El Antiguo Régimen en Europa se caracterizó por una sociedad estamental desigual, con privilegios para la nobleza y el clero que constituían el 1% de la población. La mayoría de la población, el 98%, carecía de privilegios y estaba formada principalmente por campesinos y artesanos. La economía se basaba en la agricultura y la industria artesanal, y el poder político lo concentraba el monarca a través de un sistema centralizado y absolutista.