1. Las etapas de la
conquista material y
espiritual
Dentro de la historia Universal de los
Pueblos o Naciones, el tema de las
conquistas, las independencias y
revoluciones son un fenómeno que
forma parte de los cambios y
transformaciones que han ocurrido en
la mayoría de los territorios poblados
de cualquier área de los actuales
continentes, siendo que siempre las
colonias han sido obtenidas y
conquistadas por potencias o países
más poderosos, con el fin de que
provean algunos bienes, mano de
obra y otros elementos a las
metrópolis conquistadoras, en el caso
de España esta obtención se hizo con
el claro propósito de proveer de
materiales preciosos, oro y plata
principalmente y algunos productos
agrícolas que por su naturaleza solo
se dan en las áreas americanas.
Estas colonias siempre han sido
subordinadas a las metrópolis por
diversos mecanismos internos, con el
fin de lograr una explotación
incondicional y más “racional” de las
mismas, en beneficio del país
conquistador, estableciendo para ello,
como lo fue en la época de la
Colonia, el establecimiento de
diferentes mecanismos, creados para
mantener el control de los territorios
conquistados: el Sistema laboral, el
Sistema Tributario y el comercio con
la distribución de bienes.
La Conquista del Nuevo Continente
derivo en diferentes vertientes como
consecuencia de la ocupación de
España en el nuevo territorio
conquistado, en el ámbito de la
conquista material, esta se concreta
desde dos puntos estratégicos: la
conquista de carácter material y la
conquista de lo espiritual.
Cronológicamente esta conquista se
puede considerar en cuatro
momentos o etapas históricas en el
desarrollo de la conquista. La primera
etapa representa los primeros
momentos expedicionarios de Hernán
Cortés, desde su salida de Cuba
hasta la fundación de la Villa Rica de
la Vera Cruz, y su desobediencia al
poder que representaba el
gobernador de Cuba, Diego de
2. Velásquez. Esta etapa representa los
distintos viajes de exploración hacia
las tierras continentales en pro de
riquezas y conquista de nuevos
territorios. Destacan, además de
Cortés, Pedro de Alvarado, Bernal
Díaz del Castillo y Francisco de
Montejo.
La Corona española no podía
financiar los gastos de los
expedicionarios, y para que éstas no
dejaran de hacerse estableció una
serie de convenios particulares
llamadas Capitulaciones, por medio
de los cuales se permitía financiar y
llevar a cabo las expediciones.
La segunda etapa ubica a Cortés en
su entrada al interior del territorio
mesoamericano, hacia Tenochtitlan
hasta conformar la alianza con los
tlaxcaltecas. El objetivo era
apropiarse del poder y de las
riquezas del imperio mexica. A pesar
de que a los tlaxcaltecas les urgía
conformar un poder que permitiera
sacudirse el yugo mexica, sólo
después de varias y desiguales
batallas es que se empiezan a
conformar alianzas, firmadas entre
Cortés y Xicotencatl. Camino a
Cholula y una vez ocupada,
realizaron la matanza de cinco mil
indígenas indefensos, esta acción
constituyó una de las acciones más
censuradas en el desarrollo de la
conquista de México. De aquí en
adelante los españoles tendrían el
camino libre hacia México
“Tenochtitlan”. La tercera etapa
refleja la llegada de los españoles al
Valle de México, el recibimiento de
Moctezuma y la famosa batalla en la
que los españoles huyen de
Tenochtitlan, desarrollándose la
llamada Noche Triste. La creencia de
Moctezuma de que los españoles
representaban a Quetzalcoatl,
permitió a los españoles entrar a
territorio mexica sin ningún problema,
sin resistencia alguna; de hecho,
fueron bienvenidos y vivieron como
huéspedes en el palacio de
Axayacatl.
3. Diego de Velásquez, opositor a los
avances de Cortés, manda a Pánfilo
de Narváez a someter a Cortés y
despojarlo del mando, Cortés se
ausenta para defenderse del ataque,
Pedro de Alvarado en el año de 1520,
se queda al mando en la Ciudad de
Tenochtitlan y ordena atacar por
traición a los aztecas durante la fiesta
del Toxcal, esto se conoce como la
Matanza del Templo Mayor. A su
regreso Cortes establece una
estrategia de control, obligando a
Moctezuma para pacificar a los
aztecas. El resultado fue la muerte
del emperador quizás a manos de los
mismos españoles. La retirada de la
ciudad se hace inevitable, pero los
aztecas, ahora dirigidos por
Cuitlahuac, atacaron duramente al
español; dando muerte a la muerte
de la mitad del ejército español y la
pérdida de los tesoros que Cortés
había ido acumulando, denominando
a esta derrota del 30 de junio de 1520
como la derrota de “la noche triste”,
este era el momento en que los
aztecas debieron aniquilar a los
españoles, pero se conformaron con
desalojarlos momentáneamente de
su ciudad.
La cuarta etapa significa el sitio y la
caída de México Tenochtitlan y la
conquista del interior de lo que hoy es
este país. Casi un año después de la
huida de Tenochtitlan, el 30 de mayo
de 1521 inicia el asedio formal de los
españoles a la Ciudad de México,
apoyado por aproximadamente
ochenta mil soldados tlaxcaltecas y
por la capacidad de los europeos
para construir embarcaciones que
pudieran navegar en las aguas de
Texcoco, con ello el sitio de México
Tenochtitlan fue asegurado.
Cuitlahuac muere, asi como una gran
cantidad de pobladores mueren
debido a la destrucción causada por
las epidemias traídas de Europa,
como la viruela.
El siguiente emperador Azteca y
último Tlatoani fue Cuauhtémoc,
quien defiende la ciudad y al pueblo
mexica incansablemente; después de
ochenta días de sitio, el 13 de agosto
de 1521, expira tras el asedio
español, desapareciendo la ciudad
más majestuosa de América y quizás
del mundo: México Tenochtitlan.
En adelante, el español,
engrandecido y deseoso de más
sangre, buscará extender sus
dominios sobre los territorios vecinos
buscando oro y tesoros, para ello
continuará destruyendo culturas y
apropiándose de las propiedades
ajenas