Fraternidad Arenas de San Pedro. Boletín Febrero 2013
Hermano lobo marzo
1. 1.- Sábado día 15, a las 5 de la tarde: ASAMBLEA EN EL SALÓN PARROQUIAL.
- Saludo. Acogida. Oración.
- Lectura del acta anterior.
- Informaciones.
- Tema franciscano: Título V: El Congreso nacional, y Título VI: Patrimonio
y Economía, Págs. 122 al 129.
- Lectura y puesta en común del Ev. Mateo, 17, 1-9.
- 1ª Lectura, Génesis 12, 1-4a.
- 2ª Lectura, Timoteo 1,8b-10.
2.- Viernes día 21, a las 6 de la tarde encuentro de formación
en el Salón Parroquial.
El tema para preparar en casa se entregara a su tiempo.
3.- Miércoles 26, a las 6.30 de la tarde, rezo de Vísperas en la Residencia.
Día 19 de marzo, San José (Solemnidad)
Patrón de Iglesia Universal, de los seminarios y los
moribundos. Pidamos especialmente en este día por la
Iglesia y las vacaciones sacerdotales.
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Horarios del Vía Crucis para la Cuaresma.
Camino del Santuario: 4,30 de la tarde.
En la Parroquia: 7 de la tarde.
11,30 en la Residencia de San Pedro.
(Antes de la Eucaristía)
Marzo /2014 /nº 197
LA CUARESMA
CAMINO FRANCISCANO HACIA LA PASCUA
La Cuaresma, que acabamos de empezar, tiene sentido
cuando se la llena de contenido, no solamente cuando se
la celebra porque el calendario litúrgico nos dice que es
Cuaresma. Una espiritualidad, la cristiana, la franciscana,
vale si se la recrea, si se la hace vida de nuestra vida.
Lo más importante de la penitencia, no hay que olvidarlo,
es crecer en el amor y en el seguimiento de Jesús. El franciscano/a noes tanto
un penitente, cuanto un seguidor, si bien el camino del seguimiento sólo es
posible desde una constante conversión. Que en la Cuaresma deeste año crezca
nuestro deseo de seguir a Jesús.
Francisco nos enseña que el silencio, la sencillez y la austeridad de vida se
orientan hacia la contemplación, hacia la profundización en los contenidos de
nuestra fe, para adentrarnos más y más en la realidad hermosa de Jesús, que
nos salva con la entrega de su vida en la cruz.
La Cuaresma franciscana ha de ser una cuaresma solidaria. No es tanto la
Cuaresma del que no come, cuanto la Cuaresma del que comparte. Vivir
sencillamente, con austeridad, para que otros puedan sencillamente vivir.
El ayuno cuaresmal ha de llevar a crear comunidad, a hacer más fuertes
nuestros lazos creyentes y humanos; y eso se logrará, si “ayunan” nuestros
egoísmos e intereses personales. El ayuno franciscano no es una
práctica ascética individual, sino una escuela de fe y de solidaridad
comunitaria, fraterna.
Animémonos a vivir una Cuaresma con
espiritualidad franciscana. Nos
ayudará
a conocer mejor a Jesús, para seguirlo con
mayor fidelidad.
(Estas ideas son un extracto de unos folios
ACTIVIDADES EN EL MES DE
MARZO
2. de la ESEF)
Selección de textos
Hermana Carmencita
EL SERVCIO, ALMA DE LA FRATERNIDAD
Al no ser posible acoger en las páginas del HERMANO LOBO todo el mensaje
del Papa Francisco para la Jornada de la Paz, sí copiamos algunos párrafos de
la conclusión, que vienen a ser como la síntesis del mensaje, y que, por
añadidura pertenecen al corazón de nuestro proyecto franciscano de vida.
“Cristo ha venido al mundo para traernos la gracia divina, es decir, la
posibilidad de participar en su vida. Esto conlleva un entramado de
relaciones fraternas, basadas en la reciprocidad, en el perdón, en el don total
de sí, según la amplitud y profundidad del amor de Dios, ofrecido a la
humanidad por Aquel que, crucificado y resucitado, atrae a todos hacia sí:
*Les doy un mandamiento nuevo: que se amen unos a otros; como yo les he
amado, ámense también ustedes. La señal por la que reconocerán que son
discípulos míos será que se aman unos a otros* (Jn.13, 34-35).Esta es la buena
noticia que reclama de cada uno de nosotros un paso adelante, un ejercicio
perenne de empatía, de escucha del sufrimiento y de la esperanza del otro,
también del más alejado de mí, poniéndome en marcha por el camino
exigente de aquel amor que se entrega gratuitamente por el bien de cada
hermano y hermana”.
En el clima espiritual de la Última Cena,
que anticipa la manifestación del amor
más grande, Jesús señala a los discípulos
el camino de la verdadera grandeza:”El
mayor entre vosotros se ha de hacer
como el menor, y el que gobierna, como
el que sirve”(Lc 22, 26).Y el Señor no
podía ofrecernos ejemplo mejor que Él
mismo:“Yo estoy en medio de vosotros
como el que sirve” (ibid. 27; cfr. Jn.13,12-15).
En fidelidad a la palabra y a la vida de Jesús, concluye el Papa: “Así pues,
toda actividad debe distinguirse por una actitud de servicio a las personas,
especialmente a las más lejanas y desconocidas. El servicio es el alma
de esa fraternidad que edifica la paz”.
El eco de la homilía del Papa en la Eucaristía celebrada con los nuevos
Cardenales el pasado día 23 sigue muy vivo y que, por suerte, está en plena
sintonía con las ideas del Mensaje para la Jornada de la Paz recogidas en los
párrafos anteriores. No resisto, pues, a la tentación de compartir con los
lectores del HERMANO LOBO un par de párrafos. Comentando el evangelio
deese día, dice el Papa: “ Queridos hermanos cardenales, el Señor Jesús y
la
madre Iglesia nos piden testimoniar con mayor celo y amor estas
actitudes de santidad…. Por tanto amemos a quienes nos contrarían;
bendigamos a quien habla mal de nosotros; saludemos con una sonrisa al
que tal vez no se lo merece; olvidemos las humillaciones recibid.
Dejémonos guiar siempre por el Espíritu de Cristo, que se sacrificó a sí
mismo en la cruz, para que podamos ser cauces por los que fluye su
caridad”.
Casi a renglón seguido, comentando el texto de San Pablo en la segunda
lectura, nos ofrece esta acertada reflexión: “En este templo, que somos
nosotros, se celebra una liturgia existencial: la de la bondad, del perdón,
del servicio; en una palabra, la liturgia del amor. Este templo resulta como
profanado si descuidamos los deberes para con el prójimo. Cuando en
nuestro corazón hay cabida para el más pequeño de nuestros hermanos, es
el mismo Dios quien encuentra puesto. Cuando a ese hermano se le deja
fuera, el que no es bien recibido es Dios mismo. Un corazón vacío de amor
es como una iglesia desconsagrada, sustraída al servicio divino y
destinada a otra cosa”.
Estaréis de acuerdo conmigo en que son palabras para no olvidar, y sí para
grabar con fuerza en lo más vivo de nuestro corazón, para ahí, y a ejemplo de
la Virgen oyente, meditarlas cariñosamente, y con tal intensidad, que nos
lancen a la vivencia generosa de las mismas.
Al leer las palabras del Papa acude espontáneamente a mi recuerdo la
persona y la vida del “hermano Francisco”, el heraldo de la paz y de la
misericordia de Dios, pues él ha encarnado de manera realmente ejemplar la
figura de Jesús siervo. Percibo que ello es para nosotros franciscanos un
3. apremiante reto, que nos debe impulsar a ser de verdad “menores y
servidores de todos”.
Selección de textos
Hermano Vicente