Para ejercer el comercio en México, una persona debe tener al menos 18 años, no estar sujeto a la patria potestad y tener la libre administración de sus bienes. Algunas personas no pueden ser comerciantes, como corporaciones eclesiásticas, funcionarios públicos y personas declaradas en quiebra que no han obtenido la rehabilitación. Para dedicarse al comercio, una persona debe ser adulta, capaz y con la habilidad de contraer obligaciones, ejercer derechos y administrar sus propios asuntos.