1. LORO VIEJO NO APRENDE A HABLAR, MITOS Y REALIDADES DE LA EDUCACIÓN PERMANENTE
JUAN GUILLERMO RAMIREZ OROZCO
En el lenguaje popular es muy frecuente la expresión: “Loro Viejo, no aprende
hablar”, no sé quien la diría por primera vez, ni en qué contexto, lo único que
puedo afirmar sin temor a equivocarme es que esta expresión influenció durante
mucho tiempo el tema de la pedagogía y en especial el de la educación de adultos
o andragogia como es conocida hoy, lo incómodo del asunto, es que adquirió un
carácter peyorativo y a veces determinista, dando a entender que los adultos no
debían estudiar, pues sus comportamientos nunca se podrán cambiar, idea que en
el desarrollo de la psicología de los últimos años se puede considerar como un
absurdo.
Hasta hace pocos años la educación era un problema de niños, los adultos sino
sabían leer, ni escribir era lo mismo, se educaba al niño, para no castigar al
hombre, y si este hombre era un malhechor, era porque de niño nunca aprendió la
norma con castigo y aprendida de memoria. La educación jugaba un papel de
socializadora del niño después de crecer y pasar muchos días en una familia,
nunca se pensó que existía educación de rehabilitación, o educación después de
la educación básica, apoyado esto muchas veces en el concepto de educación de
élites para personas de muchos recursos.
Hoy después de pasar por el fuego y formarse la idea clara de educación de
adultos o como también se le conoce como educación permanente, surge la
necesidad de buscar el fundamento epistemológico de esta, la cual, sin ir muy
lejos la podemos ubicar en el contexto de la era del conocimiento, quizás el bien
más precioso que posee la sociedad post-moderna, bien que la humanidad ha
puesto por encima del dinero, sociedad, que reclama continuamente la generación
de conocimiento y la apropiación de este el cual está variando y renovándose a
razón de dos años, es decir, que desconocer el tema de la educación permanente
sería cerrar los ojos ante los grandes desafíos que muestra la humanidad. Este
nuevo orden social nos plantea el dilema del cambio, y nos invita a superar
nuestro analfabetismo en diversidad de temas que son fundamentales. El bien
precioso del conocimiento nos exige estar capacitado para saber administrarlo,
nos invita a aprehender la tecnología existente y disfrutarla en el mayor de los
beneficios. Dentro de los grandes temas en los que debe girar nuestro proceso de
2. educación permanente está la apropiación de las Tics, la adquisición de una
segunda lengua, la adquisición de competencias administrativas, entre muchas
otras competencias que debe poseer el ser humano.
Otro de las razones porque se hace urgente la educación de adultos y de modo
permanente, es el carácter del hombre, en cuanto ente en formación, es decir el
hombre cada día más socializa su existencia en la medida que adquiere ciertos
criterios de actuación que se los otorga la eduacación