Francisco de Goya nació en 1746 en Fuendetodos, Zaragoza, España. Se dedicó a la pintura y grabado, a pesar de haber aprendido el oficio de dorador de su padre. Creó numerosas obras maestras a lo largo de su carrera, que abarcó desde retratos de la realeza hasta escenas de la vida cotidiana, antes de quedar sordo y mudirse a Francia, donde murió en 1828.