1. A ti te cantamos
Aguinaldo Tradicional Venezolano
“Concebirás en tu vientre
y darás a luz un hijo”
Evangelio de San Lucas
(1, 26-38)
Lourdes Elizabeth Levy
Cúa, Diciembre 2014
del compositor
Ricardo Pérez
2. A ti te cantamos
preciosa María,
y de ti esperamos
paz y alegría,
a ti te cantamos,
a ti te cantamos,
preciosa María.
Tú, la flor más pura,
del vergel del cielo,
tú eres la esperanza,
tú eres el consuelo.
“Al sexto mes fue enviado por Dios el
ángel Gabriel a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, a una virgen
desposada con un hombre llamado
José, de la casa de David; el nombre
de la virgen era María. Y entrando,
le dijo: ..Alégrate, llena de gracia,
el Señor está contigo..”
3. A ti te cantamos
preciosa María,
y de ti esperamos
paz y alegría,
a ti te cantamos,
a ti te cantamos,
preciosa María.
A ti gran Señora,
a ti suspiramos,
Madre del Dios Niño, a
quien tanto amamos.
“Ella se turbó al oír estas
palabras, y consideraba qué podía
significar aquel saludo.
El ángel le dijo: ..No temas,
María, porque has hallado gracia
delante de Dios; vas a concebir
en tu seno y vas a dar a luz un
hijo, a quien pondrás por
nombre Jesús..”
4. A ti te cantamos
preciosa María,
y de ti esperamos
paz y alegría,
a ti te cantamos,
a ti te cantamos,
preciosa María.
No nos desampares,
divina Señora,
se nuestro consuelo,
en cualquiera hora.
“El será grande y será llamado
Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le
dará el trono de David, su padre;
reinará sobre la casa de Jacob por
los siglos y su reino no tendrá fin..
María respondió al ángel:
..¿Cómo será esto, puesto que no
conozco varón?..
5. A ti te cantamos
preciosa María,
y de ti esperamos
paz y alegría,
a ti te cantamos,
a ti te cantamos,
preciosa María.
Lumbrera del mundo,
cándida María, en la
triste vida, nuestros
pasos guía.
“El ángel le respondió:
..El Espíritu Santo vendrá sobre
ti y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra;
por eso el que ha de nacer
será santo y será llamado
Hijo de Dios..”
6. A ti te cantamos
preciosa María,
y de ti esperamos
paz y alegría,
a ti te cantamos,
a ti te cantamos,
preciosa María.
Por ti virgen pía,
baja el Redentor,
por ti el alma mía,
se inflama de amor.
“Mira, también Isabel, tu pariente,
ha concebido un hijo en su vejez,
y este es ya el sexto mes de aquella
que llamaban estéril, porque nada
es imposible para Dios.. Dijo María:
..He aquí la esclava del Señor;
hágase en mí según tu palabra..
Y el ángel se retiró de su presencia.”
7. Avemaría
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita tú eres entre
todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Santa María,
Madre de Dios,
ruega por nosotros,
pecadores, ahora
y en la hora
de nuestra muerte.
Amén.
8. Salve
Dios te salve, Reina y Madre
de misericordia, vida, dulzura
y esperanza nuestra; Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos
de Eva; a ti suspiramos,
gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
¡Ea! pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos, y después de este
destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros, santa Madre
de Dios, para que seamos dignos
de alcanzar las promesas de Cristo.
Amén.
9. Bajo tu Amparo
Bajo tu amparo nos
acogemos,
Santa Madre de Dios.
No desoigas las
súplicas que te
dirigimos en nuestras
necesidades, antes
bien, líbranos de todo
mal y peligro
¡oh! Virgen gloriosa y
bendita.
Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios,
para que seamos
dignos de alcanzar las
promesas de Nuestro
Señor Jesucristo.
Amén.
10. Bendita sea tu Pureza
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios
se recrea en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa, Virgen sagrada, María, yo te ofrezco en
este día, alma, vida y corazón. Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía y dame tu santa Bendición. Amén.
11. Magníficat
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador,
porque ha mirado la humildad de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las
generaciones porque el Poderoso
ha hecho obras grandes por mí.
Su nombre es Santo y su misericordia llega a
sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo,
dispersa a los soberbios de corazón.
Derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes.
A los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su
santa alianza según lo había prometido a
nuestros padres en favor de Abrahán y su
descendencia por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en principio ahora y siempre
por los siglos de los siglos.
Amén.
12. Acuérdate Virgencita
Acuérdate, oh piadosísima
Virgen María, que jamás se ha
oído decir que ninguno de los
que han acudido a tu protección,
implorando tu asistencia y
reclamando tu socorro, haya
sido abandonado de ti.
Animado con esta confianza,
a ti también acudo
¡oh virgen madre! y aunque
gimiendo bajo el peso de mis
pecados, me atrevo a
comparecer ante tu presencia
soberana, no deseches
¡oh purísima y santísima
Madre de Dios!
mis humildes súplicas, antes
bien escúchalas y atiéndelas
favorablemente.
Amén.