1. DOS MINUTOS Marcos 1, 1-8 . 528
por: Luis García Dubus 2º. Dgo de ADVIENTO
ENCUESTA
Marcos 1, 1-8
Al leer este título pensará usted que le voy a hacer una
encuesta. Bien, pues es al contrario: le voy a proponer que usted
la haga.
Es muy sencilla y muy corta, tiene una sola pregunta, y es ésta:
“¿Qué significa la palabra Evangelio?”
Pregunte a todo el que usted quiera: familia, relacionados,
amigos… y le apuesto que nadie sabe.
Creo que la mejor respuesta que podría que podría obtener sería
algo así: “Libro que narra la predicación y los hechos de Jesús”
¡Magnífico…! Esto es cierto, pero no es el significado de
“evangelio”.
La palabra evangelio, y es bueno que usted yo lo tengamos
muy en cuenta cada vez que la escuchamos o leemos, es ésta:
BUENA NOTICIA (del griego eu aggelion: eu = bien y aggelio
= anunciar la buena noticia)
Es por eso que cuando oigo a alguien leer el evangelio e
interpretarlo como algo amenazante, me pondo las manos en la
cabeza.
Jesucristo es siempre BUENA NOTICIA. Noticia alentadora,
esperanza, consoladora.
Si Jesús tiene su evangelio quiere decir que es una encarnación
de Dios que lleva consigo la salvación del mundo y que ofrece a
los hombres la superación de sus penas y el itinerario válido
para el reino.
La lectura de hoy empieza así “comienzo de la Buena Noticia de
Jesús, Mesías (Hijo de Dios) (Marcos 1, 1)
No sólo vive USTED su presente con la garantía de un glorioso
futuro. También lo vive acompañado de un amigo con quien
habla constantemente, y con quien puede contar para lo que
sea: el propio Jesús.
Porque esencialmente la Buena Noticia no es un libro, sino
que revela LA PRESENCIA DEL HIJO DE DIOS DENTRO
DE NOSOTROS.
Escudriñar el evangelio sabiendo que es una noticia
salvadora, es la actitud que hace posible que el Señor entre
en mi casa. Y esto se hace como quien busca un alfiler que
se cayó: agachándose.
“He aquí que estoy a la puerta y llamo;
si alguien me abre,
entraré y comeremos juntos”.
(Apocalisis)
LA PREGUNTA DE HOY
¿CÓMO PREPARARME PARA CONMEMORAR LA
LLEGADA DEL SEÑOR?
Una forma muy buena de hacerle es mirando para adentro.
Carl Jung afirmó:
“Los que miran hacia fuera, duermen,
los que miran hacia dentro, despiertan”
La forma mundana de celebrar la Navidad nos invita a mirar
hacia fuera. Es el cumpleaños más celebrado, y también
el cumpleañero más ignorado. Adornos, música, comida,
bebida, compras, festejos… todo nos invita a la distracción y
a la superficialidad. Todo es hacia afuera.
En su interior está el Señor. Si usted y yo miramos hacia
dentro, aprenderemos a encontrarlo allí, callado, en paz,
mirándonos sonreído.
Miremos para adentro y despertaremos.
“Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que
tenga vida eterna y no perezcan ninguno de los que creen
en Él. Porque Dios no mandó a su Hijo al mundo para
juzgar al mundo, sino para que el mundo por Él se salve. Al
que cree en Él no se le juzga; el que no cree, ya está
juzgado, por no haber dado su adhesión al Hijo único de
Dios”
“El que cree en Él no se le juzga” ¡VIVA JESUCRISTO!
Diciembre 07, 2014 luisrgdubus@gmail.com
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