Psorinum y sus usos en la homeopatía y la dermatología
Contribuciones a la historia de la homeopatía.pdf
1. Contribuciones a la Historia
de la Homeopatía.
Traducido del, “Allg. hom. Zeit., XXXIX, pagina 339.”
Por. Lic. Hom. Francisco Navarro Rincón.
Guadalajara Jalisco.
2. Comunicado para el Dr. V. Boenninghausen. Debe dejar
de ejercer la práctica veterinaria Homeopática.
Hemos sido informados, Noble señor, que cuando el
comisario Henschen de Holzhausen lo busco para consejos
médicos acerca de un cerdo mordido por un perro rabioso,
usted le dio POLVOS para el animal, y después el cerdo
contrajo la rabia por lo tanto tuvo que matarle en la presencia
de un médico veterinario Steinkuhler, juntamente con la cría
de tres cerdos nacidos después del evento.
En ocasión de este acontecimiento le comunicamos en copia
a la orden del Ministro Real de Asuntos Espirituales,
Educativos y Médicos emitido en Diciembre 6, 1840 (revista
Ministerial para el interior, 1840 p. 476).
Esta ordena que las personas que no hayan sido aprobadas
para la práctica médica veterinaria no deban dar tratamientos
a animales domésticos en enfermedades de categoría
infecciosa y epidémica. Ya que usted no cuenta con el titulo
demandado por la misma. Por Orden del Gabinete Real de
Julio 11,1843, que le concedió permiso para tratar
Homeopáticamente pacientes en casos simples con sus
medicinas correspondientes, debemos prohibirle el dar
tratamiento médico a animales rabiosos o domésticos
mordidos por los mismos o aquellos a los que se sospecha
rabiosos, de igual manera en general a Ganado contagiado
de enfermedades infecciosas o epidémicas. Si usted desea
evitar una multa de cinco a diez dólares.
Ministro Real del Interior.
3. Para el consejero Real, retirado,
Dr. Von Boenninghausen
Hombre noble en esta ciudad.
N. 404 I. M.
Siguiente No. II. El rescripto emitido por el Ministro del
Interior.
Para el Honorable Gobierno Real aquí.
Munster, Julio 10,1850.
La orden dada a mí me pone sobre el deber imperativo, no en
el mío propio, sino por la causa, de no recibirla en silencio, y
por lo tanto, por así decirlo el confesar una culpa de la cual
soy TOTALMENTE INOCENTE, así como en lo material como
en lo formal. Todo el Honorable colegio no refutara mi
testimonio de que YO NUNCA HE ESTADO ENTRE LOS
QUE SE QUEJAN, SIEMPRE HE DEDICADO TODO MI
TIEMPO Y ESFUERZO AL ESTUDIO, ASESORANDO Y
LLEVANDO AYUDA CUANDO Y DONDE QUIERA QUE ME
FUERA POSIBLE DE UNA MANERA FIEL Y HONESTA. Por
lo tanto no tengo que temer que mi actuar sea mal
interpretado ya que simplemente deseó y me esfuerzo por lo
que es verdaderamente bueno; pero al mismo tiempo como
es propio, ESTOY DECIDIDO A OPONERME A CUALQUIER
OBSTÁCULO EN ESTA TAREA CON CELO Y
DETERMINACIÓN.
4. A pesar de que es una verdad innegable probada por
numerosos hechos que, LA CURACIÓN DE LAS
ENFERMEDADES DE ANIMALES VA COMPLETAMENTE
DE ACUERDO A LA MISMA LEY DE CURACIÓN DE LOS
HOMBRES, yo sin embargo comienzo a llegar también a
ellos; si las objeciones de los adherentes de la vieja escuela
repiten “AD NAUSEAM” (hasta la saciedad) que no, por así
decirlo, me veo obligado a ello. Después de que tantos
hechos sorprendentes no dejan lugar a duda, la única
objeción que les queda es Las curaciones de los Homeópatas
son causadas meramente por las dietas, por la imaginación y
confianza porque la (nada) administrada por ellos es incapaz
de efectuar curaciones.”
Si tales declaraciones ridículas se limitan a hacer una broma
barata y algo tonta, todo hombre racional a lo sumo se habría
encogido de hombros compasivamente o lo dejaría pasar
como una locura transitoria. Pero después de todas las otras
objeciones la mayoría dibujadas bajo una absurda teoría,
ninguna son de valor, Este sentido común por fin se apoderó,
y por que fue expresado con tal semblante que parecía
cuerdo, que hubo hombres tontos que realmente lo creyeron.
A fin de que este último resquicio impracticable para los
oponentes de los nuevos y naturales métodos de curación,
NADA ES MAS CONVENIENTE QUE LA APLICACIÓN DE
LA HOMEOPATÍA EN LOS ANIMALES, aquí nada se le
puede atribuir a la dieta de igual manera a la influencia de la
imaginación o a la confianza. Cuando los animales, por lo
tanto con tales tratamientos se recuperan y en efecto en un
tiempo muy corto no puede negarse que su curación se debe
5. a estas ridiculizadas (nadas) al menos de que toda razón se
aparte y el escepticismo se aumente hasta la locura.
El volumen 38 del Allgemeine hom. Zeitung, por Hartmann y
Rummel, contiene en el numero 23 un tratado sobre esto con
un apéndice en las curaciones efectuadas en animales con
dichas (nadas) y en efecto con (nadas) en grado superlativo.
Puramente por esta razón y basado en el principio de “Similia
Similibus” No me considero muy aristocrático donde mi ayuda
es invocada en casos individuales y al principio solamente en
los casos cuando los métodos veterinarios actuales no han
mostrado éxito, no niego mi asistencia incluso a animales de
varias especies. Desde Enero 18, 1849, he guardado un
diario formal y por lo tanto estoy listo a cualquier hora a dar
cuentas concernientes a cada caso tratado igualmente como
soy capaz de hacerlo con mis tratamientos de personas
enfermas, Sin embargo el reporte antes citado no es tan
completo. En este diario por consiguiente se encuentra un
registro de la porcina preñada perteneciente a Hensche en
Mayo 8, de este año con un aviso de los remedios usuales
usados contra las mordeduras de perros rabiosos, después
de acuerdo a información subsecuente existe la observación,
“La cerda, sin embargo se dice que se ha convertido en
Hidrofobica, aun que no había mordido como las cerdas
rabiosas siempre lo hacen.” Por lo tanto es muy cuestionable
si dicha cerda en realidad tenia hidrofobia cuando fue
asesinada, y por muchas razones científicas tengo el
perfecto derecho al cuestionar esto, y negarlo hasta que el
reporte de la autopsia hecha pruebe la afirmación del médico
6. veterinario Steinkuehler, que es totalmente desconocido por
mí.
Pero aun en ese caso no importaría mucho si por alguna
causa desconocida, la hidrofobia hubiera brotado
excepcionalmente en este caso, Ya que en estos casos,
incluso entre los hombres, cuando son tratados
alopáticamente esto ocurre muy frecuentemente, como las
tablas estadísticas de este año lo muestran claramente. Dos
tristes ejemplos de esto ocurrieron los últimos dos años aquí
ante las puertas de la cuidad de Munster, y en el pueblo de
Coesfeld, Por otro lado ni un solo caso autentico ha llegado a
mi conocimiento de que algún hombre mordido por un perro
rabioso, que se haya vuelto hidrofobico, se salvara por la
alopatía. Pero puedo mostrar un caso de una persona así
salvada por la homeopatía. Los registros del Gobierno Real
del inicio del año 1830 contienen los reportes del Dr. Sentrup,
médico del distrito concerniente al brote de hidrofobia con
Louise Klusemann, nacido Iburg, 21 años de edad viviendo
como criado en la granja de Menken cerca Alveskirchen,
donde fue medicado alopáticamente por varios días sin efecto
alguno.
Pero por lo que el tribunal publico en la carta en cuestión,
dudo que mi tratamiento homeopático de esta persona que de
otra forma hubiera muerto sin posibilidad de rescate se haya
introducido en los registros. Pero soy capaz aun en estos días
de dar en exacto detalle y el registro exacto del caso como
fue publicado en Archiv fur die hom. Heilkunst, Vol. X No. 3,
página 85, la cual se puede confirmar por comunicación con
el ahí pastor, así como por la declaración escrita de acuerdo
7. a las palabras de la persona curada en presencia del
consejero privado, Baronet von Korff, unas cuantas semanas
después del evento. La fama de esta curación, la cual no se
ha olvidado así como muchas otras extraordinarias
curaciones que desde entonces me han traído un gran
número de personas mordidas por presuntos perros rabiosos,
y con ninguna de estas personas que he usado mis remedios
homeopáticos se presento la rabia, aunque vi varios de ellos
que habían sido terriblemente mordidos y destrozados,
algunas de estas personas por perros que su mordida causo
hidrofobia con otros animales. Estos remedios no son sin
embargo, secretos, son vendidos y administrados sin
restricción en muchos lugares; ni han causado gastos al
estado como es el caso con muchos otros medicamentos,
pero se han dado a conocer desinteresadamente en mis
trabajos y otros junto con las instrucciones que muestran
cómo usarlos. Estos remedios son los únicos y verdaderos
profilácticos de la Hidrofobia ya que tiene la virtud de poder
curar la totalidad de la enfermedad aun cuando ha estallado,
esta última condición es indispensable, y donde un
profiláctico no se ha sometido a esta prueba es, por
homeópatas, relegados a la vez a la duda e inseguridad del
limbo, no en la de remedios secretos y farsantes. El tiempo
de la autoridad vacía de afirmaciones y opiniones a pasado
para no volver, y en el futuro solo será aceptado como
verdadero lo que ha sido correctamente probado por la
experiencia, y lo que corresponde a la ley de la naturaleza
cual no es menos irrefutable que la ley de la gravedad
establecida por Newton.
8. Pero tenemos una razón más para aplicar una crítica rigurosa
a la antigua práctica de la medicina, ya que incluso entre los
partidarios más decididos de la vieja escuela existe un grupo
de hombres honestos que la ha reconocido y designado como
una colección de falacias y falsedades.
Tanto que pensé que era mi deber decir con respecto a la
orden emitida por el honorable Gobierno Real, fechada el 24
de este mes, No mencionare el grado en el que los
homeópatas me han puesto, ni los muchos honores que me
han mostrado, diplomas etc., que llegan y siguen llegando de
los más remotos países, pero pasemos a las conclusiones
que se deducen de los mismos.
En este sentido, no debe pasarse por alto que la orden del
Supremo Gabinete Real concerniente a mi actividad
homeopática está fechada en julio 11, 1840, Por lo tanto, esta
orden ministerial no puede afectar a la otra, aunque un
ministro tenga el poder de invalidarla o arbitrariamente limitar
una orden del Gabinete Real.
En segundo lugar en la orden del Gabinete Real no se
encuentra una restricción o excepción en cuanto a cualquier
tipo de enfermedad. Por lo tanto no puede haber
interpretaciones de esta orden mucho menos que situé la vida
de una cerda por encima de la de un ser humano.
Finalmente la anterior dice, la orden ministerial declara
claramente que NO HABRA OBSTRUCCIÓNON A PONER
EN MI CAMINO BASADA EN MI FALTA DE TITULACIÓNON,
y sin embargo la orden citada por usted me pone en conflicto
directo por lo mismo, dice que no he obtenido la titulación en
9. ese edicto ministerial y por lo tanto me queda prohibido etc.,
amenazándome con una multa de entre cinco a diez dólares.
Hay interpretaciones que no corresponden con el sentido
común, sino una interpretación contradictoria, descabellada y
simple como nunca había visto antes, y por lo tanto no puedo
rendirme a la honorable orden del Gobierno Real en este
caso.
Dr. C. von Boenninghausen,
Canciller real (retirado).
Historia de la Homeopatía, continuación:
Continuación en Allg. hom. Zeit. Vol. XL, pagina 96.
Nos encontramos conmovidos por las razones dadas en su
respuesta de julio 10, en año en curso, a nuestra orden de
junio 24, del año en curso, nos retractamos de nuestra
posición y en particular nos dirigimos a usted en referencia al
tratamiento de perros rabiosos o aquellos mordidos por ellos
de acuerdo a las indicaciones dadas en el parágrafo 100 de la
regulación confirmada por la autoridad real Octubre 28 de
1835, (Lawb. No. 27, página 239). De acuerdo al cual toda
persona sin ser medico es estrictamente advertida contra el
tratamiento de dichos casos los cuales son permitidos aun
para los médicos y veterinarios solo en condiciones de
estrictas limitaciones.
10. Desde la orden del gabinete real julio 11, 1843, dándole
permiso de dar asesoría homeopática y administrar remedios
homeopáticos a pacientes que en casos individuales acudan
a usted por confianza especial, de ninguna manera puede
usted obtener privilegios más extensos que los que están
concedidos aun para médicos titulados.
El Gobierno real.
Munster, Septiembre 6, 1850.
Para el consejero real (retirado)
Dr. Von Boenninghausen, aquí.
459. I.M.