Este documento describe los derechos sexuales como derechos humanos universales basados en la libertad, dignidad e igualdad inherentes a todos los seres humanos. Afirma que la salud sexual, incluido el acceso a la información, servicios y expresión sexual libre de discriminación, es un derecho fundamental y necesario para el desarrollo de una sexualidad saludable en las personas y las sociedades. Finalmente, sostiene que los derechos sexuales deben ser reconocidos, promovidos y defendidos por todas las sociedades.