2. COGNITIO RERUM PER CAUSAS
CIENCIA. Es un conocimiento de modo perfecto o, con más
precisión, un conocimiento en donde el espíritu, constreñido
por la evidencia, asigna las razones de ser de las cosas, ya que
el espíritu no queda satisfecho sino cuando, al aprehender
una cosa, un dato cualquiera, desentraña aquello que funda
ese dato en el ser y en la inteligibilidad. Cognitio rerum per
causas (conocimiento de las cosas por las causas), decían los
antiguos, conocimiento por demostración, (con otras
palabras, mediatamente evidente) y conocimiento explicativo.
Vemos inmediatamente que se trata de un conocimiento de
tal manera fundado que es necesariamente verdadero o
conforme a lo que es y que no puede dejar de encerrar esa
conformidad, pues de lo contrario no sería conocimiento
perfecto, indestructible.
3. OBJETO DE LA CIENCIA.
No existe ciencia sino de lo necesario; lo contingente
como tal no es objeto de ciencia. La ciencia se refiere
directamente y por naturaleza a un objeto necesario.
El objeto de la ciencia ¿es necesario? Porque lo real, el
curso concreto de las cosas, encierra contingencia; esta
mesa podría no existir hoy; yo que escribo podría no estar
aquí a esta hora. ¿Quiere decir entonces que la ciencia no
se refiere a lo real? No, no va directamente hacia la dura
realidad, hacia lo real tomado en su existencia concreta y
singular.
4. UNA IMPORTANTE DISTINCIÓN.
Es indispensable distinguir la cosa de la cual
trata la ciencia (esta mesa, por ejemplo) y el
objeto enteramente preciso (“objeto formal”) en
el cual radica y del cual obtiene su estabilidad
(por ejemplo, las propiedades geométricas de
esta mesa considerada en su forma, o las
propiedades físico-químicas de la madera de
que está hecha, o las leyes de su fabricación),
objeto que no existe separado de la cosa.
5. LOS OBJETOS INTELIGIBLES.
La ciencia va directamente y de por sí hacia lo abstracto,
hacia las constancias ideales y las determinaciones
supramomentáneas, es decir, hacia los objetos inteligibles
que nuestro espíritu va a buscar y desentrañar en la
realidad. Ellos están, existen ahí, pero no en el estado de
abstracción y de universalidad que en el espíritu poseen,
sino por el contrario, en un estado concreto y singular. La
naturaleza humana existe en cada uno de nosotros; pero
esa naturaleza es universal, común a todos los hombres
en el espíritu solamente, pues en cada uno de nosotros es
sólo naturaleza de Pedro o de Juan.
6. EJEMPLO:
¿Qué quiere decir la ley de la dilatación de los
sólidos por el calor? ¿Quiere decir que tal
acontecimiento concreto, la dilatación de tal
pedazo de hierro puesto sobre tal llama, es algo
necesario e inevitable? No: esa llama podía no
haber sido encendida, ese pedazo de hierro
podía no haberse colocado ahí; pudo haber
estado protegido por un aislador, refrigerado
por una corriente de agua, etc.
7. La ley quiere decir que el sólido (objeto
abstracto que considero en este pedazo de
hierro) tiene en los secretos de su naturaleza un
no sé qué que (al menos en las condiciones de
mi esfera de observación, que la experiencia
podría obligarme a precisar) lo determina
necesaria e inmutablemente a dilatarse según
tales coeficientes específicos bajo la acción del
calor (objeto abstracto que considero en esta
llama y que puedo definir gracias a una
diferencia en ciertas lecturas de graduaciones).
8. CONTINGENCIA Y NECESIDAD
La contingencia concierne propiamente a los
acontecimientos singulares; y las necesidades
reconocidas por la ciencia se aplican a las cosas
singulares, tan sólo “según las razones de las
naturalezas universales”. He aquí por qué las leyes
necesarias de la ciencia no imponen necesidad a
ninguno de los acontecimientos singulares del curso
de la naturaleza. Este obrero a tallado la piedra en
cubo; es necesario, pues, que esa piedra tenga las
propiedades geométricas del cubo; pero habría
podido ser tallada de otra manera.
9. LA ABSTRACCIÓN.
• DEFINICIÓN NOMINAL. El nombre de “abstracción”
significa lo mismo que “separación” o
“distinción”.
• DEFINICIÓN REAL. La distinción o separación de lo
compuesto. Según los distintos compuestos (todo
– partes, materia – forma), se realizan las
abstracciones. A cada uno de estos compuestos le
corresponde proporcionalmente su respectiva
abstracción: total o formal.
10. CLASES DE ABSTRACCIÓN.
La abstracción separa lo esencial de lo
meramente accidental, y separa lo universal de
lo que sólo es particular. Por la abstracción el
entendimiento supera el conocimiento sensible.
Hay, en efecto, dos clases de abstracción:
1. La abstractio totalis
2. La abstractio formalis
11. La abstractio totalis, abstracción o extracción del
todo universal, por la cual extraemos “hombre”
de “Pedro” y de “Pablo”, “animal” de “hombre”,
etc., pasando así a universales cada vez más
vastos. Esta clase de abstracción, por la cual el
espíritu se eleva sobre el conocimiento
simplemente animal de lo singular percibido por
el sentido hic et nunc [“aquí y ahora”], y que
comienza en realidad por las nociones más
generales y más indeterminadas, está en la base
de todo saber humano, es común a todas las
ciencias.
12. La abstractio formalis, abstracción o extracción
del tipo inteligible, por la cual separamos de los
datos contingentes y materiales lo que es de la
esencia de un objeto de saber. Ahora bien, los
grados de esta abstracción formal son la base de
una diferenciación de las ciencias especulativas.
13. CLASES DE MATERIA.
Para saber cómo se abstrae la forma de la materia,
conviene saber cuántas clases de materia se dan:
• Materia inteligible es la substancia en cuanto
subyace a la cantidad
• Materia sensible es la materia corpórea, en
cuanto subyace a las cualidades sensibles, como
lo caliente y lo frío, lo duro y lo blando, etc.
• Materia común es la que está sin concretar, como
cuando se dice “la carne” y “los huesos”.
• Materia individual es la que está concretizada,
como “esta carne” y “estos huesos”.
14. GRADOS DE ABSTRACCIÓN.
Los grados según los cuales las cosas ofrecen al
espíritu la posibilidad de alcanzar en ellas un
objeto más o menos abstracto e inmaterial.
Cada grado de abstracción supone un esfuerzo
mayor de parte del sujeto. Por ejemplo: conocer
un árbol es menos complejo para el sujeto que
conocer una operación matemática, y esta
última, a su vez, supone menos complejidad que
conocer a un espíritu puro como es el ángel, o
conocer a Dios.
16. Por ejemplo: una planta, un perro, un hombre,
todos existen con materia, y cuando los pienso
también los pienso como materiales, pues no
puedo pensar en una planta, un perro o un
hombre absolutamente inmateriales. Desde
luego, que al conocerlos ejercito el primer grado
de abstracción, es decir, les quito todas las
características particulares o individuales, y así
obtengo el concepto de planta, perro u hombre.
18. Es el caso típico de los números o cantidades. En
la realidad existen 2 manzanas, 10 vacas,
100 aulas. Pero cuando pienso en la unidad, la
decena o la centena, en sentido matemático, no
necesito pensarlas vinculadas a la materia.
21. FILOSOFÍA CLÁSICA FILOSOFÍA MODERNA
• El conocimiento refleja en la • Antes de acometer la pregunta de
mente la mismísima realidad; de quién existe quieren asegurarse de
que no se van a equivocar.
esta manera entre el Resuelven, pues, primero buscar la
pensamiento del que conoce y la manera de no equivocarse, resuelven
realidad no existe discrepancia hacer una investigación, previa,
alguna. El pensamiento es preliminar, de propedéutica, que va a
consistir en pensar minuciosamente
verdadero; y esto quiere decir un método que permita evitar el
que entre él y la cosa –objeto del error.
pensamiento– existe una perfecta • El problema del conocimiento se
adecuación. antepone al metafísico: el problema
de cómo evitar el error; el problema
• La dialéctica, la discusión entre del método, que hay que descubrir
conceptos mal formados y para aplicarlo de suerte que no se
conceptos mejor formados, es el cometan errores; el problema de la
método de la metafísica realista. capacidad que tenga el pensamiento
humano para descubrir la verdad.
22. • Las cosas son inteligibles; • El pensamiento de Descartes,
las cosas son las que tienen en el pensamiento de los hombres
del siglo XVI, ya no es autóctono,
su propio ser la esencia, la cual ni espontáneo, ni libre.
es accesible al pensamiento. • Descartes tiene detrás de sí un
• Este pensamiento filosófico pasado filosófico aleccionador,
es un pensamiento una experiencia previa, que ha
fracasado. Y entonces él tiene
espontáneo, autóctono, libre.
que empezar a filosofar, no con la
• No había sufrido la filosofía alegría virginal de los inocentes
desengaño ninguno todavía. griegos, sino con la cautela y la
prudencia del que ha presenciado
• El centro de gravedad de la un gran fracaso de siglos. Esta
filosofía son las cosas. actitud de prudencia y de cautela
imprime un sello indeleble en el
pensamiento moderno.
• El centro de gravedad de la
filosofía son los pensamientos
23. • En el sistema aristotélico • Descartes lo que busca es un
nuestra relación con las cosas es conocimiento que no ofrezca el
una relación mediata: está flanco a la duda.
fundada en un intermediario. Ese • La marcha del pensamiento
intermediario es el concepto. El cartesiano no puede tener más
concepto nos sirve de que uno de estos dos resultados:
o fracasar y caer en el
intermediario entre nuestra escepticismo absoluto, o llegar a
mente y las cosas. “Mediante” el un conocimiento que no sea
concepto conocemos las cosas. mediato, que no se haga “por
Por eso el conocimiento medio” del concepto, si no que
aristotélico era siempre consista en una posición tal, que
discutible; porque siempre cabía entre el sujeto que conoce y lo
discutir si el concepto se ajustaba conocido no se interponga nada.
o no se ajustaba a la cosa. En este Lo único capaz de llenar estas
condiciones de inmediatez es el
sistema aristotélico el pensamiento mismo. El
conocimiento ofrece sin remedio fenómeno de conciencia, el
el flanco a la duda. pensamiento mismo, es
indubitable.