3. Alberto, hoy resuena tu nombre, se escucha tu palabra encendida. Tu rostro hoy recorre las calles, tu huella marca un nuevo camino. Profeta que anunciaste el Reino, supiste denunciar el dolor Reíste con un canto a la vida, mostraste un camino mejor.
4. Alberto contemplé tu figura, incendiando las calles de una oscura ciudad. Y vi que mil rostros reían, y otros más comprendían que era el paso de Dios.
5. ese fuego de Dios. Alberto has tocado nuestra alma, y ya siento que enciende Tu vida fue un regalo divino, una historia que hizo, de este Chile un hogar.
6. Maestro que enseñaste a vivir, la vida como lo hizo Jesús. Mirando en los hombres que sufren, su cuerpo castigado en la cruz. Apóstol compañero de pobres, viviste en tu carne el dolor. De tantos que vivían despreciados tus manos fueron pan y un hogar.
7. Alberto contemplé tu figura, Y vi que mil rostros reían y otros más comprendían que era el paso de Dios. incendiando las calles de una oscura ciudad.
8. y ya siento que enciende ese fuego de Dios. se alza inmensa hasta el cielo, en las manos de Dios. Alberto, has tocado nuestra alma Tu vida, derramada en las calles,