2. La primera regla al iniciar la búsqueda es tener claro que no es trata de una
tarea pasiva. Buscar es algo activo, buscar es interaccionar con posibles fuentes
de información. Ante todo tenemos que saber qué estamos buscando y dónde
queremos buscarlo.
Buscar en Internet es más difícil de lo que parece debido, entre otras cosas, a la
gran cantidad de información que está disponible. Lo más corriente es empezar
por un motor de búsqueda genérico (como Google o LiveSearch) o portales de
Internet como Yahoo. Es importante que nos familiaricemos con el sistema de
búsqueda que usemos de manera más regular. Cuanto más nos familiaricemos
con ese motor de búsqueda y con el modo de buscar en Internet y sus
posibilidades más cosas encontraremos.
Los meta buscadores funcionan en base a la búsqueda de palabras claves (las
que nosotros indiquemos en nuestra búsqueda), mientras que los portales de
Internet están organizados por temas. Ambos sistemas localizan páginas web
que contengan esa palabra claves/temas y nos las presentan organizadas por
relevancia según los criterios que siga cada sistema. Por ejemplo, si hacemos
una búsqueda en Google y Yahoo con la palabra clave "Andalucía" las primeras
cuatro páginas web que nos presentan estos sistemas son:
REALIZAR BÚSQUEDAS
EN INTERNET
3.
GOOGLE YAHOO
- Mapa de Andalucía en Googlemaps
- Web Oficial de Turismo en Andalucía
- Andalucía-Wikipedia
- Web de la Junta de Andalucía
- turismo Andalucía www.TripAdvisor.es
- mapa de Andalucía www.tomtom.com
- Feliz Viaje con Fénixwww.fenixdirecto.com
- Andalucía (2008) es.movies.yahoo.com
Elegir el meta buscador o portal que más se ajuste a nuestras necesidades es importante y
será nuestra propia experiencia la que determine qué sistema usemos con mayor
frecuencia. Dado que nuestra experiencia nos dice que el alumnado tiende a consultar
por palabra clave en las siguientes secciones explicaremos con más detalle cómo usar
Google (al ser el meta buscador más popular actualmente) y los meta buscadores
académicos GoogleScholar y Scirus.
4.
Una de las tareas más importantes que debemos acometer cuando usamos
Internet es las de evaluar las fuentes de información que encontramos.
Internet es un recurso muy potente, pero también de acceso libre.
Cualquiera puede poner información en la Web. Esto significa que no todo
los que encontramos es necesariamente verdad, sino que pueden ser las
opiniones de un grupo marginal, una parodia o sátira, o las reflexiones de
un individuo que no están basadas en hechos contrastados.
Es, pues, muy importante que seamos capaces de evaluar si las fuentes de
información que hemos localizado son fuentes autorizadas, fuentes que
podamos usar sin reservas para nuestra investigación y que podamos citar
en nuestros trabajos.
A la hora de evaluar una página web hay diversos aspectos que debemos
valorar. La valoración última es subjetiva y dependerá del propósito de
nuestro trabajo. Aquí simplemente te indicamos aquellos aspectos que
necesitamos evaluar para decidir si una fuente determinada nos es útil.
LA EVALUACIÓN DE LAS
FUENTES DE INTERNET
5.
Uno de los primeros pasos que debemos tomar a la hora
de realizar un trabajo para cualquier asignatura es la
investigación; es decir, la búsqueda de información sobre
el tema de nuestro trabajo. Al investigar sobre cualquier
tema hemos de centrarnos en aquellas fuentes que nos
merezcan confianza. Los recursos bibliográficos que nos
encontramos en la biblioteca en formato físico o
electrónico son unas de nuestras fuentes recomendables.
Sin embargo, Internet puede ser también un rico recurso
para localizar información. Como cualquier otro recurso
hay que saber aprovecharlo.
A continuación te ofrecemos unos consejos generales y te
recordamos cómo citar las fuentes de Internet.
EL USO DE LA WEB EN EL PROCESO DE
INVESTIGACIÓN
6.
Al usar la Web en un proceso de investigación para escribir un trabajo de clase hemos de tener en cuenta los siguientes aspectos:
(a) Ten siempre claro lo que estás buscando
Recordar lo que se busca es más recordar porqué se busca. No hay que olvidar en ningún momento porqué nos pusimos ante la
pantalla del ordenador. Si después de varias búsquedas todavía estamos usando términos claramente genéricos que llevan a
ambigüedades y a un sinfín de resultados, la búsqueda no está bien diseñada.
(b) Selecciona tus resultados:
La selección dentro de nuestras interminables listas de resultados es siempre difícil. Seleccionar y conservar es no sólo difícil porque
hay que desechar, sino también porque hemos de tener siempre claro para qué queremos un determinado recurso.
(c) Confronta tu búsqueda con la tesis y el plan de trabajo:
La mejor manera de saber por dónde andamos es volver al inicio. Este inicio, nuestra tesis, nuestro plan de trabajo, debió quedar
registrado en algún papel junto con esos primeros términos o palabras clave que introdujimos en la primera búsqueda. Es importante
volver a este documento. Durante la selección de recursos encontrados, esta vuelta al inicio es esencial para no conservar más allá de
lo realmente aprovechable.
(d) Conserva las direcciones webs que te resulten útiles
A veces nos resulta necesario volver a localizar la página web donde encontramos la información que nos resultó útil. Ya sea en tus
favoritos o en un documento Word es importante almacenar las rutas de los sitios o portales más interesantes para nuestros
propósitos. Ten en cuenta que si vas a citar ese recurso necesitarás la URL (la dirección web).
(e) Apunta la fecha de consulta
Las páginas web son recursos mudables que pueden actualizarse en cualquier momento. Lo que usamos hoy puede no estar
disponible mañana. Apuntar la fecha es necesario si vamos a citar ese documento, pero también nos puede resultar útil para
determinar si puede haber información nueva en un recurso que hemos consultado en el pasado.
(f) Asegúrate de citar tus fuentes
Cualquier insistencia sobre este aspecto será poca: los materiales que no sean nuestros han de citarse como tales. Usar Internet es una
gran ventaja a la hora de investigar, crear documentos, u obtener información. Sin embargo, la facilidad con la que podemos
desarrollar estas actividades a través del uso de la red también propicia que ese uso se convierta fácilmente en abuso, un abuso que
va desde la utilización de más material de lo necesario hasta el mero plagio de dichos materiales. Para cualquier duda, dirigirse a la
sección sobre plagio.
Consejos generales
7. Una de las dudas más habituales que se nos presentan cuando usamos materiales obtenidos de la
red es su cita. Sin duda, dichos materiales han de citarse reseñando de dónde vienen, autor o
autora, así como otros elementos que sean relevantes.
Las fuentes virtuales tendrán, siempre que sea posible, una cita tan completa como cualquier
fuente de papel. El único dato que varía con respecto a estas últimas es que en la fuente
procedente de Internet hay que señalar la fecha de acceso aparte una fecha de publicación, si es
que está indicada.
Las fuentes virtuales citadas han de formar parte de la bibliografía como una fuente más. Es
conveniente integrarlas en la lista típica por orden alfabético y no crear un apéndice aparte. Eso
sólo conllevaría una mayor confusión e implicaría que el material virtual y el de papel gozan de
diferente status en nuestro trabajo.
En general una fuente de Internet aparecerá en la bibliografía indicando los siguientes apartados
(los datos y el orden en que aparecen dependerán del estilo usado):
Autor o Autores (si aparece ese dato)
"Título del artículo o de la página web" (entrecomillado)
Nombre de la revista, periódico electrónico, libro, etc. (en cursiva)
Fecha de creación o última actualización de la página.
Fecha de acceso
Dirección de la página web (entre corchetes angulares)
CÓMO CITAR LAS FUENTES DE
INTERNET