El documento discute la perspectiva judío-cristiana sobre el medio ambiente, destacando tres enseñanzas de los relatos bíblicos: 1) La historia de Caín y Abel muestra que tratar mal a otros o a la tierra destruye las relaciones, 2) La historia de Noé enfatiza que todo está interconectado y el cuidado de la naturaleza es inseparable de la fraternidad, 3) Otros relatos bíblicos también enfatizan el cuidado de la naturaleza.