Este documento discute la distinción entre lo público y lo privado. Argumenta que los medios de comunicación a menudo invaden la privacidad de las figuras públicas en pos de mayores índices de audiencia, lo que puede dañar a terceros. También señala que tanto la televisión como Internet borran frecuentemente los límites entre lo público y lo privado, y propone que es importante distinguir cuidadosamente ambas esferas y tratar lo privado con discreción para evitar consecuencias negativas.