Un campesino chino y su hijo perdieron su caballo, pero luego este regresó con una yegua. Cuando el hijo intentó montar la yegua, se cayó y se rompió la pierna. El padre le dijo que esperara antes de juzgar si esto era bueno o malo. Más tarde, reclutadores del ejército pasaron por la aldea pero dejaron al hijo con la pierna rota. El hijo aprendió que es mejor esperar antes de juzgar una situación como buena o mala.
2. Había una vez un campesino chino, muy pobre, pero sabio, que
trabajaba la tierra duramente con su hijo. Un día el hijo le dijo:
"¡Padre, qué desgracia, se nos ha ido el caballo."
3. "¿Por qué lo llamas desgracia?"
respondió el padre. "Veremos lo que
nos trae el tiempo".…
4. A los pocos días, el caballo regresó acompañado de una
preciosa yegua salvaje. "¡Padre, qué suerte!" Exclamó el
muchacho. "Nuestro caballo ha traído otro caballo más."
5. "¿Por qué le llamas suerte?"
Repuso el padre, "Veamos
qué nos trae el tiempo."
6. Unos días después, el muchacho quiso montar la yegua
nueva y ésta no acostumbrado a un jinete, se encabritó
y lo arrojó fuertemente al suelo.
7. El muchacho se rompió una pierna. "¡Padre, ¡qué desgracia!“,
"¡Me he roto la pierna!“ El padre retomando su experiencia
y sabiduría sentenció: "¿Por qué lo llamas desgracia?
¡Veamos que nos trae el tiempo!"
8. El muchacho no se convencía de la filosofía del padre, sino que
gimoteaba en su cama. Pocos días después, pasaron por la aldea
los enviados del rey buscando jóvenes para llevárselos a la
guerra. Vieron en la casa del anciano, a un joven entablillado
y lo dejaron, siguiendo de largo.
9. El joven comprendió entonces que nunca hay que dar
ni a la desgracia ni a la fortuna como absolutas,
sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo,
para ver si algo es malo o bueno…
10. La MORALEJA de este
Antiguo Consejo Chino
es que la vida da
tantas vueltas y es tan
paradójico su desarrollo,
que lo malo se hace bueno
y lo bueno, malo…
11. Así es que esperemos el día de mañana con Alegría
y vivamos el hoy con Plenitud…