Este documento habla sobre la semiótica y el lenguaje simbólico. Explica que el lenguaje articulado es lo que diferencia al hombre de otros homínidos y se basa en la capacidad de sustituir la realidad por significados a través de signos. También describe que los símbolos individuales se desarrollan a través de la imitación guiada por los estímulos sensoriales de los objetos. Finalmente, define la inteligencia como el equilibrio entre asimilar la realidad y ajustarse a ella.