El documento define tres tipos de residuos: orgánicos de origen biológico como hojas y cáscaras, inorgánicos de origen industrial como plástico, y peligrosos como material médico infeccioso o sustancias químicas. Explica que la gestión de residuos radiactivos busca proteger a humanos y medio ambiente mediante tecnologías legales, y que estos residuos son almacenados de forma segura a corto plazo en piscinas de centrales nucleares o en almacenes temporales individualizados