1. EL MAESTRO,
UN PIGMALEÓN Maestro: Jesús Martín Matos Villanueva
2. En la Antigua Grecia, había
un príncipe de nombre
Pigmaleón que era un
artista consumado.
Un día decidió hacer una
estatua y conforme la iba
haciendo le iba tomando un
enorme cariño a su obra.
El amor que puso en ella,
dio como resultado una
bella estatua de Venus que,
acariciada por ese hermoso
sentimiento, cobró vida.
3. Esta leyenda es conocida como el Mito
de Pigmaleón.
En Psicología se conoce como la
“Psicología de la Realización
Personal”.
Múltiples experimentos se han
realizado al respecto con excelentes
resultados.
Les refiero uno.
4. Cierto día, un grupo de psicólogos
llega a una escuela y pide permiso
al profesor para evaluar a sus
alumnos. Luego de evaluarlos, los
clasifican y comunican al profesor:
“Según la prueba, este grupo de
alumnos son los de mayor
rendimiento. Volveremos en unos
meses para aplicar una nueva
prueba”.
5. Pasan unos meses y efectivamente regresan
los psicólogos. Toman una nueva prueba y,
en efecto, ese grupo resulta nuevamente ser
el de mayor rendimiento, el que goza de
mayor reconocimiento por parte de sus
condiscípulos y de una positiva evaluación
por parte del profesor. Éste confirma: “Tenían
ustedes razón, estos alumnos eran los
mejores, lo que confirma la prueba que
ustedes administraron hace meses atrás”.
6. Los psicólogos confiesan la verdad:
“No es cierto, nosotros ni revisamos las
pruebas.
Escogimos unas pruebas al azar y le
hicimos creer a usted que eran los
mejores.
Usted los ha convertido en los mejores
por las expectativas que puso en ellos y
porque ellos se lo creyeron”.
7. La psicología de la realización personal
comienza con una verdad que en
principio es falsa, pero que con
esfuerzo y dedicación se convierte en
auténtica.
8. El maestro líder es un Pigmaleón que
trasmite a sus estudiantes un fuerte
sentido de autoestima, confianza en
sí mismos y en su capacidad para
enfrentar retos y superar
dificultades. Los persuade de sus
potencialidades y los impele a
desarrollarlas permanentemente.
9. Hace unos meses, una
niña de 14 años se me
acercó. Estaba muy
abatida. Pregunté por
qué y me contestó: “Mis
compañeros me insultan,
me dicen negra, fea,
mona. Yo no quiero
seguir estudiando aquí”.
Le pregunté si se sentía
así y no me contestó,
sólo lloraba.
10. Le dije: “¿Sabes? Yo creo que eres muy
linda. Lo que pasa es que no todos
pueden verlo porque no miramos con los
mismos ojos. Hay que aprender a mirar
con el corazón para conocer a alguien.
Tú tienes un corazón puro. Dios te ha
hecho un ser muy especial. Hay quienes
no pueden o no quieren verlo. No te
preocupes. Habrán quienes te digan
cosas desagradables. Haz como el pato,
deja que el agua corra sin que penetre tu
piel”.
11. Después de ese día
siempre he visto
sonreír y saltar con
alegría a esa niña en
el patio escolar.
Asombrado me digo:
“Cuánto podemos
hacer los maestros
por nuestros
estudiantes con tan
poco trabajo, con tan
pocas palabras”.
12. Y tú, ¿eres un Pigmaleón?
¿Qué actividades podrías
realizar para ser un
Pigmaleón en relación a
tus hijos?