Los iberos se asentaron en el sur y este de la península ibérica y Baleares entre los siglos VI y II a.C. Vivían de la agricultura, ganadería, comercio de metales y artesanías. Creían en dioses como animales sagrados y genios de la naturaleza, y practicaban rituales en cavernas. Su sociedad estaba jerarquizada con diferentes castas sociales.