1. LA TEMPERATURA
La temperatura es una magnitud referida a las nociones comunes de caliente, tibio, frío que puede
ser medida, específicamente, con un termómetro. En física, se define como una magnitud escalar
relacionada con la energía interna de un sistema termodinámico, definida por el principio cero de la
termodinámica. Más específicamente, está relacionada directamente con la parte de la energía
interna conocida como "energía cinética", que es la energía asociada a los movimientos de las
partículas del sistema, sea en un sentido trasnacional, rotacional, o en forma de vibraciones. A
medida de que sea mayor la energía cinética de un sistema, se observa que éste se encuentra más
"caliente"; es decir, que su temperatura es mayor.
En el caso de un sólido, los movimientos en cuestión resultan ser las vibraciones de las partículas en
sus sitios dentro del sólido. En el caso de un gas ideal monoatómico se trata de los movimientos
trasnacionales de sus partículas (para los gases multiatómicos los movimientos rotacional y
vibraciones deben tomarse en cuenta también).
Dicho lo anterior, se puede definir la temperatura como la cuantificación de la actividad molecular
de la materia.
El desarrollo de técnicas para la medición de la temperatura ha pasado por un largo proceso
histórico, ya que es necesario darle un valor numérico a una idea intuitiva como es lo frío o lo
caliente.
Multitud de propiedades fisicoquímicas de los materiales o las sustancias varían en función de la
temperatura a la que se encuentren, como por ejemplo su estado (sólido, líquido, gaseoso, plasma),
su volumen, la solubilidad, la presión de vapor, su color o la conductividad eléctrica. Así mismo es
uno de los factores que influyen en la velocidad a la que tienen lugar las reacciones químicas.
2. EL PULSO
En medicina, el pulso de una persona es la pulsación provocada por la expansión de sus arterias
como consecuencia de la circulación de sangre bombeada por el corazón. Se obtiene por lo
general en partes del cuerpo donde las arterias se encuentran más próximas a la piel, como en las
muñecas o el cuello.
Pulso radial, situado en el lado de la muñeca más cercano al pulgar (arteria radial).
Pulso ulnar, en el lado de la muñeca más cercano al meñique (arteria ulnar).
Pulso carótido, en el cuello (arteria carótida). La carótida debe palparse suavemente, ya que
estimula sus baroreceptores con una palpación vigorosa puede provocar bradicardia severa o
incluso detener el corazón en algunas personas sensibles. Además, las dos arterias carótidas de
una persona no deben palparse simultáneamente, para evitar el riesgo de síncope o isquemia
cerebral.
Pulso braquial, entre el bíceps y el tríceps, en el lado medial de la cavidad del codo, usado
frecuentemente en lugar del pulso carótido en infantes (arteria braquial).
Pulso femoral, en el muslo (arteria femoral).
Pulso poplíteo, bajo la rodilla en la fosa poplítea.
Pulso dorsal del pie, en el empeine del pie (arteria dorsal del pie).
Pulso tibial posterior, detrás del tobillo bajo el maléolo medial (arteria tibial posterior).
Pulso temporal, situado sobre la sien directamente frente a la oreja (arteria temporal).
Pulso facial, situado en el borde inferior de la porción ascendente del maxilar inferior o
mandíbula. (arteria facial).
3. LOS HUESOS
El hueso es un órgano firme, duro y resistente que forma parte del endoesqueleto de los
vertebrados. Está compuesto por tejidos duros y blandos. El principal tejido duro es el tejido óseo,
un tipo especializado de tejido conectivo constituido por células (osteocitos) y componentes
extracelulares calcificados. Hay 206 huesos en el cuerpo humano. Los huesos poseen una cubierta
superficial de tejido conectivo fibroso llamado periostio y en sus superficies articulares están
cubiertos por tejido conectivo cartilaginoso. Los componentes blandos incluyen a los tejidos
conectivos mieloide tejido hematopoyético y adiposo (grasa) la médula ósea. El hueso también
cuenta con vasos y nervios que, respectivamente irrigan e inervan su estructura.
Los huesos poseen formas muy variadas y cumplen varias funciones. Con una estructura interna
compleja pero muy funcional que determina su morfología, los huesos son livianos aunque muy
resistentes y duros.
El conjunto total y organizado de las piezas óseas (huesos) conforma el esqueleto o sistema
esquelético. Cada pieza cumple una función en particular y de conjunto en relación con las piezas
próximas a las que está articulada.
Los huesos en el ser humano, son órganos tan vitales como los músculos o el cerebro, y con una
amplia capacidad de regeneración y reconstitución. Sin embargo, vulgarmente se tiene una visión
del hueso como una estructura inerte, puesto que lo que generalmente queda a la vista son las
piezas óseas —secas y libres de materia orgánica— de los esqueletos luego de la descomposición
de los cadáveres.
4. GOLPES EN LOS DIENTES
Los accidentes, como tales, no se pueden prevenir, lamentablemente. Porque si pudiese volver el
tiempo atrás para impedir que mi niña se hubiese dado aquel golpe en el diente lo haría.
Quiero advertirles para que no les suceda como a mí, que por no ver síntomas en su momento y no
llevarla a tiempo, ahora la situación es más complicada.
Ha sucedido hará cosa de un mes. Jugando, mi niña que va a cumplir tres años en un par de meses,
se ha caído al suelo y se ha golpeado una paleta. Le salió mucha sangre y por su llanto me pude
dar cuenta que le dolió bastante. Comprobé que el diente no se moviera, limpié bien su boca y
pasó.
Pero hace una semana he notado que su diente se ha vuelto gris, enseguida me acordé del golpe y
me arrepentí de no haberla llevado al dentista antes.
Cuando la llevé, el odontólogo me dijo que no había nada que se pudiera hacer y que si el golpe
afectó de alguna manera a su diente permanente, el daño ya estaba hecho y no hay solución.
Ante tan absurdo diagnóstico sin siquiera hacerle una radiografía, consulté con otro especialista,
quien me dijo que el diente ha cambiado de color por presentar una necrosis del nervio.
No pretendo dar una clase de odontopediatría, pero por lo que me ha explicado quiere decir que el
nervio del diente se ha muerto con el golpe y hay que quitar el nervio (hacer una pulpectomía)
para evitar una posible infección que pudieran afectar al diente permanente.
Aunque el diente golpeado es de leche y en tres o cuatro años se caerá, la complicación no es que
tenga unos años un diente negro (que también), sino que esa necrosis puede afectar el color o la
forma de la pieza definitiva que está “esperando” en la encía. Y ya condenar a un diente que es
para toda la vida a un tratamiento más complicado sería insensato.
5. LUXACIONES GOLPES
Una luxación o dislocación es toda lesión capsulo-ligamentosa con pérdida
permanente del contacto de las superficies articulares, que puede ser total
(luxación) o parcial (subluxación). En semiología clínica, el término se conoce
como abartrosis o a articulación.
En medicina, una dislocación es una separación de dos huesos en el lugar donde
se encuentran en la articulación. Un hueso dislocado es un hueso que ya no está
en su posición normal. Una dislocación también puede causar daño a ligamentos
y nervios.
Una luxación es la separación permanente de las dos partes de una
articulación, es decir, se produce cuando se aplica una fuerza extrema sobre un
ligamento, produciendo la separación de los extremos de dos huesos
conectados.
Es posible que sea difícil diferenciar entre un hueso dislocado y un hueso
fracturado (a menudo se habla de luxofractura). Ambos se consideran
situaciones de emergencia y los primeros auxilios para tratarlos son los mismos.
La recuperación de lesiones en los ligamentos circundantes de una articulación
dislocada toma generalmente entre 3 y 6 semanas.
Las dislocaciones generalmente son causadas por un impacto súbito a la
articulación y con frecuencia se presentan después de un golpe, una caída u otro
trauma
6. ENFERMEDADES DE LOS HUESOS
Los huesos lo ayudan a moverse y le dan forma y apoyo a su cuerpo. Están
constituidos por tejidos vivos que se regeneran constantemente durante el
transcurso de la vida. Durante la infancia y la adolescencia, el cuerpo agrega
huesos nuevos más rápido de lo que elimina los huesos anteriores. Después de
los 20 años de edad, puede perder huesos más rápido de lo que los produce. Para
tener huesos fuertes cuando se es joven y prevenir la pérdida ósea en edades
avanzadas, es necesario consumir suficiente calcio y vitamina D, así como
ejercitarse.
Existen muchos tipos de problemas óseos:
La baja densidad ósea y la osteoporosis debilitan los huesos y aumentan las
probabilidades de fracturas.
La osteogénesis imperfecta hace que sus huesos sean frágiles y quebradizos .
La enfermedad de Paget en el hueso los debilita.
Las enfermedades óseas pueden hacer que los huesos se rompan fácilmente
Los huesos también pueden desarrollar cáncer e infecciones.
Otras enfermedades de los huesos son producidas por una mala nutrición,
factores genéticos o problemas con la velocidad de crecimiento o regeneración
ósea.