Detalla objetivos, como reducir la mortalidad materna e infantil y empoderar a las mujeres. Presenta métodos diversos, desde anticonceptivos hasta educación sexual, resaltando su eficacia, accesibilidad y consideraciones clave. Destaca los beneficios individuales y sociales, como la autonomía reproductiva, la estabilidad familiar y el desarrollo sostenible. Concluye invitando a la reflexión sobre la importancia de políticas inclusivas y el acceso equitativo a la planificación familiar para promover el bienestar y la igualdad de género.
2. La planificación familiar es una estrategia que ayuda a las familias a lograr un mejor
nivel de vida. A través de la planificación, la pareja decide cuantos hijos/as tener y
cuándo tenerlos (evita los embarazos no deseados); posibilita a las mujeres que
tengan sus hijos/as a las edades en que el embarazo ocasiona menores riesgos
(entre 20 y 35 años), asegurando de esa manera la salud de la madre y la del bebé.
3. Educación y toma de decisiones informadas: Es fundamental
informarse sobre los métodos anticonceptivos disponibles, sus
efectos secundarios, eficacia y cómo usarlos correctamente. También
se debe aprender sobre la fertilidad, ciclos menstruales y
posibilidades de concepción para tomar decisiones fundamentadas.
Elección del método anticonceptivo: Existen numerosos
métodos anticonceptivos disponibles, desde anticonceptivos orales
hasta dispositivos intrauterinos (DIU), parches, inyecciones,
implantes, condones, métodos de barrera, entre otros. La elección
del método dependerá de las preferencias personales, la salud, la
frecuencia sexual y otros factores.
4. Apoyo emocional y comunicación: La planificación familiar
también implica comunicarse abiertamente con la pareja sobre
preferencias, necesidades y decisiones relacionadas con la reproducción.
El apoyo emocional mutuo es fundamental durante este proceso.
Acceso a servicios de salud reproductiva: Es crucial tener
acceso a servicios de salud reproductiva y planificación familiar para
obtener información, asesoramiento, suministros anticonceptivos y
atención médica cuando sea necesario.
5. Control sobre la reproducción: Permite a las personas tomar decisiones
conscientes sobre cuándo y cuántos hijos desean tener, lo que puede mejorar su
calidad de vida.
Mejora de la salud materna: Al espaciar los embarazos, las mujeres tienen más
tiempo para recuperarse entre cada parto, lo que reduce los riesgos para su salud.
Mejora de la salud infantil: Los niños nacidos de madres que han planificado sus
embarazos suelen tener mejor salud, ya que sus padres están mejor preparados para
cuidarlos.
Empoderamiento femenino: Proporciona a las mujeres la oportunidad de tomar
decisiones sobre su cuerpo y su futuro, permitiendo su participación activa en la
sociedad.
Estabilidad económica: Al permitir que las parejas limiten el tamaño de su
familia, pueden manejar mejor sus recursos financieros y brindar mejores
6. Restricciones culturales o religiosas: En algunas culturas o religiones, la
planificación familiar puede ser mal vista o incluso prohibida, limitando la libertad de
elección de las personas.
Efectos secundarios de métodos anticonceptivos: Algunos métodos
anticonceptivos pueden tener efectos secundarios no deseados en la salud, aunque
muchos de estos efectos son mínimos y temporales.
Acceso limitado a métodos anticonceptivos: En ciertas áreas geográficas o
comunidades, puede haber limitaciones en el acceso a métodos anticonceptivos seguros y
efectivos.
Estigma social: En algunos entornos, hablar sobre la planificación familiar puede llevar
a la discriminación o el estigma social, lo que dificulta que las personas busquen
información o ayuda.
Impacto emocional: En algunos casos, la decisión de no tener hijos o de posponer la
maternidad/paternidad puede generar estrés emocional o conflictos personales.
7. La planificación de la familia es un derecho humano, por consiguiente, debe estar al alcance de
todos quienes deseen ejercerlo. Sin embargo, la realidad es que este derecho no está al alcance de
todos, especialmente de aquellos que viven en condiciones vulnerables. Obstáculos tales como la
calidad y disponibilidad de los suministros y servicios, unidos a las limitaciones de carácter
socioeconómico son parte de una problemática persistente que tenemos que superar con urgencia.
Más de 220 millones de mujeres en países en vías de desarrollo que no desean quedar
embarazadas, carecen de un acceso a métodos anticonceptivos eficaces y a información y servicios
de planificación voluntaria. Se ha registrado que alrededor de 80 millones de mujeres han tenido un
embarazo no deseado y por lo menos una de cada cuatro ha recurrido a un aborto, que ha puesto su
vida en riesgo. La planificación familiar disminuye las tasas de embarazo no deseado, y a su vez, la
necesidad de recurrir al aborto inseguro, que representa el 13% de la mortalidad materna mundial.
La falta de acceso a la planificación familiar vulnera el derecho a la salud de todas las mujeres, en
particular de las adolescentes, ya que tienen más posibilidades de morir durante el parto y de dar a
luz un niño prematuro o con peso bajo al nacer. Cuando se enteran de que están embarazadas,
muchas adolescentes abandonan la escuela, lo que les resta oportunidades de estudiar y
desarrollarse, y de ingresar al mercado laboral, lo que tiene consecuencias para ellas, sus familias y
su la comunidad.
8. El método más apropiado, debe ser una que reúna las siguientes características: que
brinde protección y seguridad según se necesite, de fácil uso, que no afecte la salud o
genere complicaciones, que no represente un problema para la relación con la pareja,
que ayude a que la pareja participe. Decidir a planificar ya. Acudir al centro de salud
más cercano al domicilio es la mejor elección. La planificación puede empezarse en
cualquier momento. Cuando la pareja considere el momento necesario para tener un
hijo/a, simplemente debe dejar de utilizar el método que eligió.