2. Aumento de los gases de efecto invernadero
La excesiva actividad industrial que se ha registrado en el
mundo a partir de la Revolución Industrial es la principal
causa del calentamiento global. La gran mayoría de los
procesos de este tipo liberan una enorme cantidad de
gases de efecto invernadero que, una vez en la atmósfera,
deterioran la capa de ozono y, a la vez, exponen a la
Tierra de manera directa a los rayos del sol.
3. Quema de combustibles fósiles
Una buena parte de los gases de efecto invernadero se
generan tras la quema de combustibles fósiles, es decir,
todos aquellos que se derivan de productos como el carbón,
el petróleo y el gas natural. Esto lo observamos, por ejemplo,
en los grandes centros urbanos con la quema masiva de
combustibles por los coches y otros medios de transporte
pesado.
El efecto negativo de los combustibles fósiles es doble si
tenemos en cuenta la contaminación del aire y los problemas
de salud que se pueden derivar de esta circunstancia. Por
ejemplo, la Organización Mundial de la Salud calcula que en la
actualidad existen cerca de 300 millones de personas en el
mundo enfermas de asma, una cifra que aumentará
proporcionalmente a la presencia sustancias nocivas en el
ambiente.
4. Deforestación de selvas y bosques
Se suele pensar que la deforestación de selvas y bosques sólo genera
efectos en los entornos más cercanos. Sin embargo, el daño que se
genera es global. Los árboles tienen la facultad de convertir el CO2
en oxígeno a través del proceso de la fotosíntesis, con lo cual
contribuyen a reducir la contaminación del aire. Pero si reducimos
su número, la concentración de CO2 y de otros gases será mayor y,
por tanto, aumentarán las temperaturas terrestres.
Los bosques y selvas aún cubren cerca del 30% de la superficie de la
Tierra, pero cada año se pierde una extensión similar a la de países
como Panamá.
5. Excesivo uso de fertilizantes
Los pesticidas, fertilizantes y demás químicos empleados en sectores como la agricultura y la ganadería son otra causa
directa del calentamiento global. Todos poseen un alto contenido de óxido de nitrógeno, que es incluso más perjudicial que
el dióxido de carbono. De ahí la necesidad de apostar por formas de cultivo y producción de alimentos más naturales.
6. Alta producción de residuos
La alta producción de residuos también favorece el
calentamiento global. ¿De qué manera? Cuantos más residuos
produzcamos a diario, mayores serán los niveles de gas metano
en el ambiente, un elemento que se genera durante la
descomposición de materiales en los vertederos. Además,
consumir de forma masiva supone una mayor demanda, con lo
cual las industrias aumentarán sus niveles de producción y, por
ende, los niveles de gases de efecto invernadero liberados a la
atmósfera serán mayores.