1. LA PALABRA DE DIOS
Artículo escrito por: Edgar Hernández
Durante mucho tiempo, nos hemos referido a la biblia como la palabra de Dios, y sin duda que lo
es, pues ha sido escrita por inspiración divina, como lo declara 2ª Timoteo 3:16: “Toda la escritura
es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,”
(RV. 60).
Pero una triste realidad es que a lo largo de la historia muchos hombres han usado la escritura
para sus propios beneficios y se han cometido innumerables atrocidades. Y la pregunta que
muchos se hacen es ¿cómo es posible que la palabra de Dios pueda ser usada de tal forma? Pero
es interesante notar que la biblia, en general, se refiera a sí misma como la “escritura”, la palabra
griega que usa es: “GRAFE” relacionada con grafía, gráfico, etc., denota primariamente un
dibujo, pintura; después un escrito (Vine NT). (Esta palabra se usa en textos como Ro. 4:3; 9:17;
10:11; 11:2; Gal. 3:8, 22; 4:30; 1ª Ti. 5:18 etc.)
Entonces, ¿a qué le nombra la escritura “palabra de Dios”? Existen dos palabras en el griego koiné
que generalmente se traduce como “palabra” en la biblia, una es: “LOGOS” λό ος), la cual quiere
decir que es algo dicho; por implicación, tema (sujeto del discurso), también razonamiento
(facultad mental) o motivo; por extensión: cálculo; específico la Expresión Divina (es decir: Cristo)
(Strong). Esta palabra se usa en textos como los siguientes: “En el principio era el [logos] Verbo, y el
[logos] Verbo era con Dios, y el [logos] Verbo era Dios.” Juan 1:1 (RV60).
En este pasaje se nota claramente que el “logos” se refiere a una persona: Jesucristo. Entender
esto, que Jesús es el LOGOS de Dios, nos lleva a tener más luz en cuanto a pasajes como
colosenses 1:16 que dice: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y
las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean
potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” (RV. 60), pues recordando el relato de la
creación, en génesis uno, notamos que el recurso de Dios para crear fue su palabra, pues en
repetidas ocasiones en el relato se repite el término: “Y dijo Dios…” entonces, claramente
podemos entender que todo fue creado en, para y por medio del “logos” de Dios, es decir Cristo.
Entonces, cuando la frase “palabra de Dios” aparece en la biblia, no se refiere, necesariamente a
ella [la biblia], si no a Cristo como la Palabra de Dios, es por Él que es viva y eficaz, notemos esto
en el pasaje de hebreos 4:12: “Porque [logos] la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante
que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” (RV. 60). En este pasaje el
“logos” se refiere a Cristo, delante de quién todas las cosas están desnudas y abiertas (v. 13) y quién
es nuestro sumo sacerdote (v 14).
También es interesante notar que esta palabra: “logos”, se relaciona en algunos textos como:
evangelio (Hch. 15:7), gracia (Hch. 20:32), verdad (2ª Ti. 2:15), reconciliación (2ª Co. 5:19), y en
otros se ve: actuando (1ª Te. 2:13), y manifestándose (Tito 1:3). Generalmente cuando la palabra
“logos” es usada en la escritura, no se refiere a un texto sino más bien a una expresión, y la
expresión de Dios es Cristo, quién es el evangelio, la espada de dos filos, la gracia etc. Ahora
entendemos por qué en el evangelio según Juan capítulo uno, la palabra “logos” se traduce como
“verbo”, pues ciertamente es Cristo la palabra activa de Dios.
2. Existe otra palabra en el griego que se traduce como “palabra”, esta es: RHEMA la cuál
denota aquello que es hablado, lo que es expresado de palabra o por escrito; El significado de
“rhema”, en su distinción de “logos”, queda ejemplificado en la instrucción a tomar «la espada del
Espíritu, que es la palabra de Dios» (Ef. 6:17); aquí la referencia no es a la biblia como tal, sino al
pasaje individual de las Escrituras que el Espíritu trae a nuestra memoria para su utilización en
tiempo de necesidad (Vine NT).
Esta es la palabra que se usa en el libro de romanos 10:17: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por
[rhema] la palabra de Dios.”
Como hemos visto la palabra “rhema” no se refiere a la palabra escrita, sino más bien a la
revelación, es decir: la palabra contenida en la escritura pero que es citada por el Espíritu Santo
(revelada), y que entonces tiene un efecto transformador, como lo hemos explicado antes, esta
misma palabra se usa en hebreos 11:3, al referir que por la fe entendemos que el universo fue
constituido por el “rhema” de Dios. Aquí se ve a Dios “revelando” su creación. Como suelo decir:
no es lo mismo que yo lea a la biblia a que Dios me la lea.
Podemos concluir entonces que la biblia es la palabra de Dios, con “p” minúscula y que Jesús es la
Palabra de Dios con “P” mayúscula y por ende, la palabra de Dios [la biblia], nos debe llevar a la
Palabra de Dios [a Cristo], quien es nuestra vida (Col. 3:4). O en otras palabras: La “grafe” es la
herramienta que usa el Espíritu para darnos su “rhema” el cuál nos lleva al “logos”.
Como lo dice la escritura: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas
tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; [Jesús]” Juan 5:39 (RV.60).
Con esto no pretendo desacreditar a la escritura, al contrario, mi intención es animarle a
escudriñarla con la finalidad de que reciba el “rhema” de Dios y podamos crecer en el
conocimiento de quien es la vida: Jesús.
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