3. • El saber es el resultado de
un proceso que
intervienen al menos dos
elementos: un sujeto que
conoce y un objeto que
puede ser conocido.
4.
5. • La idea común del filósofo como un ser
extraño, retraído o, simplemente, raro tiene
tanto de verdadero como de falso.
6.
7. • Es falsa porque quien se dedica a la filosofía
es un sujeto que piensa y siente como
cualquiera y tan sólo se distingue por la
actitud y el enfoque que da su forma de
entender la realidad.
8.
9. • En efecto, los filósofos buscan, indagan,
reflexionan, piensan, se cuestionan
prácticamente todo; formula críticas,
preguntas y propuestas en una actitud
zetética que nunca termina.
10.
11. • Tal vez haya conocido a alguien que cree
saberlo todo, que opina de todo, aun en
contra de los expertos en el tema de que se
trate. Desde la perspectiva socrática, estás
personas son que las realmente merecerían
el título de “ignorantes” y no aquellas que no
han tenido la oportunidad de estudiar, por lo
que no están suficientemente informados de
muchas materias.
12.
13.
14. • El sabio, por el contrario, posee un
cúmulo de conocimientos. No obstante,
ignorante y sabio poseen un rasgo
común: no dudan, no se formulan
preguntas ni indagan: en otras palabras,
ninguno desea el conocimiento, pues lo
tienen o cree tenerlo.
15.
16. • Por eso quien filosofa se
encuentra en un estado
intermedio entre sabio y
el ignorante, pues sabe
lo suficiente como para
tener claro que hay
cuestiones que no sabe.
17. • Ahora bien, como para Platón amor significa
“deseo”, y solo se desea lo que no se tiene, si
el filósofo ama la sabiduría es porque no la
tiene: guarda un estado intermedio entre la
sabiduría y la ignorancia: el sabio suspende
su búsqueda porque no desea más; el
ignorante no busca pues cree saberlo todo.
18. “Voy a hablar de todo” Demócrito
“Puesto que no se puede ser universal y saber todo lo que se puede saber de todo, es preciso saber
poco de todo. Porque es más hermoso saber algo de todo, que saber todo de una cosa… Si se
pudiera tener los dos, mucho mejor” Pascal, Pensamientos, Sarpe, Madrid, 1984. p. 40.
19. “Después de haber visto un pequeña parte de la vida y de morir
rápidamente, los hombres se elevan y desaparecen como el humo,
convencidos sólo de lo que cada uno ha conocido… ¿Quién puede decir
que ha encontrado el todo?” Empédocles, Sobre la naturaleza, SIV a.n.e
20. En la vida del hombre su tiempo es sólo un instante, su ser un flujo
incesante, sus sentidos una débil y fugaz luz, su cuerpo comida de
gusanos, su alma un torbellino inquieto, su destino oscuro, y su fama
dudosa. En definitiva, todo lo que es del cuerpo es agua que corre, todo
lo que es del alma son sueños y vapores; la vida es una guerra, una
estancia breve en un país extranjero; y después de la reputación, el
olvido. ¿Dónde puede el hombre encontrar el poder de guiar y cuidar
sus pasos? En una cosa y sólo una: el amor del conocimiento
Marco Aurelio, Meditaciones.
21. Llegará una época en la que una investigación diligente y prolongada sacará a la luz cosas que hoy están
ocultas. La vida de una sola persona, aunque estuviera toda ella dedicada al cielo, sería insuficiente para
investigar una materia tan vasta... Por lo tanto este conocimiento sólo se podrá desarrollar a lo largo de
sucesivas edades. Llegará una época en la que nuestros descendientes se asombrarán de que ignoráramos
cosas que para ellos son tan claras... Muchos son los descubrimientos reservados para las épocas futuras,
cuando se haya borrado el recuerdo de nosotros. Nuestro universo sería una cosa muy limitada si no
ofreciera a cada época algo que investigar... La naturaleza no revela sus misterios de una vez para siempre.
SÉNECA, Cuestiones naturales,
libro 7, siglo primero
22.
23. EN QUE CONSISTE LA FILOSOFIA
Que es la filosofía
En que consisten
sus
cuestionamientos
Que es X?
La muerte
El Tiempo
El
conocimiento
Dios
El lenguaje
Objeto de
investigación
filosófica
Naturales
Abstractos
Concretos
Reales
Es X, Y ó Z
Objeto de
investigación
Explicitar preguntas
Fundamentar
Buscar respuestas
Sacar
consecuencias
24. “La filosofía de Sócrates consiste en la “Búsqueda del
significado” Moritz Schlick, El futuro de la filosofía, Madrid,
Alianza Ed. P. 286
25. La filosofía es una especie de ansia
insatisfecha de saber en la que no
cuenta la cantidad de lo que se sabe
sino la minuciosidad con que se
busca.
26. Presupone la capacidad para el asombro,
aunque no tanto para un asombro
estupefacto, un respeto reverencial hacia la
armonía existente en la naturaleza o la
sociedad, cuanto para un cuestionamiento
asombrado.