El documento define la alfabetización académica como el conjunto de nociones y estrategias necesarias para participar en la cultura discursiva de las disciplinas universitarias. Cuestiona la idea de que el desarrollo de la lectura y escritura finaliza al ingresar a la educación superior, ya que las prácticas y representaciones propias de cada comunidad académica exigen continuar aprendiendo y perfeccionando estas habilidades.