Sanidad Interior y Liberacion libro de ayuda espiritual y emocional
Hermano lobo marzo
1. 1.- Lunes día 13, a las 5 de la tarde: Asamblea en el Salón Parroquial.
- Saludo. Acogida. Oración.
- Lectura del Acta Anterior.
- Informaciones.
- Lectura y puesta en común del Evangelio Mateo,
17, 1- 9. (Domingo II de Cuaresma)
-1ª lectura, Génesis, 12, 1-4ª.
-2ª lectura, Timoteo 1, 8b-10.
- Tema Franciscano Nº 10, paginas 83 al 89.
2.- Viernes día 24, a las 18.00 en el Salón Parroquial:
Encuentro de Formación.
En la Asamblea se entregará el cuadernillo del tema correspondiente
3.- Miércoles día 29, a las 18,00 h. celebración de Vísperas.
4.- La Eucaristía del próximo domingo, día 19, a las 11 en la Residencia se
ofrecerá por nuestro hermano Genaro Blázquez.
Sábado día 11, a las 15,00 h. en el Salón Parroquial: Retiro de Cuaresma.
Por ello hemos tenido que cambiar la Asamblea de la Fraternidad al lunes
dia13.
Hermano Lobo/ Marzo/2017 /nº 225
EL HERMANO, CAMINO HACIA LA PASCUA
MENSAJE DEL PAPA PARA LA CUARESMA
El mensaje espiritual del Papa Francisco para la presente
Cuaresma nos llega arropado en el lenguaje parabólico, tan
presente en los labios del Señor. Es, concretamente, la
parábola del pobre Lázaro y del rico, talmente egoísta y
satisfecho que no se entera de la presencia del mendigo a su
puerta (cf. Lc 16, 19-31).
A modo de introducción, recuerda el Papa los contenidos
básicos de la Cuaresma: “fuerte llamada a la conversión: el
cristiano está llamado a volver a Dios *de todo corazón*, a no contentarse con
una vida mediocre, sino a crecer en la amistad con el Señor”, de modo que su
vida sea reflejo fiel de la de Jesús.
“La Cuaresma es un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a
través de los medios santos que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración y la
limosna. En la base de todo está la Palabra, que en este tiempo se nos invita a
escuchar y meditar con mayor frecuencia”.
Después de presentar los personajes, el Papa nos invita a centrar nuestra atención
en el pobre, que no es un alguien anónimo, sino una persona que se convierte para
nosotros en maestro: “Lázaro nos enseña que el otro es un don. La justa relación
con las personas consiste en reconocer con gratitud su valor. Incluso el pobre en
la puerta del rico, no es una carga molesta, sino una llamada a convertirse y a
cambiar de vida. La primera invitación que nos hace esta parábola es la de abrir
la puerta de nuestro corazón al otro, porque cada persona es un don, sea vecino
nuestro o un pobre desconocido. La Cuaresma es un tiempo propicio para abrir
la puerta a cualquier necesitado y reconocer en él o en ella el rostro de Cristo.
Cada uno de nosotros los encontramos en nuestro camino. Cada vida que
encontramos es un don y merece acogida, respeto y amor. La Palabra de Dios nos
ayuda a abrir los ojos para acoger la vida y amarla, sobre todo cuando es débil”.
El día 18 de febrero, Genaro Blázquez
García, hermano querido de esta
Fraternidad, pasó a gozar de la
presencia del Señor.
Encomendamos su alma a la bondad y
misericordia del Padre.
ACTIVIDADES ME DE MARZO
2. La escuela para descubrir al hermano en el otro es la Palabra de Dios. “La
Palabra de Dios es una fuerza viva, capaz de suscitar la conversión del corazón de
los hombres y orientar nuevamente a Dos. Cerrar el corazón al don de Dios que
habla tiene como efecto cerrar el corazón al don del hermano”.
“La Cuaresma, sigue diciendo el Papa, es el tiempo propicio para renovarse en el
encuentro con Cristo vivo en su Palabra, en los sacramentos y en el prójimo”. Y
termina con este ruego-invitación. “Que el Espíritu Santo nos guíe a realizar un
verdadero camino de conversión, para redescubrir el don de la Palabra, ser
purificados del pecado que nos ciega y servir a Cristo presente en los hermanos
necesitados.
Selección de textos
Hno. Asistente Vicente Mateos OFM
********************************************************************
En memoria de Genaro.
PLEGARIA: UN NUEVO RELOJ
Art. Publicado por Genaro en el Hermano Lobo de 1998.
LA CUARESMA TIEMPO DE ORACIÓN
Heredera de la corriente espiritual del Antiguo Testamento, y siguiendo el ejemplo
de Jesús, la Iglesia nos propone este camino de cuarenta etapas dedicadas a la
escucha orante de la Palabra de Dios para comprender y vivir el misterio de la
salvación realizada en la Pascua del Señor.
Antes de comenzar su misión de mensajero del
Reino de Dios, Jesús se retiró al desierto para, en un
clima de profunda comunicación con el Padre,
conocer su designio de salvación para la humanidad
y entregarse con filial obediencia a su realización. A
lo largo de toda su vida Jesús alternó la actividad de
mensajero del reinado del Padre con una intensa
dedicación a la oración.
Durante estos cuarenta días la Iglesia nos invita a hacer un alto en el camino de
nuestra vida cotidiana para dedicar espacios más generosos a la oración y a la
escucha de la Palabra. La cuaresma es tiempo de reflexión y de discernimiento
para tomarle el pulso a nuestra vivencia cristiana, y verificar si está en sintonía
con la voluntad de Dios sobre nosotros.
La escucha orante de la Palabra resonará en nuestro corazón como una llamada a
la conversión, como un camino de vuelta a una comunión íntima con el Padre y a
una obediencia filial a su voluntad, a su designio de salvación para nosotros. Ese
camino de conversión nos tiene que llevar también al encuentro con el hermano, a
través de un amor sincero y de una generosa actitud de servicio. En la primera de
sus cartas nos recuerda el apóstol San Juan que el amor al hermano es la única
señal infalible de nuestro amor a Dios (Cfr 1ª Cta. Juan, 4, 20-21).
Guiados por la Palabra de Dios y sostenidos por una generosa dedicación a la
oración este camino de Cuaresma nos lleva a la gozosa celebración de la Pascua: a
la experiencia del amor más grande que lleva a Jesús a la gloria de la resurrección
a través de la entrega e su vida; esa experiencia nos alentará a seguir sus pasos
para ser también nosotros cooperadores activos en la obra de la salvación de la
humanidad.
Hermana Manoli
Hoy me he encontrado en las
manos
con tus regalos, Señor:
nueva vida,
nuevo tiempo,
nueva lluvia, nuevo sol…
Por eso, para este tiempo
que estreno con ilusión,
quiero , Señor, y te pido
también un nuevo reloj.
Un reloj que mida el tiempo
como lo mide tu amor:
que se pare cuando lleguen
las gentes a mi rincón
para escuchar, compartiendo,
alegrías y dolor.
Un reloj que me situé
la mente y el corazón
en el momento presente
que es tu momento Señor,
en el quehacer cotidiano
que es lugar de encarnación.
Un reloj que mida el tiempo
con tu paciencia, Señor,
con el ritmo y la medida
universal del amor;
despertador de rutinas,
vigilante, ayudador;
que nunca mida la entrega
del tiempo y del corazón.
Con la vida, con el tiempo
que hoy me regalas, Señor
para darme sin medida
espero un nuevo reloj.
Hn. Genaro//