2. El centro de la Tierra arde, las
placas tectónicas más
superficiales convergen, una
burbuja se desprende hacia la
superficie y de pronto... nace
un volcán, uno de los
espectáculos más
impresionantes de la
naturaleza.
3. Científicamente, un volcán puede definirse como la
ruptura de la corteza terrestre, cuyo espesor mide
según Mohorovicic por debajo el océano de 5 a 6 km
de espesor, en la corteza continental de 30 a 40 y en
las montañas puede medir más de 70, a través de la
cual sube el magma. Debido a las altas presiones,
tanto la corteza terrestre como el manto rocoso de
su interior se funden y fluyen por una chimenea,
como si fueran líquidos con temperaturas mayores a
1,000ºC.
4. México es un país cuya
superficie está formada
por una vasta antiplanicie
rodeada de cadenas
montañosas, con una
extensa gama de volcanes,
viejos y jóvenes, y tanto
gigantescos como
sumamente pequeños que
presentan distintas formas
de actividad.
Para muchas de las
antiguas civilizaciones, los
volcanes y montañas
significaban la morada de
los dioses; para otras
culturas, estas
formaciones geológicas
5. Si bien es evidente que un volcán vive cuando arroja
fumarolas, todos pueden entrar en actividad
inesperadamente. De todos los volcanes que se
encuentran en México varios de ellos aún están
activos:
6.
7.
8.
9.
10. Los activos están en constante erupción, Son aquellos
que entran en actividad eruptiva. La mayoría de los
volcanes ocasionalmente entran en actividad y
permanecen en reposo la mayor parte del tiempo. Para
bienestar de la humanidad solamente unos pocos están
en erupción continua. como el Strómboli en el sur de
Italia y el Maunaloa en las islas Hawai.
Los apagados están inactivos desde hace muchos
años, son aquellos que estuvieron en actividad durante
períodos muy lejanos y no muestran indicios de que
puedan reactivarse en el futuro. Son muy
frecuentes, aunque la inactividad que las describe puede
reactivarse nuevamente en muy raras ocasiones, estos
volcanes generalmente han dejado de mostrar actividad
desde hace muchos siglos antes de ser considerados
extintos, como la mayoría de los volcanes mexicanos; el
Aconcagua, en los límites de Chile y Argentina, y el
11. Por último, los intermitentes son los volcanes que
tienen periodos alternados de actividad y
descanso, Los volcanes durmientes son aquellos
que mantienen ciertos signos de actividad como lo
son las aguas termales y han entrado en actividad
esporádicamente. Dentro de esta categoría suelen
incluirse las fumarolas y los volcanes con largos
períodos en inactividad entre erupción. Un volcán
se considera durmiente si su última erupción fue en
los últimos 25.000 años. Como el Vesubio en Italia
y el Colima en México, el Monserrat, el Monte
Santa Elena.