Pablo Gonzalo ha dirigido Alcor Consultores durante 23 años y ha visto cómo la comunicación interna en España ha evolucionado de ser meramente informativa de los directivos a los trabajadores a fomentar el diálogo entre ambos. Esto ha llevado a más empresas a recurrir a consultoras como Alcor. Ahora, en un momento de cambio global, la comunicación interna debe ayudar a los ejecutivos y trabajadores a adaptarse y dar buenas y malas noticias de forma integrada. Los trabajadores juegan un papel clave al crear
1. PABLO GONZALO
En los 23 años que Pablo Gonzalo ha estado al frente de Alcor Consultores, han pasado de ser “unos absolutos pioneros” a
observar una “explosión del fenómeno”. Y es que la comunicación interna en España ha evolucionado de ser concebida como
una mera información vertical –de los empresarios a los trabajadores–, que ha marcado los primeros 10 o 15 años, al fomento
del diálogo multilateral entre ambos, que marca ahora las relaciones laborales.
Esta toma de relevancia de los procesos de diálogo dentro de una compañía ha provocado que cada vez más empresas
recurran a la ayuda de consultoras como las que dirige Gonzalo. Por ello, Estudio de Comunicación anunció el pasado
diciembre la adquisición de Alcor y que su fundador dirigirá la nueva división encargada de la Comunicación Interna.
Todo ello en un momento que este doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense describe como “un
cambio en la forma de hacer negocios de tal magnitud que ha provocado también un cambio en la forma de dirigir”. Y este es
el principal hueso que debe roer la comunicación interna. Gonzalo explica que, precisamente, adaptar el comportamiento de
los ejecutivos a la nueva situación de un mundo plenamente globalizado. “Hemos avanzado mucho, pero aún nos queda un
largo proceso que recorrer”, matiza.
En este proceso, la crisis desempeña un punto de inflexión. Durante los años de bonanza económica, el fundador de Alcor
considera que “nos habíamos malacostumbrado” a dar solo buenas noticias. Sin embargo, un rosario de ERE y resultados
negativos en las cuentas de las empresas en los años de recesión, han hecho que los directivos deban abordar también cómo
difundir las inque integre las buenas y las malas noticias y les dé una orientación.
Un relato a través del cual, según la opinión de Gonzalo, los trabajadores juegan un papel fundamental en fomentar la creación
de una atmósfera especial y diferente a la de sus competidores. Una diferenciación que es “la más difícil de copiar”. Este
experto defiende además que un trabajador que conoce a dónde camina la empresa en la que trabaja es más eficiente en
realizar sus ocupaciones.
Más, en un momento que califica como de caída de la influencia de las fuentes oficiales y donde cada trabajador siente que
tiene una voz propia que transmitir a través de internet. Por ello explica que las empresas ya perciben con mayor vigor la
necesidad y se interrogan sobre qué pueden hacer al respecto. Así, percibe cómo la comunicación interna experimenta una
“evolución a mejor” y al mejor reconocimiento como herramienta útil para dar un servicio diferencia y de mayor calidad a los
clientes.
“Cada empleado debe ser
portavoz de la empresa”
MANUEL CASAMAYÓN