Un sapo amargado asustaba a los otros animales que querían beber del estanque donde vivía para que él pudiera tenerlo solo. Cuando el estanque se secó en el verano, el sapo tuvo sed y encontró otro estanque habitado por los mismos animales, pero ellos lo recibieron con amabilidad a pesar de lo que les había hecho, enseñándole que es mejor compartir.

1. El sapo amargado

2. • En una pradera de un bosque encantado, existía un estanque de un sapo amargado.
• Ningún otro animal podía acercarse un poco, porque el sapo lo quería para el solo.

3. • Un día sin poca cautela, se acerca un conejo con grandes orejas. Quiso beber un poco de agua, sin darse cuenta que el sapo lo
miraba con mucha rabia.
• El sapo da un tremendo salto, asustando al conejo que voló por lo alto.

4. • Así se la pasaba el sapo, asustando a los animales a cada rato.
• El verano llego y el estanque seco, el sapo con mucha sed se fue a dentro al bosque, en busca de agua que no hallaba en
donde.

5. • Saltando y saltando el sapo encontró, otro estanque de agua, que un salto de alegría dio.
• Quedo sorprendido, al ver que el estanque estaba habitado por los animales que alguna vez el había asustado.

6. Con miedo y pena el sapo se retiro pero desde lejos escucho el grito del conejo que el una vez asusto.
El conejo le brindo un poco de agua y sin ninguna pena le pidió que se acercara.

7. • El sapo se acerco pidiendo disculpa, con una lagrima asomada por toda su culpa.
• Los animales lo recibieron con gran armonía, dándole al sapo una lección de por vida.
• Es mejor compartir de lo poco que tienes, para que en el futuro los demás te brinden lo que mas anheles.