El documento resume los tres grados o reinos de gloria en el cielo - el Reino Celestial, el Reino Terrestre y el Reino Telestial - según la visión del Profeta José Smith. Describe las recompensas y limitaciones de cada reino, así como quiénes heredarán cada reino según sus obras en la tierra. También menciona que existen subdivisiones dentro de cada reino, con más detalles provistos sobre las subdivisiones en el Reino Celestial.
2. Más allá del velo:
La vida en las eternidades
La obra de José Smith en la traducción de la Biblia dio lugar a una extraordinaria visión de la vida en las
eternidades. El 16 de febrero de 1832, el Profeta se encontraba en casa de John Johnson, en Hiram,
Ohio, trabajando con Sidney Rigdon quien era su escribiente; estaba traduciendo el Evangelio de Juan.
“A juzgar por las varias revelaciones que se habían recibido”, dijo después el Profeta, “era evidente que
se habían quitado de la Biblia muchos puntos importantes tocantes a la salvación del hombre, o se
habían perdido antes de su compilación. A juzgar por las verdades que quedaban, era de por sí
evidente que si Dios iba a premiar a cada uno de acuerdo con las obras hechas en la carne, el término
‘cielo’, como lugar destinado para el hogar eterno de los santos, tendría que incluir más de un reino”1.
El Profeta tradujo Juan 5:29, donde se describe cómo todos “saldrán” en la resurrección, “los que
hicieron lo bueno... a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de
condenación”. Mientras él y Sidney Rigdon reflexionaban sobre ese pasaje, se abrió ante ellos una
visión maravillosa. Tal como registró el Profeta: Fueron abiertos nuestros ojos e iluminados nuestros
entendimientos por el poder del Espíritu, al grado de poder ver y comprender las cosas de Dios, aun
aquellas cosas que existieron desde el principio, antes que el mundo fuese, las cuales el Padre decretó
por medio de su Hijo Unigénito, que estaba en el seno del Padre aun desde el principio” (D. y C. 76:12–
13).
En esa gloriosa visión, el Profeta y Sidney Rigdon vieron al Hijo de Dios a la diestra del Padre y
“[recibieron] de su plenitud” (D. y C. 76:20). Vieron los tres reinos de gloria que Dios ha preparado para
Sus hijos y aprendieron quiénes heredarán esos reinos.
Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, pág. 229-231
3. LOS TRES GRADOS O REINOS DE GLORIA
Reino celestial
(Reino de Dios)
Reino Terrestre
Reino Telestial
Es el más alto de los tres grados o reinos de gloria en el cielo, donde uno está
en la presencia del Padre Celestial y de Jesucristo. En las Escrituras se compara
la gloria del reino celestial con la gloria del sol.
https://www.lds.org/topics/celestial-kingdom?lang=spa
D. y C. 76:50-70
Es el segundo grado o reino de los tres grados de gloria en el cielo. En las
Escrituras, la gloria del reino terrestre se compara con la gloria de la luna.
https://www.lds.org/topics/terrestrial-kingdom?lang=spa
D. y C. 76:71-80
Es el menor de los tres grados o reinos de gloria en el cielo. Las Escrituras
comparan la gloria del reino telestial con la gloria de las estrellas.
https://www.lds.org/topics/telestial-kingdom?lang=spa
D. y C. 76:81-113
4. RECOMPENSAS Y LIMITACIONES EN CADA GRADO DE GLORIA
Reino celestial
(Reino de Dios)
Reino Terrestre
Reino Telestial
Grandes oportunidades y recompensas
• Descenderán con Cristo en su segunda venida (véase D. y C. 76:63).
• Se levantarán en la mañana de la primera resurrección (véanse los versos 64-65; 88:28-29).
• Llegan a ser miembros de la Iglesia del Primogénito (véase el vers.54).
• Se convierten en reyes y sacerdotes de Dios y reciben la plenitud del Padre (véanse 56-57, 94).
• Reciben todas las cosas del Padre (véanse los versos 55, 59).
• Moran para siempre en la presencia de Dios y de Cristo (véase el verso 62).
• Se convierten en dioses (véase el verso 58; 132:19-20).
Recompensas y limitaciones
• Reciben de la presencia del Hijo, pero no de la plenitud del Padre (véase el verso 77).
• Se levantan en la primera resurrección, luego de la resurrección de los seres celestiales (véanse los
versos 78; 88:99).
• Sirven de ministrantes a los del reino telestial (véase D. y C. 76:86).
• Moran en un reino cuya gloria, poder y dominio exceden a los que imperan en el reino telestial
(véase el verso 91).
• Reciben del Espíritu Santo por medio de la ministración de seres celestiales (véase el verso 87).
Recompensas y limitaciones
• No resucitarán sino hasta la segunda o última resurrección (véase el verso 85).
• Son arrojados al infierno hasta que llegue la última resurrección (véanse los versos 84, 104-106).
• No podrán ir nunca a donde moran Dios y Jesucristo (véase el verso 112).
• Reciben al Espíritu Santo por medio de la ministración de seres terrestres (véase el verso 86).
• Serán siervos del Altísimo (véase el verso 112).
Adaptado del Manual de Institutos Doctrina del evangelio Guía para el maestro, Paginas 127-129
5. HEREDEROS DE CADA GRADO DE GLORIA
Reino celestial
(Reino de Dios)
Reino Terrestre
Reino Telestial
Obras y actitudes
• Los que recibieron un testimonio de Jesús (véase D. y C. 76:51).
• Los que recibieron el bautismo (véase el verso 51).
• Los que recibieron al Espíritu Santo (véase el verso 52).
• Los que guardaron los mandamientos (véase el verso 52).
• Los que vencieron todas las cosas (véase el verso 60).
• Los que fueron sellados por el Santo Espíritu de la promesa (véase el verso 53).
• Los que cumplieron con el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio (véase D. y C. 131:1-3).
Obras y actitudes
• Los que murieron sin ley (véase D. y C. 76:72).
• Los que se encontraban encerrados en la prisión del mundo de los espíritus y que no recibieron el
testimonio de Jesús en la tierra, pero que lo aceptaron después de su muerte (véanse los versos 73-
74).
• Los honorables de la tierra que fueron cegados por las artimañas de los hombres (véase el verso 75).
• Los que recibieron un testimonio de Jesús, pero no fueron valientes en él (véase el verso 79).
Obras y actitudes
• Los que obstinadamente rechazaron el evangelio, el testimonio de Jesús, a los profetas y el convenio
sempiterno (véase D. y C. 76:99-101).
• Los que fueron asesinos, mentirosos, hechiceros, adúlteros y fornicarios (véase el verso 103;
Apocalipsis 22:15).
• Los que no negaron al Espíritu Santo (véase el verso 83).
Adaptado del Manual de Institutos Doctrina del evangelio Guía para el maestro, Paginas 127-129
6. Reino celestial
(Reino de Dios)
Reino Terrestre
Reino Telestial
SUBDIVISIONES EN CADA GRADO DE GLORIA
“En la gloria celestial HAY TRES CIELOS O GRADOS” (D. y C. 131:1)
“…y aunque no tenemos ninguna potestad directa para la declaración, PARECE SINO
RAZONABLE CONCLUIR QUE HAY DIFERENTES GRADOS DE GLORIA TAMBIÉN EN EL MUNDO
TERRESTRE... ya que los grados de dignidad en los hombres son casi infinitas en su variedad; y
como todo hombre debe ser juzgado según sus obras, se requerirá una infinidad de grados de
gloria correspondiente para impartir a cada cual la recompensa de la que es digno…”
-BH Roberts, New Witnesses for God 1:392
"Estas son las grandes divisiones de la gloria en el mundo venidero, pero hay subdivisiones o
grados. De la gloria telestial está escrito: "Y la gloria de lo telestial es una, así como la gloria de
las estrellas es una; porque como una estrella es diferente de otra en gloria, ASÍ DIFIEREN UNO
Y OTRO EN GLORIA EN EL MUNDO TELESTIAL" [D. y C. 76:98]. De esto es evidente de que hay
diferentes grados de gloria en la gloria Celestial y Telestial”
-BH Roberts, New Witnesses for God 1:391
7. LAS SUBDIVISIONES EN LA GLORIA CELESTIAL
“En la gloria celestial hay tres cielos o grados” (D. y C. 131:1)
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Exaltación
El máximo estado de felicidad y
gloria dentro del reino celestial.
(D. y C. 76:58-60)
El Señor no ha revelado a la
Iglesia quiénes vivirán en dos de
los tres grados del reino celestial.
¿Investidos?
(D. y C. 132:17) (D. y C. 132:16)
¿Bautizados?
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SALVACIÓN CELESTIAL SIN EXALTACIÓN
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Exaltación
El máximo estado de felicidad y
gloria dentro del reino celestial.
Limitaciones
“En la gloria celestial hay tres cielos o grados; y para alcanzar
el más alto, el hombre tiene que entrar en este orden del
sacerdocio [es decir, el nuevo y sempiterno convenio del
matrimonio]; y si no lo hace, no puede alcanzarlo.
Podrá entrar en el otro, pero ése es el límite de su reino; no
puede tener progenie.” (D. y C. 131:2-4)
“… nadie puede rechazar este convenio y entrar en mi gloria.”
(D. y C. 132:4)
"¡Nadie! No importa cuán justos hayan sido, cuan inteligentes
o cuánto conocimiento tengan. Nadie entrará en esta gloria
más alta a menos que entre en el convenio, y esto significa el
nuevo y sempiterno convenio del matrimonio” (Spencer W.
Kimball. Importancia del matrimonio celestial, Liahona,
Octubre de 1980, pág. 6)
El Señor no ha revelado a la
Iglesia quiénes vivirán en dos de
los tres grados del reino celestial.
¿Investidos?
¿Bautizados?
”Por tanto, cuando están fuera del mundo ni se casan ni se dan en casamiento, sino que son nombrados ángeles en el
cielo, ángeles que son siervos ministrantes para ministrar a aquellos que son dignos de un peso de gloria mucho
mayor, y predominante, y eterno.
Porque estos ángeles no se sujetaron a mi ley; por tanto, no pueden tener aumento, sino que permanecen separada y
solitariamente, sin exaltación, en su estado de salvación, por toda la eternidad; y en adelante no son dioses, sino
ángeles de Dios para siempre jamás.” (D. y C. 132:16-17)
"Está claro en la declaración del Señor que los hombres y las mujeres justos recibirán los debidos galardones de sus
obras. Ahora, si no cumplen con lo debido, no serán condenados según el concepto de la terminología comúnmente
aceptada, pero se enfrentarán a muchas limitaciones y privaciones, y no podrán alcanzar el reino más elevado.
Llegaran a ser siervos ministrantes para aquellos que cumplieron con todas las leyes y vivieron todos los
mandamientos.” (Spencer W. Kimball. Los templos y el matrimonio eterno, Liahona, Enero de 1975, pág. 5)
9. Las bendiciones de la exaltación
“De modo que, como está escrito, son dioses, sí, los hijos de
Dios.
Por consiguiente, todas las cosas son suyas, sea vida o
muerte, o cosas presentes o cosas futuras, todas son suyas, y
ellos son de Cristo y Cristo es de Dios.
Y vencerán todas las cosas.” (D. y C. 76:58-60)
“… y esta gloria será una plenitud y continuación de las
simientes por siempre jamás. Entonces serán dioses, porque
no tendrán fin; por consiguiente, existirán de eternidad en
eternidad, porque continuarán; entonces estarán sobre todo,
porque todas las cosas les estarán sujetas. Entonces
serán dioses, porque tendrán todo poder, y los ángeles
estarán sujetos a ellos” (D. y C. 132:19-20)
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Exaltación
El máximo estado de felicidad y
gloria dentro del reino celestial.
LA EXALTACIÓN
“Esta, pues, es la vida eterna: conocer al único Dios sabio y verdadero; y ustedes mismos tienen que aprender a ser
dioses, y a ser reyes y sacerdotes de Dios… al avanzar de un pequeño grado a otro, y de una capacidad pequeña a una
mayor; de gracia en gracia, de exaltación en exaltación, hasta que logren la resurrección de los muertos y puedan
morar en fulgor eterno y sentarse en gloria, como aquellos que se sientan sobre tronos de poder sempiterno…”
(Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith. Pág. 233-234)
“La exaltación es la vida eterna, la clase de vida que Dios vive. Él vive en gran gloria y es perfecto. Él posee todo
conocimiento y toda sabiduría; es el Padre de hijos espirituales; es un creador. Nosotros podemos llegar a ser como
nuestro Padre Celestial: eso es la exaltación.” (Principios del Evangelio, (2011), Pág.275–80)
“Quienes reciban la exaltación en el reino celestial tendrán la “continuación de las simientes por siempre jamás”.
Vivirán en la relación familiar.” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Joseph Fielding Smith. Pág. 72)
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Exaltación
El máximo estado de felicidad y
gloria dentro del reino celestial.
LA EXALTACIÓN
Requisitos para la exaltación
1- Debemos recibir el testimonio de Jesús, bautizarnos,
recibir al Espíritu Santo y guardar sus mandamientos (véase
D. y C. 76:51-52).
2- Debemos cumplir con el nuevo y sempiterno convenio del
matrimonio:
“En la gloria celestial hay tres cielos o grados; y para alcanzar
el más alto, el hombre tiene que entrar en este orden del
sacerdocio [es decir, el nuevo y sempiterno convenio del
matrimonio]; y si no lo hace, no puede alcanzarlo.
Podrá entrar en el otro, pero ése es el límite de su reino; no
puede tener progenie.” (D. y C. 131:2-4)
3- Debemos vencer todas las cosas por medio de la fe, ser
justos, fieles y ser sellados por el Santo Espíritu de la Promesa
(véase D. y C. 76: 53, 60).
“Después que una persona tiene fe en Cristo, se arrepiente de sus pecados, se bautiza para la remisión de ellos y
recibe el Espíritu Santo (por la imposición de manos)… entonces si continúa humillándose ante Dios, teniendo hambre
y sed de justicia y viviendo de acuerdo con todas las palabras de Dios, el Señor le dirá dentro de poco: ‘Hijo, serás
exaltado’. Cuando el Señor lo haya probado en todas las cosas, y haya visto que aquel hombre está resuelto a servirlo,
pase lo que pase, ese hombre verá que su vocación y elección han sido confirmadas” (Enseñanzas del Profeta José
Smith, Compilación de José Fielding Smith de 1982, pág. 178).
"Cuando subís por una escalera, tenéis que empezar desde abajo y ascender paso por paso hasta que llegáis a la cima;
y así es con los principios del evangelio: tenéis que empezar por el primero, y seguir adelante hasta aprender todos los
principios que atañen a la exaltación. Pero no los aprenderéis
sino hasta mucho después que hayáis pasado por el velo. No todo se va a entender en este mundo; la obra de
aprender nuestra salvación y exaltación aún más allá de la tumba será grande." (Enseñanzas del profeta José Smith,
Compilación de José Fielding Smith de 1982, págs. 430-431.)
11. Sobre la visión que más tarde pasó a ser la sección 76 de Doctrina y Convenios. El
Profeta explicó: “Nada podría complacer más a los santos, tratándose del orden
del reino del Señor, que la luz que bañó al mundo por medio de la visión anterior.
Toda ley, todo mandamiento, toda promesa, toda verdad y todo punto
relacionado con el destino del hombre, desde el Génesis hasta el Apocalipsis,
donde la pureza de las Escrituras no ha sido manchada por la insensatez de los
hombres… da testimonio del hecho de que ese documento es una transcripción
de los anales del mundo eterno. La sublimidad de las ideas; la pureza del
lenguaje; el campo de acción; la duración continua para la consumación, a fin de
que los herederos de la salvación confiesen al Señor y doblen la rodilla; los
premios por la obediencia y los castigos por los pecados, sobrepujan de tal
manera la estrechez mental de los hombres, que todo hombre justo se ve
obligado a exclamar: ‘Vino de Dios’ ”2.
Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, pág. 229-231