico por su pueblo, que ejerció su liderazgo
y emprendimientos en el puerto, en el Sistema Eléctrico de Manabí, Consejo Provincial,
Concejo Cantonal, Junta Cívica de Manta y Manabí, en su glorioso Sindicato de
Choferes que lo transforma en una institución de respetabilidad y crea una Escuela de
Choferes.
Se va, lamentando la pérdida del puerto de transferencia, sin ver el puerto de aguas
profundas tan ofertado, ni manejar su tráiler nuevo que, tres días antes, le había llegado
con el programa “Renova”; sin llevar la carga por la vía intermodal por la que tanto
luchó. No pudo ver la Refinería de la que fue celoso y vehemente defensor ni comentar
que ya no estará en Manta sino en Montecristi.
Los mantenses estuvimos allí, en su sepelio, lo acompañamos por esas calles, antes
polvorientas, por donde caminaba, corría y jugaba. Se grita su nombre, se aplaude y se
comenta. Los choferes hacen sonar las bocinas de sus vehículos en esas calles de honor
de estudiantes de pueblo confundidos con el dolor social de una ciudad que no alcanza a
comprender lo que esta sucediendo. Ese sonido prolongado de bocinas, al dirigente del
volante que me acompaña, le recordó otros sepelios donde se disparan ráfagas de balas
en señal de despedida; esa es la diferencia, dice, para unos el trabajo creador, para otros
la violencia.
La vida.
El Municipio nos ha convocado a una marcha cívica, “La paz y la vida”. El Alcalde ha
tomado el liderazgo. No lo dejemos solos. Martes 17 de junio, 15:00, en el Sindicato de
Choferes. Esta es una carta a los mantenses. Sal con tu familia. Es tu ciudad, la de tus
padres e hijos. La ciudad de tus amores, trabajo, inversiones y amigos. Es la ciudad de
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El Diario, edición del sábado 14 de julio de 2012, Pág, 28 A.
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4. tu sepelio en el que se hablará de tu participación en esta marcha. Al anterior Alcalde, le
asesinaron a un hermano.
Por “La paz y la vida”. No nos engañemos. Es una marcha contra la delincuencia, una
marcha contra el desprecio de la vida. Los mantenses seguiremos enterrando a nuestros
muertos. No es sólo una marcha de los buenos. Es una marcha de los buenos y de los
malos que amamos a Manta. Hace seis años, Carlos Cedeño convocó también a una
marcha blanca.
La reafirmación
Unos cuantos miserables no pueden destruir nuestra cultura de generosidad, gentileza y
brazos abiertos para recibir a quienes quieren vivir y producir. Por Manta, la ciudad
oceánica donde todos los sueños son posibles, la ciudad que en 2022 cumplirá 100 años
de cantonización y a la que queremos ver enorme, llena de vida y creatividad,
convertida en la ciudad de América.
SÁNCHEZ RAMOS Joselías
Docente universitario, escritor y periodista
Manta, 16 de julio de 2012
http://joselias3.blogspot.com
@joselias1
Pie de foto:
F1. Los mantenses seguiremos enterrando a nuestros muertos.
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