Este documento contiene varios relatos cortos escritos por estudiantes de 5o curso sobre recuerdos de objetos de la infancia como muñecas, peluches, juguetes y regalos que les hacían felices cuando eran pequeños. Los relatos describen detalles sobre estos objetos especiales y los sentimientos de apego y tristeza al perderlos o separarse de ellos con el paso del tiempo.
2. MI MUÑECA ALTA
Cuando cumplí un año me regalaron una muñeca muy alta y muy bonita.
La llamé Alba, era de alta casi como yo.
A los ocho años me deshice de ella y ahora me acuerdo mucho de ella porque
le tenía mucho cariño era mi muñeca preferida.
Todos los días la sacaba a la calle y a mis amigas le gustaba mucho.
Era como mi hija, le tenía amor y mucho cariño y ahora la echo mucho de menos.
YURI
3. EL CORAZÓN
Yo de pequeña, cuando tenía seis años, mi madre me regaló un corazón pequeño, que
tenía unos ojos y una boca. Siempre me dormía con él, una noche lo puse debajo de la
almohada al día siguiente me levanté y no encontré el corazón conmigo y empecé a llorar.
Lo encontré debajo de la silla. Ese día fue muy largo pero al final nunca se me perdió y
desde entonces lo tengo.
SOUKAINA
MI PRIMER PIJAMA
Era un día muy especial, ese día nací yo.
Mi madre se estaba bañando cuando rompió aguas, ya iba a nacer yo. Mi papá cogió a mi
madre, mi madre se puso algo rápido y mi papá la llevó al hospital corriendo.
Mi mamá estaba intentando que no naciera en el coche, estaba lleno de sangre y cuando
llegaron al hospital la llevaron para dentro y me sacaron a mí de la barriga, después mi
padre fue a comprarme ropa y cuando vino me pusieron mi primer pijama, era rosa y tenía
un bolsillo en forma de corazón.
OMAIMA
4. MI PRIMERA MUÑECA
Yo de pequeña me acuerdo que cuando tenía cinco años mi abuela Antonia me regaló
unos pendientes de oro y con una lágrima roja.
Cuando fuimos a la feria me regaló una muñeca tenía un lazo rojo con puntitos blancos y
un vestido de gitana era muy muy guapa. Yo siempre dormía con ella hasta que un día
me gastaron una broma.
Cuando llegue del colegio no estaba y me preocupe se lo dije a mi abuela ella me dijo que
la había tirado y empecé a llorar y ella me dijo: -¡Es broma! está en el cuarto, debajo de
la cama.
Yo me asusté porque entré y me dieron una sorpresa y dije: -¡Oh, mama, que susto!
Y empecé a llorar y luego comí pizza y estaba muy, muy buena.
CORA
5. MI PELUCHE BLANCO
Yo cuando era chica me regalaron un peluche
blanco muy grande en mi cumple.
Me lo regaló mi abuela y lo tuve muchos años,
le tenía mucho cariño, dormía con él y ahora que
me he separado de él lo echo mucho de menos.
Tenía los ojos azules, el pelo blanco, y un lacito
azul muy bonito, me encantaba.
Mi abuela me regaló otro yle tuve mucho cariño.
AROA
MI OSO DE PELUCHE.
Mi oso de peluche era de color amarillo, me lo regaló mi tía en mi cumpleaños cuando
tenía 5 años. Me encantó muchísimo, siempre jugaba con él, nunca me apartaba de él,
hasta dormía con él. Cuando tenía miedo de las pesadillas, siempre lo cogía con fuerzas
en mis manos, nunca lo soltaba.
Pero un día se me perdió, lo eché muchísimo de menos. Lloré todo el día, no paré de
recordar siempre al osito.
ACHRAF
6. EL MEJOR DÍA DE MI VIDA
El mejor día de mi vida ahí, ahí, fue cuando en mi cumpleaños de dos años mataron a un
cordero. Lo celebramos con toda la familia. A mí no me gustaba ni me gusta el cordero,
cuando mi madre me quería dar pinchitos de cordero, yo me puse a llorar porque no me
gusta y mi madre le dijo a mi padre que me comprara un pastel de la tienda para que
parara de llorar. Mi padre cuando me trajo el pastel me calmé un poco. Al día siguiente
vi los regalos de cumple.
Vino mi tía, sus hijas y su marido. Tuve unas sorpresas increíbles porque ellos también
me trajeron regalos y en ese momento sí que de verdad me sentí de una manera una
felicidad que no se puede explicar.
CHAIMA
LOS COCHES
Cuando tenía tres años, mis abuelos que vivían en Londres me compraron un coche de
juguete en Navidad. Era rojo me encantó. En la siguientes Navidades, me compraron otro
coche azul, y jugaba con los dos. Aún los tengo, es un recuerdo de mis abuelos y los voy
a recordar cada vez que vea los coches. Cuando volvía del colegio jugaba con ellos todos
los días y seguiré jugando con ellos.
IHAB
7. EL OSO MARRÓN
Yo cuando era pequeño tenía
un oso de peluche me lo llevaba
a todas partes a la calle, a la
escuela, a jugar al fútbol
cuando pasaron muchos años
me deshice de él y siempre
recuerdo esos viejos tiempos.
Mi oso de peluche era de color
marrón, era blando, gordo y un
poco alto ¡Me encantaba
estrujarlo!
ELIES
LOS REGALOS DE MI CUMPLEAÑOS
Una vez, de pequeño, en mi cumpleaños me
regalaron muchos juegos. El que más me gustó fue
un coche con mando que se chocaba con la pared
de mi casa hasta que se rompió. También me
regalaron un patín de ruedas y siempre me caía. Un
día mi padre me enseñó a patinar y no me caí más.
AMIN
8. LA MUÑECA PRINCESA
Esta muñeca yo la tengo desde que tenía yo seis años y mi hermana cuatro años. Esta
muñeca me gustaba mucho. La muñeca tenía una casa grande y mucha ropa rosa y
amarilla. Esta muñeca era grande. Un día, mi hermana tiró la muñeca de princesa. Yo me
acuerdo de ella.
BOUCHRA
MI MOTO DE MINNIE
Había cumplido cinco años y mis padres me regalaron una moto pequeña de juguete de
la Minnie. Siempre estaba jugando con ella hasta que un día me desperté y no estaba. La
busqué por toda la casa y no la encontraba. Empecé a llorar, pasaron unos cuantos días y
me acorde de que la había dejado debajo de la cama de mis padres. Fui y me la encontré
allí. Me puse muy contenta de encontrarla que desde ese día prometí no perderla y
cuidarla.
MARÍA
9. MI PELUCHE
Yo tenía mi peluche y me gustaba mucho.
Cuando me lo quitaban y lo escondían mis
hermanos yo lo buscaba hasta que lo
encontraba. Me gustaba mucho jugar con él. Me
lo regaló mi tía, me ayudaba a dormir y con él
no tenía miedo por la noche. Cuando me lo
dieron tenía cinco años. Y ahora soy mayor no
lo uso.
SAMIR
MI PELOTA
Cuando era pequeño la cosa que más me hacía feliz era una pelota. Jugaba todos los
días pero un día se me perdió y no estaba feliz. Estaba llorando hasta que un día la
encontró mi padre y me puse muy contento. Me hice mayor y yo no quería la pelota y
se la di a mi hermano. Mi hermano dijo yo quiero otra más grande. Le dije: -esa es para
mí para jugar al fútbol con los grandes. Mi hermano empezó a llorar y decidimos que
sea la pelota de los dos. Desde ese día es mi recuerdo feliz.
ZOHAIR