La natación como deporte de competición se estableció en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII, siendo la primera organización la National Swimming Society fundada en 1837 en Londres. Se incluyó en los primeros Juegos Olímpicos modernos de 1896 y la FINA se formó en 1908 para regular las carreras de aficionados. Ahora juega un papel fundamental en varias competiciones internacionales como los Juegos Panamericanos.