2. Isabelita, maestra ,
compañera, has dejado
un listón muy alto.
Tu buen hacer, tu
alegría, tu humildad,
tu vitalidad, tu
ilusión, tu
entusiasmo, tu
perseverancia, tu
carácter cálido y
acogedor, tu
disposición siempre a
colaborar…
3. Los que te hemos
conocido y hemos
tenido la suerte de
trabajar contigo
siempre recordaremos
la gran tarea humana
y educativa que junto
a tu fiel compañero
Paco has llevado a cabo
en el Aula
Hospitalaria del
Ramón y Cajal.
4. EN EL CARNAVAL EN LAS VISITAS POR EL HOSPITAL
Te hemos visto disfrutar y
entusiasmarte
9. EN LA ELABORACIÓN DE
“LAS NEURONAS JUGUETONAS”
Y…EN TODAS LAS ACTIVIDADES DIARIAS
10. Y para despedirte,
esta poesía que un día nos regalaste
Educar es lo mismo
que poner motor a una barca…
hay que medir, pesar, equilibrar…
… y poner todo en marcha.
Para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.
Pero es consolador soñar mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera
enarbolada.
(Gabriel Celaya)