2. ¿Quién quiere un curso sobre los
sacramentos de iniciación de la
Iglesia? Obviamente uno que ha
tomado la decisión de querer ser
miembro de la Iglesia y quiere
prepararse para ser recibido
sacramentalmente en la Comunidad
de Fe.
3. Además, en la cárcel existe un grupo
muy privilegiado que quiere conocer
el poder sacramental.
4. Esos son los hombres y mujeres que
tal vez nunca o poco pensaban en el
gran tesoro escondido en ellos por su
bautismo.
Vivían sus vidas lejos de Dios, tal vez
aun actuando en contra de los deseos
de Dios, hasta el día en que fueron
tomados presos.
5. En este día, como nunca olvidarán, la
persona se encuentra sin
absolutamente nada, despojada de su
familia, su empleo, sus planes, su
hogar, su dignidad; todo,
absolutamente todo.
6. Pero en este gran despojo pasó algo:
la persona descubrió que no estaba
sola, encontró que Dios estaba
presente en medio de esta gran
tragedia.
7. La persona había gritado en su
interior, “¡Estoy completamente
destrozado!” Pero se dio cuenta de
que no era cierto, que en su interior
había una fuerza, una razón de
esperar, un valor más fuerte que la
derrota.
8. Y esa valor era la presencia del
bautismo, tantos años dormido y
olvidado, pero ahora despierto, no
porque la persona quiso despertarlo,
sino porque en aquel día del
bautismo, Dios entró en un
compromiso con la persona
9. Y ahora la persona que ha tenido esta
mística experiencia va buscando dar
expresión a eso que pasó en su
interior.
11. Cuando hablamos de los sacramentos
de la Iglesia, es importante que
reconozcamos, desde el principio, que
nadie tiene ningún sacramento.
12. Los sacramentos NO son cosas que
uno tiene, que uno posee. Los
sacramentos son una manera de ser,
de vivir. Los sacramentos definen a la
persona como miembro de la Iglesia
y miembro del cuerpo místico de
Jesús. No queremos pensar en los
sacramentos como algo semejante a
reconocimientos que se pone en la
pared, y allí se quedan, agarrando
polvo.
13. Por medio de los sacramentos, Dios
ofrece la gracia que da energía a la
vida humana. Tal vez tengo la
televisión apagada, y no sé si esta
conectada o no hasta que intento
prenderla. En este caso, queremos
prender el poder sacramental que
está a nuestra disposición gracias al
bautismo.
14. Nosotros en la Pastoral Penitenciaria
queremos ser fuentes de vida para
nuestras familias y portadores de
esperanza. Necesitamos aprender qué
tan poderoso es ésta fuerza
sacramental que corre por nosotros.
15. La formación de los catecúmenos es
responsabilidad de la comunidad
entera. No dejes solos a los que están
preparándose para recibir los
sacramentos. Acompáñalos,
compartiendo tu experiencia vivida de
la fe con ellos. Así serás realmente un
discípulo misionero de Cristo.