El expresionismo alemán se caracterizó por representar lo subjetivo en oposición al naturalismo, haciendo énfasis en críticas a la sociedad y visiones apocalípticas. Películas influyentes como El gabinete del Dr. Caligari (1919) y Metrópolis (1926) dependieron de diseñadores para crear escenografías expresionistas. El movimiento desapareció a finales de los años 20 debido a los altos costos y la crisis económica en Alemania.