El documento resume los diferentes elementos del antiguo santuario hebreo y su significado espiritual. Explica que el altar representaba el sacrificio sustitutivo de Cristo, el tabernáculo simbolizaba la restauración de la comunión con Dios, y la consagración de los levitas prefiguraba el ministerio de reconciliación. Aunque las formas de adoración han cambiado, la sustancia de adorar a Dios y depender de Cristo para la salvación permanece la misma.