2. Nacimiento y muerte
Policarpa Salavarrieta (Guaduas, 26
de enero de 1795- Santafé de
Bogotá, 14 de noviembre de 1817 en
el Virreinato del Nuevo Reino de
Granada).
3. A los nueve años llegó La Pola a Guaduas. Allí
ingresó a la escuela del Convento de La Soledad.
donde aprendió a leer y escribir, estudió historia
española y aprendió a rasgar la guitarra y a cantar.
Ya adolescente, Policarpa Salavarrieta se dedicó a
la modistería.
Policarpa, quien tan sólo tenía 15 años, se embriagó
de patriotismo y juró luchar por un destino grandioso
para su país.
5. Enero de 1812, marchó a Santafé y entró al servicio de
doña María Matea Martínez de Zaldúa, donde fue
recibida como niñera y dama de aguja.
Sus hermanos José María y Manuel eran republicanos
centralistas partidarios de Antonio Nariño y a través de
ellos, y de las esporádicas cartas de Alejo Sabaraín,
abrazó la causa del centralismo.
A finales de 1813, Policarpa volvió a Guaduas donde
se dedicó a la enseñanza.
6. En 1815, Guaduas fue tomada
por los españoles. Mantuvo
entonces La Pola una peligrosa
posición de rechazo.
En mayo de 1816, el general
español Pablo Morillo llegó a
Santafé y comenzó la cruel
ejecución de los criollos que
habían participado en la primera
República.
7. En diciembre de 1816, se presentó en la casa de Policarpa,
en Guaduas, el coronel patriota José Ignacio Rodríguez,
quien le propuso, a nombre de sus antiguos amigos, un
trabajo para la patria.
En enero de 1817, llegó La Pola a Santafé acompañada de
su hermano Bibiano.
8. Labores de inteligencia:
recogía informes útiles sobre los movimientos de las tropas
españolas.
Escondió a patriotas fugitivos.
Visitó a aquellos que estaban en la cárcel para infundirles ánimo.
Se dedicó a concientizar a los criollos que estaban en las filas
españolas, para que tomaran partido por la causa independentista.
9. Policarpa Salavarrieta camino del patíbulo (óleo anónimo).
Fue detenida en la noche del 10 de noviembre, recluida en el Colegio
Mayor del Rosario y ajusticiada, el 14 de noviembre de 1817, junto con su
amado Alejo y otros patriotas. Todos fueron declarados reos de alta
traición y sentenciados a morir fusilados.
10. "¡Pueblo indolente! ¡Cuán distinta sería hoy
vuestra suerte si conocierais el precio de la
libertad! Pero no es tarde. Ved que, mujer y
joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil
muertes más. ¡No olvidéis este ejemplo! [...]
Miserable pueblo, yo os compadezco. ¡Algún
día tendréis más dignidad! [...] ¡Muero por
defender los derechos de mi patria!”
En la cárcel su compatriota Joaquín Monsalve redactó el
famoso anagrama que la identifica como epitafio: "Yace por
salvar la patria".