1. EL PIQUETE QUE ASESINÓ A
FEDERICO GARCÍA LORCA
Ildefonso Olmedo.-
El Mundo Orbyt.-19/06/2011
detenido como Lorca, a quien Mariano y
La cara es el espejo del alma, dice con los suyos obligaron a penar con el peor
que ha cerrado el gran puzle de la muerte trabajo: enterrador de fusilados.
de Federico García Lorca con la
identificación (apellidos, fotos, currículos...) Madrugada del 17 de agosto de 1936. El
de quienes apretaron el gatillo: el pelotón termómetro marca 16 grados. Extraña
que fusiló al poeta en Granada. Mariano, noche de verano. La luna, oculta tras las
nubes, cruza el cielo en cuarto menguante.
Sólo los haces de luz de dos coches cuyos
motores runrunean en el silencio rompen la
oscuridad que cae plomiza sobre el
barranco de Víznar. En el segundo
automóvil, un Buick descapotable de color
rojo cereza, hace Federico su último viaje.
A su lado lloran su maldita suerte dos
banderilleros anarquistas y un maestro cojo
con muletas. Cuando se detiene la comitiva
y empiezan los empujones, en la curva a la
derecha que hay a la altura del cortijo
Gazpacho, la voz de Mariano, el jefe del
piquete, se alza rotunda sobre las demás.
Ha llegado la hora.
Benavides, Salvaorillo, Fernando, Cuatro hombres saben que van a morir.
Antonio y Cascales. Cinco hombres sin Seis, que van a matar, porque la guerra les
piedad y uno -«me voy a volver loco», le ha convertido en verdugos. Es su trabajo.
oyeron- con remordimientos. Mientras Matarifes del disparo en la nuca, o en la
recita sus nombres, Miguel Caballero frente, por la promesa de 500 pesetas de
contempla una vieja foto de Mariano, el jefe sobresueldo y un ascenso como guardias de
malencarado del piquete de ejecutores. «Era asalto. Contaron algunos que Federico iba
de carácter frío para fusilar», añade como en pijama. Quizás estaba muerto antes de
queriendo completar el retrato. Y aunque la recibir los dos tiros de gracia. ¿Cómo no
frase no es propia, tiene el valor de haber morirse al ver entre quienes te dan el paseo a
sido dicha por un masón granadino, aquel pariente de tu padre, el Benavides?
2. Después anduvo el indeseable voceando de Chiclana; y lo de los campeones de tiro
por Granada el pim-pam-pum: «Le he dado Juan Jiménez Cascales y Fernando Correa
dos tiros en la cabeza al cabezón», fue su Carrasco; además del historial de Antonio
vomitona. Frase que un compinche suyo, Hernández Martín, con el que se cierra el
fanfarrón y mentiroso porque nunca estuvo pelotón- está en sus expedientes militares,
allí, reformularía en los bares para pasar a la que han sido la piedra de toque con la que
historia de la infamia: «Le he dado dos tiros Miguel Caballero ha podido contrastar y
en el culo por maricón». cerrar su investigación, después de tres años
y medio de labor detectivesca en registros
En exclusiva, Crónica ofrece el parte civiles, cementerios, actas de defunción,
definitivo de quienes dispararon a Lorca. charlas con los más viejos del lugar, partidas
Una investigación inédita con nombres, de boda y de nacimiento.
fechas y el historial completo de cada uno
de los seis pistoleros. El pelotón de
Mariano. Un pelotón secreto, hasta hoy.
Aquella madrugada -el reloj no daba las
cuatro-, el cabo Mariano dispuso de su
escuadra al completo. Todos con sus
pistolas Astra (modelo 902 calibre 7,65
mm) al cinto y sus fusiles Mauser (modelo
1893) ahítos de munición. Todos para hacer
verdad, de manera póstuma, el verso que
Federico había escrito -y tachado luego- en
Poeta en Nueva York: «Y me ofrezco a ser
devorado por campesinos españoles».
Hijo de jornaleros era Mariano Ajenjo
Moreno, jefe del piquete y, con 53 años, el
más veterano de los seis matarifes. Y
Antonio Benavides Benavides, el medio Porque todos los que vivieron las
pariente de Federico, también tenía sangre últimas horas de Lorca, desde su detención
de campo, por más que durante 10 años por el padre de Emma Penella (Ruiz
probara suerte como emigrante en Buenos Alonso) en la casa de los Rosales hasta que
Aires y, antes, su 1,64 de estatura le su cuerpo fue arrojado sin vida a una fosa
impidiera seguir la carrera de las armas, en frente al cortijo Gazpacho, están muertos
la que destacó por su fiereza y crueldad en salvo la mujer que le llevó su última cena.
la guerra de Marruecos, durante la heroica Se llama Eva María Rocaberti, tiene 101
toma del monte Gurugú. Más que por años y la memoria roída por el alzheimer.
carácter, como en el caso del cabo Mariano, Vivía en Víznar con su marido, Manuel
las ansias de matar del primo Benavides eran Martínez Bueso, ex chófer de Azaña y
por vocación. Terminó sus días puteando, entonces hombre de confianza del capitán
en una vida depravada. al mando de las tropas en el frente de
Víznar, José María Nestares.
Todo lo suyo -y lo de Salvador Varo Leyva,
Salvaorillo, el hijo huérfano de un zapatero
3. Dicen sus hijos, y tuvo 11, que el bueno de entrever en la detención del poeta. Un
Martínez Bueso nunca se recuperó de tanta protector de la familia, el teniente coronel
barbarie. Tampoco aquella noche del 16 al retirado de la Guardia Civil Nicolás Velasco
17 de agosto era su mejor momento. Horas Simarro [mano derecha del gobernador de
antes de asistir como testigo a los tiros de Granada], fue quien, en ausencia del
gracia, Manolo había enterrado a su gobernador, ordenó la detención y
primogénito, muerto con pocos meses de posterior traslado de Lorca al barranco.
vida.
La sucesión de acontecimientos aparece
Aunque fueran aquellos tiempos de gran detallada en la investigación de Caballero,
matanza [la sublevación de Franco contra la convertida en el libro de inminente
II República había empezado un mes publicación Las 13 últimas horas en la vida de
antes], los verdugos del fusilado más García Lorca (La Esfera de Los Libros).
famoso de la Guerra Civil no han podido
hacer desaparecer sus nombres de la 13.30 horas del 16 de agosto. El
Historia. Coincidiendo con el 75 aniversario exdiputado derechista Ramón Ruiz Alonso,
de la matanza (y del inicio de la guerra), los el falangista Federico Martín Lagos y el
ha desenterrado, sin más propósito que abogado Juan Luis Trescastro (rival
contar toda la verdad, el mismo político, años atrás, del padre del poeta) se
investigador que dedicó cinco años a presentan en el número 1 de la calle Angulo
reconstruir la historia de la familia García de Granada, el domicilio familiar de los
Lorca desde el s. XVIII hasta 1940, año en Rosales, para llevar detenido a Lorca (quien
que el padre de Federico se va de España había buscado el refugio de sus amigos
para siempre. camisas azules, tras ser golpeado una semana
antes por un piquete de exaltados) al
Ya entonces descubrió Miguel Gobierno Civil. De allí, caída la noche, sería
Caballero verdades como puños y otras traslado en coche a La Colonia, en Víznar,
incómodas hasta para los herederos del un viejo molino que hasta que empezó la
poeta, reacios a admitir que sin las viejas guerra hacía las veces de residencia escolar
rencillas de dos familias ricas de la vega de femenina. En agosto funcionaba como
Granada con el acaudalado padre del poeta, centro de detención y corredor de la muerte
no se entiende del todo el desenlace de la para quienes iban a ser fusilados sin juicio
tragedia lorquiana. Una de esas familias ni procedimiento penal. Y allí, apartados de
eran los Roldán. La otra, los Alba [en La la vista de todos -el barranco era frente de
casa de Bernarda Alba se ensañaba guerra y por la noche regía el toque de
literariamente con ellos; y aparecía, en el queda-, es donde se cruzan los destinos de
papel del mujeriego Pepe el Romano, José Lorca y el pelotón del cabo Mariano.
Benavides, primo hermano del verdugo de
igual apellido]. «Llegó sobre las 11.30 o 12 de la noche»,
dejó dicho el capitán Nestares en una
LE DISPARÓ UN ALBA entrevista, a finales de los 60, con el
investigador Eduardo Molina Fajardo, autor
Si los Alba, a través de Antonio Benavides, del libro-documento Los últimos días de
miembro de las terribles escuadras negras, García Lorca [casi 600 páginas entre
estuvieron de cuerpo presente en la entrevistas a los protagonistas y
ejecución, la mano de los Roldán se deja documentos] que sirvió de punto de partida
4. a la investigación de Miguel Caballero. «Yo anarquistas Francisco Galadí y Juan Arcoya
estaba dormido», proseguía su relato Cabezas y Don Dióscoro, el maestro cojo
Nestares, «y entró y me despertó el teniente de Pulianas que les contaba a sus alumnos
de asalto Martínez Fajardo. Me dijo que que Dios no existía. ¿Por qué ahí? «El
llevaba una orden directa del comandante testimonio más preciso y fiable», dice
Valdés [el gobernador civil] para fusilar a Caballero, lo dio tiempo atrás el jefe de una
cuatro. Uno de ellos era Federico. A mí me centuria de la Falange destinado en el lugar
molestaba atrozmente esto. Lo consideraba cuando los fusilamientos. Se llamaba
una canallada. Y al entregarle el duplicado Joaquín Espigares Días, era de Víznar,
de la orden, que sólo era para darme cuenta agricultor y panadero. Nadie mejor que él
de que entraban en mi sector, conocía aquellos parajes. No sólo señaló a
indignadamente lo rasgué. Llamé a Manolo los asesinos, también el lugar: «En los llanos
Martínez Bueso para que los guiara, los de Corbera, por encima del cortijo
vigilara y presenciara la ejecución». Gazpacho...». Por eso ahora Miguel
Caballero, que guía a Crónica hasta el lugar
Pero fueron uniformados de Nestares preciso (el cortijo ha cambiado de nombre,
quienes mataron a Lorca. Sus elegidos. ahora es el de Pepino), abre los brazos en
¿Asesinos natos? «No», dice rotundo cruz y señala una franja de terreno y una
Caballero. «Antes de la sublevación no piedra blanca con una hendidura en forma
habían sido asesinos, y en los años de cruz. «Por aquí, por aquí...». El sitio dista
posteriores a la finalización de la guerra, 400 metros del que señaló Gibson y donde
tampoco. No eran refinados ni cultos ni la Junta de Andalucía realizó hace poco la
gente dada a plantearse
problemas morales. Eran
soldados sin sentido de culpa.
Sólo uno, que yo sepa, dio
muestras de sufrir las
ejecuciones como un martirio.
Era Jiménez Cascales». «Esto
no es para mí», se lamentaba
cuando Nestares le asignó -por
su precisión como tirador, que
le había dado ya varios premios
en competiciones en las fiestas
del Corpus- a la escuadra de
ejecución. Quienes convivieron
con él temieron que terminara célebre, y fallida, excavación en busca de
loco. Lorca.
AQUÍ LE MATARON Además de testimonios y un mapa que
dejó marcado el capitán Nestares,
Han pasado 75 años y Caballero, el Caballero contó con la ayuda de un zahorí
investigador, abre los brazos en cruz (marcó la existencia de aguas subterráneas
marcando sobre la tierra el lugar donde él que explicarían por qué se excavaron allí
cree que fueron ejecutados y sepultados pozos) y un experto en localización de fosas
Federico García Lorca, los banderilleros
5. de
la
Guerra Civil de la Universidad de Zaragoza. desde los 40: Gerald Brenan, Agustín
Penón, Vila San Juan, Claude Couffon,
Pisando la tierra, Caballero habla: «Según Auclair, el inmenso Ian Gibson (erró, sí, en
dijo un testigo años más tarde, los propios la ubicación de la fosa) y el casi definitivo
ejecutores arrojaron los cuerpos a la fosa, y Eduardo Molina Fajardo.
sobre ellos echaron la muleta de Don
Dióscoro». También ha reunido los LA RECONSTRUCCIÓN
nombres de los detenidos en La Colonia a
quienes, a la mañana siguiente (17 de agosto Pieza a pieza, Caballero ha concluido el
de 1936), se mandó a sepultar los cuerpos. puzle. «En los cementerios encontré
Se trataría del intelectual Joaquín García muchas fechas que me ayudaron para ir con
Labella, Francisco Rubio Callejón y Yoldi algo firme al Registro Civil, donde saqué
Bereu. Estuvieron en el viejo molino hasta partidas de nacimiento y después, en los
el 24 de agosto, cuando los bajaron a archivos de la Dirección General de la
Granada para fusilarlos, y fueron Policía, sus expedientes militares. Costó lo
sustituidos por unos masones, también suyo dar con el jefe del pelotón, al que
detenidos, que quedaron, desde entonces, Molina Fajardo había identificado como
como presos enterradores. "Mariano Asenjo, el de Jun". Pero en ese
pueblo granadino nadie sabía de él. Hasta
Por lo que dejó dicho uno de ellos había que encontré una partida de boda en Jun de
retazos del carácter del cabo Mariano («frío un tal Marciano Ajenjo, que se había casado
para fusilar») y del exaltado Benavides («con con una mujer del pueblo, y así, registro
vocación para asesinar»). Pero nada tan tras registro, llegué hasta el hombre que
completo y rotundo como el fresco de mandaba el pelotón de fusilamiento»:
aquellos hombres que acaba de esbozar con Mariano Ajenjo Moreno.
su libro Caballero, un jubilado de la
telefonía metido a investigador de la Había nacido Mariano en 1883 en Huerta
Historia, deudor en parte del trabajo de de Valdecarábanos (Toledo) en una familia
quienes le precedieron en la búsqueda de jornaleros con 11 hijos de los que cinco
murieron de niños. Escapó de la miseria
6. enrolándose en el Ejército en 1903, y en amoríos con la dueña del prostíbulo de
1909 ya era guardia del cuerpo de seguridad Málaga Los Mantones, para escarnio
y vigilancia, convertido por decisión de público de su esposa y cinco hijos.
Azaña en 1932 en el cuerpo de Seguridad y
Asalto (tras la guerra sus miembros «Un guardia muy alto y delgado». Así había
terminarían en la Policía Armada, los quedado descrito el Salvaorillo en el libro de
celebérrimos grises, y de Tráfico). Molina Fajardo. Pero hay más. Salvador
Probablemente debido a su edad (53 años), Varo Leyva había nacido el 27 de
Nestares le asignó un lugar lejos del campo septiembre de 1899 en Chiclana (Cádiz),
de batalla: jefe de la escuadra de ejecutores hijo de un zapatero del pueblo de Camarón
en el barranco de Víznar. Su única misión de la Isla y una granadina de Churriana,
era hacer de verdugo. Y tanto cumplió que, adonde se trasladó la familia cuando murió
relevado del puesto tras la ejecución del el zapatero. Militar desde el 31, en la
poeta, recibió su prometido ascenso a República participó en la desarticulación de
sargento a los 13 días. Se jubiló en junio de células anarquistas en Granada, entre las
1941 y murió 10 años después, a la edad de que con toda seguridad se encontrarían dos
68 años. Está enterrado a pocos metros del de los fusilados con Lorca: los banderilleros
cuñado también fusilado de Lorca, el Cabezas y Galadí. Este segundo había
alcalde socialista de Granada Manuel estado dos veces en la cárcel por colocar
Fernández Montesinos Lustau. bombas y otras tantas fue indultado.
De las escuadras negras, grupos «De los banderilleros», explica
extremistas a las órdenes del Gobierno Caballero, «Galadí era el más peligroso.
Civil que ejecutaban a su antojo, llegó para Durante un tiempo se dedicó a vigilar la
sumarse al pelotón de fusilamiento el casa del militar (Valdés) que cuando triunfó
falangista Antonio Benavides Benavides. el movimiento en Granada fue nombrado
De hecho, hasta tres días después de matar gobernador... A él y a Cabezas los
a Lorca («Le he hado dos tiros en la cabeza detuvieron en una cueva llevando encima la
al cabezón», llegó a presumir) no fue pistola de un sargento de la Guardia Civil
nombrado formalmente guardia de asalto, asesinado...». Que los fusilaran con Lorca
con sueldo anual de 3.250 pesetas y 300 fue puro azar de aquellos días atroces.
más por los «servicios especiales»
(ejecuciones). Tenía 36 años. Si Salvador Varo terminó con los años
de corredor de fincas en Churriana, tras su
Benavides era nieto de la hermana de la retiro militar en octubre de 1957 (fue el
primera mujer del padre de Lorca, y primo único del pelotón que no le concedieron el
de José Benavides (Pepe el Romano en La ascenso prometido), de Antonio Hernández
casa de Bernarda Alba). Labriego tras la mili, Martín aún se guarda memoria de sus años
en 1925 emigró a Buenos Aires, durante la de jubilación. Terminó sus días jugando a
dictadura de Primo de Rivera, pero volvió las cartas en el Café Americano de la Gran
la víspera de la guerra y se enroló en la Vía de Granada. Nunca hablaba de su
Falange el 18 de julio, día del Alzamiento. pasado. Aunque ascendió a cabo, fue
Terminada la batalla, deambuló de destino expulsado en 1940 tras un «expediente
en destino, cada vez con más mala vida. En político-social» de depuración que no
su expediente militar se le trata de superó.
«borracho», y da cuenta también de sus
7. Cuando, aquel 21 de octubre de 1921,
colocó la bandera española en la cima del
Gurugú, seguro que Fernando Correa,
nacido en un cortijo de la Alpujarra, no
sospechaba que su habilidad con la pistola
le convertiría, 15 años después, en verdugo
del poeta más grande que dio su tierra. A
Lorca nadie le olvidará. Él se quedó sin
Siempre con la Astra modelo 902, del
nadie en vida. De niño le mataron a su
calibre 7,65 milímetros. La misma, sí, de
padre, un guardia forestal, su madrastra y
aquella extraña noche de verano en que la
un hermanastro. Al morir, nadie reclamó su
luna, oculta por las nubes, cruzó el cielo en
cuerpo. Terminó en un osario común.
cuarto menguante. La que no vio Federico.
Mejor suerte corrió el único hombre con Dicen que fueron dos tiros. Que iba en
piedad del pelotón. Juan Jiménez Cascales. pijama.
Certero y experto tirador con pistola y fusil,
El Mundo Orbyt.- 19/06/2011
fue suyo el lamento que nadie olvidó en La
Colonia. «Esto no es para mí, no».
Espigares, el panadero falangista de
Víznar al que tanta credibilidad concede
Caballero, dejó dicho que creyó que aquel
buen hombre terminaría loco de tanto
fusilar. Cosa distinta fue su currículo
militar: actuó contra los anarquistas en
Granada, en la persecución de bandoleros y
maquis por Ciudad Real, y en 1945, en los
Pirineos, luchó contra los miembros del
PCE que desde Francia intentaron invadir
la España franquista. No había concurso de
tiro con pistola que no ganase o estuviera
ahí.