2. 10 TIPS PARA ENTRENAR A TU PERRO
Puedes ahorrarle muchos dolores de cabeza a tu familia y
puedes evitarle mucho sufrimiento a tu animal de
compañía si le dedicas unos minutos para enseñarle las
reglas con amor y paciencia.
10 tips para entrenar a tu perro Los perros se han
convertido en un integrante importante de la familia y en
un compañero fiel. / Archivo
Por: María del Carmen López | 22 de Noviembre 2012
Casi es la regla: cuando un perro llega a la vida de una
persona lo hace desde cachorro, y la ternura que provoca
verlo tan pequeño y gracioso, nos hace olvidar que como
cualquierser vivo también tiene necesidades fisiológicasy
también requiere de cariño, paciencia, higiene y
educación, independientemente del aspecto material que
es la casa, el alimento y uno que otro juguete para que se
entretenga.
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Cuandono tenemos consideradosestos aspectos, es difícil
hacernos responsables por completo de él y ante las
primeras adversidades recurrimos a medidas poco
efectivasy lastimosasque se traducenen casos como el de
Laura, una mujer que ante la insistencia de su hija de 7
años decidió comprarle un cachorro de raza Schnauzer, la
cual es muy inquieta y se distingue por su continuos
ladridos.
“Viviendo en un departamento, los vecinos se empezaron
a quejar y fue necesario cortarle las cuerdas bucales para
que ya no hiciera tanto ruido y mientras fue pequeño lo
mantuvimos dentro de la casa, pero cuando empezó a
crecer lo subimosalcuarto de servicio que se encuentra en
la azotea y esto hacía más complicado que lo viéramos; le
subíamos alimento y agua por la mañana, limpiábamosel
lugar y ya. Ahora Ximena, mi hija, tiene 15 años y menos
quiere saber del animalito, así que lo vamos a regalar”,
afirma Laura.
Como el caso de Laura y Ximena, existen muchosotros que
también pueden variar en cuanto a la problemática
existente, sin embargo, este tipo de medidas extremas
como el abandono o producirles alteraciones físicas para
4. limitar su naturaleza, son evitables en la medida en que
dediquemos el tiempo necesario para brindarles el
entrenamiento que les permita adaptarse a la convivencia
con los humanos.
La realidad es que no requieres pagar un costoso curso
para que un perro reciba educación: desde la confianza y
el cariño que uno siente hacia él, es más sencillo
aleccionarlo y lograr que su comportamiento sea el
esperado.
Andrea Wolf, autora del libro “Tu perro, tu espejo2 de
Ediciones Obelisco, propone algunos tips que contribuyen
a que el entrenamiento, para enseñarle tanto algunas
gracias como buenos hábitos, surta buenos efectos:
1.- Antes de empezar, es necesario relajarse, se
recomienda dormir una siesta o tomar una taza de té.
2.- Hay que seleccionar el lugar correcto, éste debe ser
tranquilo, sin gente ni distractores como teléfonos, radio,
etc.
3.- Se debe procurar que la mascota esté calmada. Si uno
acabade llegarde trabajaro de laescuela, hayque esperar
5. a que termine su ritual de bienvenida, para después
empezar.
4.- Se recomienda diseñar un plan de cuántosejercicios se
van a realizar, lo ideal es empezar de menos a más.
5.- Es importante darle una sola orden a la vez, así tendrá
la oportunidad de procesar correctamente la tarea antes
de cambiar a otra cosa.
6.- Hay que hablarle despacio y con claridad. Las órdenes
deben tener pocas palabras y cortas.
7.- Solamente se habla lo necesario con la mascota, es
decir, hay que darle la orden y el elogio correspondiente,
nada más.
8.- Durante los ejercicios no se recomienda acariciarlo ni
tener contacto afectivo con él.
9.- Si el can no entendió la instrucción y por lo mismo no
obedece, hay que repetirla lenta y pausadamente.
6. 10.- Se recomienda usar objetos de motivación, como
comidao juguetesque se le brindanmientrasse le hace un
elogio. Eso sí, no es recomendable que uno muestre gran
entusiasmo con sus logros.
Dedicar unos minutos diarios a la mascota para enseñarle
la forma correcta de desenvolverse en su nuevo hogar, es
una excelente muestra para ella y para uno mismo de que
el anhelo de mantenerse juntos es permanente, y que no
terminará ni cuando deje de ser un cachorro o cuando su
comportamiento no sea el que habíamos soñado.